Abrir el grifo. Mojarse las manos. Echarse jabón. Frotarse las manos. Enjuagarse las manos. Secarse las manos. Son simples los pasos que hay que seguir. No se ve muy complicado a simple vista. Los niños saben hacerlo con dos años. Tampoco parece que tome demasiado tiempo. Sin embargo, parece que los adultos han olvidado como lavarse las manos. Menos de la mitad de los profesionales sanitarios lo hace.
Es miércoles. 3 de febrero. Acompañas a tu padre al hospital. Va a hacerse una cirugía. Él está bien. Le han dicho que va a estar pocos días ingresados y que volverá a hacer su vida en seguida. Le operan. ¡Ha sido todo un éxito!. Pasan los días y tu padre sigue ingresado. Ha pillado una infección dicen los médicos. No responde a los antibióticos. Parece que no va a pasar de esta noche.
Según un informe de la OMS, 4.5 millones de personas se infectan al año en los hospitales europeos. 135.000 morirán. En los EEUU, 247 personas mueren al día por una infección relacionada con la asistencia sanitaria. En España, son 3.000 las personas que mueren cada año por el simple hecho de ingresar en un hospital. El 56% podría evitarse con el lavado de manos. Estas infecciones, además de aumentar el tiempo de estancia de los enfermos en el hospital y de incrementar la mortalidad, ocasionan un gasto sanitario inmenso. 800 millones de euros gasta anualmente el Sistema Nacional de Salud en luchar contra estas infecciones.
Ignaz Semmelweis
Hace menos de 200 años que tenemos constancia de la importancia de lavarse las manos. Demostrarlo no fue tarea fácil para el médico húngaro Ignaz Semmelweis. Su trabajo es la primera evidencia de la importancia del lavado de manos en la prevención de las infecciones adquiridas en el medio hospitalario. Además de ser considerado el primer estudio epidemiológico de la historia. Y todo ello en una época en la que aún no se conocía la teoría microbiana.
Semmelweis comenzó su carrera profesional en el Allgemeines KrakenHaus, el gran hospital general de Viena. Era un centro sumamente importante. Recibía estudiantes de medicina de todas partes de Europa. El hospital tenía dos salas de maternidad. Una de ellas era atendidas por matronas, y la otra era atendida por médicos y estudiantes de medicina, quienes atendían a las pacientes tras haber estado realizando autopsias. Semmelweis se percató de que había más muertes entre las mujeres que eran atendidas por los médicos y estudiantes que aquellas que eran atendidas por las matronas. Concluyó que debía de existir una “materia cadavérica” que era transportada por las manos de médicos y estudiantes.
En el año 1847, Semmelweis propuso el uso de soluciones con cloro para el lavado de manos de los médicos, antes y después de atender a sus pacientes. Tan sólo un año tras haber incorporado esta medida pudo observar una disminución en el número de muertes.
Sin embargo, esta noticia no sentó bien a los médicos de aquella época. Consideraron estos resultados como un insulto. Decir que los médicos transportaban la muerte en sus manos fue un revuelo. A Semmelweis le costó el cargo en 1849. Prohibieron todas estas medidas sanitarias y las muertes volvieron a aumentar entre las mujeres que daban a luz en el hospital.
Hoy en día
Hace 170 años, la comunidad médica se indignó ante la noticia de que los médicos hacían enfermar a sus pacientes por no lavarse las manos. En la actualidad, ya sabemos que los microorganismos producen enfermedades, que los pacientes se infectan en los hospitales porque los microorganismos los pasamos de unas manos a otras y, que cuanto más vulnerable sea el enfermo, más probabilidad tiene de infectarse. Sabemos que el lavado de manos es una medida muy eficaz para prevenir la transmisión de enfermedades. La evidencia está más que demostrada. Conocemos que el problema es a nivel global, no de un lugar en concreto, y por ello, la OMS ha elaborado una guía con unas directrices para implementar el lavado de manos en los centros sanitarios de todo el mundo. A nivel nacional, se realizan desde el Ministerio de Sanidad campañas para promover el lavado de manos e, incluso, en el año 2016 se modificó la estrategia de seguridad del paciente para aumentar aún más la cobertura de la higiene de manos en los centros sanitarios españoles porque se vio que existía un problema.
Yo me pregunto, ¿Qué es lo que estamos haciendo mal?, ¿Por qué los profesionales sanitarios no nos lavamos las manos?,¿Necesitamos insistir más?. Quizás no se está haciendo el ruido suficiente y no nos están escuchando. O quizás, ¿deberíamos disminuir el estrés de los trabajadores para darle tiempo a pensar en lo que están haciendo?. A veces a los médicos se nos olvida lavarnos las manos entre pacientes. En muchas ocasiones he escuchado la frase: “Por tiempo no va a ser porque en lavarte las manos tardas un minuto”. Sí. Pero tienes que ver a 40 pacientes en una mañana. Tienes que lavarte las manos antes y después de cada uno de ellos. Son 80 minutos al día, casi hora y media. Tu mente deja de pensar en lavarse las manos y piensa “aún me quedan 20 pacientes por ver y ya son las 12 de la mañana”. O si eres enfermera, quizás estás atendiendo pacientes en 3 consultas a la vez porque «no hay dinero para contratar a otro enfermero».
También he llegado a escuchar a compañeros decir que ellos no se lavaban las manos porque se les “estropeaba la piel”, cuando ya existen productos que no la dañan, tan sólo matan a los microorganismos. Yo he llegado a ver estos botes. Estaban escondidos para que no se gastasen porque había pocos, “eran los que tenían crema y no te dejaban mal la piel”.
Son muchos los motivos por los que los profesionales sanitarios incumplen el lavado de manos. A veces las medidas no se aplican porque las personas no comprenden la gravedad del asunto. Otras veces, desde la gerencia de los hospitales, intentando disminuir gastos, ocasionamos más problemas y más gasto. En cualquier caso, en lo que debemos centrarnos es en que nadie debería acudir a un hospital a contraer una enfermedad. Los centros sanitarios deberían ser espacios donde se garantizase tu seguridad, te ayudasen a sanar y no a enfermar.
Me encantó que iniciara con una pregunta, dan ganas de clickear y leer! Además creo que iniciar el texto con una historia con la que uno puede empatizar es excelente, porque hace que se entienda la relevancia de lo que se quiere plantear. Además considero que haber desarrollado la idea de la importancia de lavar la manos desde el descubrimientos de las bacterias y su transporte y finalizar con la explicación de la situación actual permite que se cuestione el trabajo médico en algo tan relevante.
Muy interesante!
Muy interesante Patricia, me gusta el enfoque y la claridad con la que tratas el tema.
¿Cuál es el problema? ¿Por qué no lo hacemos? Pienso que el principal problema no es la falta de tiempo, importante pero no esencial, sino la falta de concienciación sobre la importancia del tema. Si los profesionales sanitarios conocieran la gravedad de no hacerlo y los riesgos que supone, cambiaría la actitud. Me refiero a un conocimiento en profundidad.
De ahí que me parezca esencial este artículo en un máster de Salud Pública y me gusta como lo expresas, comenzando por la pregunta con la que titulas el artículo ¿ES NECESARIO QUE NOS LAVEMOS LAS MANOS? Y yo continúo con las preguntas ¿Es verdaderamente útil? ¿Tantas veces son necesarias? ¿Hay una repercusión directa sobre la salud del paciente? La respuesta es clara, SÍ.
No es solo necesario, sino esencial.
La OMS lanza campañas a favor de la higiene de manos como bien muestras en el texto y me gustaría destacar algunas (en concreto pósteres), que de forma sencilla y visual muestran los pasos más importantes en la higiene de manos:
5 momentos para la higiene de manos: http://www.who.int/gpsc/information_centre/gpsc_5_momentos_poster_es.pdf?ua=1
1. Antes de tocar al paciente
2. Antes de realizar una tarea limpia/aséptica
3. Después del riesgo de exposición a líquidos corporales
4. Después de tocar al paciente
5. Después del contacto con el entorno del paciente
¿Cómo desinfectarse las manos? ¡Desinféctese las manos por higiene! Lávese las manos solo cuando estén visiblemente sucias. 20-30 segundos.
http://www.who.int/gpsc/information_centre/gpsc_desinfectmanos_poster_es.pdf?ua=1
¿Cómo lavarse las manos? ¡Lávese las manos solo cuando estén visiblemente sucias! Si no, utilice solución alcohólica. 40-60 segundos.
http://www.who.int/gpsc/information_centre/gpsc_lavarse_manos_poster_es.pdf?ua=1
Estos pósteres, visibles en cada centro de salud y hospital de este país no parecen suficiente, al igual que no parece suficiente la insistencia de la OMS con informes y datos. Algo estamos haciendo mal.
Totalmente de acuerdo contigo, Patri: parece que los profesionales sanitarios han olvidado como lavarse las manos.
En mi experiencia personal, como residente en Andalucía, he percibido un completo rechazo – totalmente injustificado- por parte de la comunidad médica en asimilar la costumbre del lavado de manos.
Probablemente, esto me impresionó aún más, porque venía de transcurrir varios meses en el contexto sanitario de Colombia, donde, por lo contrario, hay mucha atención y cuidado sobre el tema. Me he preguntado muchas veces sobre las posibles razones de esta diferencia: se me ocurre que tal vez, ante la falta de infraestructuras higiénico-sanitarias adecuadas, se perciba en mayor medida la necesidad de los esfuerzos individuales. Mientras que en nuestro entorno, no se perciben como necesarias ni se asumen como obligaciones individuales, lo cual lleva más fácilmente a que se olviden.
Gracias por tu artículo, y por acordarnos que SÍ, es necesario que nos lavemos las manos en el siglo XXI.