Comentarios acerca del Modelo Biomédico en la Medicina Actual
“Doctors put drugs of which they know little into bodies of wich they know less for diseases of which they know nothing at all”
Voltaire (1694 – 1778)
Durante el café matinal antes de iniciar una nueva jornada, reviso los periódicos informándome de los temas y noticias que se discuten en la prensa de mi país. Un titular se repite en distintos medios : “Familia de niño que presentó recaída de cáncer deja Quimioterapia y acude a consulta del Dr. Soto”[i], “Padres sacaron a hijo de 10 año de quimioterapia para tratarse con Dr. Soto”[ii]. La noticia relata que una madre decide cambiar el manejo oncológico de su hijo (luego de una recaída medular producto de 7 años de quimioterapia por un cáncer) por un tratamiento de “medicina alternativa natural consciente” a cargo y supervisado por el Galeno de apellido soto, el cual consiste básicamente en dieta alcalina, más sesiones de reiki y biomagnetismo.
Esta noticia impacta a la ciudadanía y sobretodo al colectivo médico. De inmediato hay comentarios desde el Colegio Médico de Santiago, uno de sus líderes plantea a través redes sociales su rechazo a lo ocurrido y culpa al médico de corriente “alternativa” de irresponsabilidad profesional. Además plantea la necesidad de que el colegio profesional adquiera la llamada “tuición ética” de los profesionales de la nación, dejando entre ver “a priori” que en casos similares donde colegas sugieran abandono de la medicina “biomédica” por atención basada en creencias, y no en ciencia, podrían conllevar sanciones hasta la de revocación del título. Eso sí, solo en el caso que el proyecto de ley que devuelve esta potestad a los colegios profesionales sea aprobado[iii].
Este caso no es único y dista mucho de ser el último. Quienes atendemos pacientes, frecuentemente nos encontraremos con disyuntivas en las cuales los pacientes, o sus familiares rechazan el “consejo médico”, que más que consejo nos gustaría (sí reconozcámoslo) que fuese considerado como indicación.
Casos similares de decisiones de padres que chocan con los cánones de la medicina moderna son, por ejemplo, los movimientos de padres que se han opuesto a la administración de vacunas por considerarlas potencialmente dañinas para sus hijos. Otros casos, son los pacientes Testigos de Jehová, los cuales rechazan sin excusas cualquier indicación de transfusiones. Si bien en estas situaciones la jurisprudencia , a lo menos la Chilena, han demostrado que ante casos de oposición de familiares a la indicación médica, en el contexto de riesgo vital en menores, los tribunales fallan en razón que el derecho constitucional a la vida es superior al derecho de decisión de los padres o tutores legales, por lo que el niño o niña queda a cargo de la decisión médica del tratante.[iv] En este último caso, el ejercicio del poder del estado a través de sus tribunales puede ser utilizados como una herramienta válida para la defensa extrema de la vida de los menores. Sin embargo, en el día a día lo más frecuente es que los pacientes difieran y/o rechacen indicaciones médicas en situaciones más cotidianas, a veces de modo imperceptible para los tratantes.
Es muy probable que el uso del derecho de autonomía o autodeterminación que tienen los pacientes, reconocidos por ley, vaya en aumento debido a cambios en las características culturales y de preferencia de los consultantes, sumado al alejamiento cotidiano de la practica clínica que pareciera estar más cerca del laboratorio que de la cama de los enfermos.
En este sentido es importante entender que la sociedad del siglo XXI se está caracterizando por los rápidos cambios tecnológicos que día a día invaden la vida de millones de habitantes, que sumado con la consolidación de la economía de libre mercado a nivel global han transformado a los individuos desde sociedades rígidas, basados fuertemente en la tradición, a ser consumidores en sociedades líquidas, caracterizadas por el constante cambio y por tanto la incertidumbre del mañana lo inunda todo. Esto ha hecho que muchos de nuestros pacientes ya no son precisamente “pacientes” si no más bien han transitado a una forma de “consumidores de servicios sanitarios” y en este sentido exigen niveles de servicios y resultados que en ocasiones no podamos o no queremos ofrecer. Esto termina habitualmente en frustración y conflicto entre médicos y pacientes.
Además, la globalización de información, contenidos y redes sociales han hecho que a través del ciberespacio
distintas iniciativas, movimientos u organizaciones, buenas y malas, tengan posibilidades nunca antes vistas de difusión de sus ideas, sin necesariamente tener que validar sus argumentos o información por filtro alguno. La
cantidad de información que circula ,a modo de ejemplo, por Facebook con referencias simuladas, es realmente impresionante. Hoy cualquier persona con un mínimo de instrucción en computación puede subir información totalmente falsa a internet, no existiendo aun controles eficientes para ello. A modo de ejemplo, existió durante años información circulando en redes y subida a Wikipedia adjudicada a Steve Jobs que en realidad era una canción una
serie de animación para niños [v].
Por ello, para poder desarrollar una medicina más efectiva es importante conocer hoy a nuestros pacientes no solamente desde una perspectiva reduccionista de síntomas, signos , enfermedades y tratamientos, Hoy debemos levantar la mirada y ser capaces de comprender íntegramente quienes nos consultan, considerando sus sueños, miedos, expectativas, además de saber que fuente de información consultan.
Por otro lado, debemos reconocer que parte del problema de la falta de la adherencia a indicaciones médicas es causa del propio enfoque asistencial.
El desafío de la asistencia médica ha sido históricamente entendido desde 2 perspectivas (ciencia y arte): primero, la de generación de conocimiento diagnóstico y terapéutico objetivable y reproducible en los pacientes ( al que yo llamo ciencia médica) , y el segundo, el que se hace cargo de crear un puente imaginario que conecte estas 2 realidades distintas (la del médico y del paciente) , la cual busca transferir conocimiento, experiencia y entendimiento que permita mejorar y transformar la vida de este último, aunque el resultado final es que la experiencia de relacionarse es significativa para ambos ( a esto yo llamo, el arte médico).
Resulta que el primero de los componentes, ha tenido un desarrollo espectacular en el último tiempo, basada en el fuerte desarrollo de la Biomedicina entre los siglos XIX y XX que entendió la enfermedad como un desequilibrio del organismo explicable por lesiones anatómicas o funcionales causadas por procesos infecciosos, inflamatorios, degenerativos, metabólicos o genéticos, ha hecho que hoy en día la Medicina posea la mayor cantidad de manejos y curaciones de enfermedades de toda la historia de la humanidad.
Al parecer, el gran desarrollo de la ciencia médica nos ha hecho creer que el arte médico nunca fue “objetivo”, y por tanto, tampoco real, así que simplemente ya no es necesario, hasta que, de vez en cuando aparece un “consumidor de servicios sanitarios” que nos recuerda que la medicina es mucho más que conocer el último fármaco para manejar la última enfermedad en ese último paciente.
Referencias:
[i] http://www.biobiochile.cl/noticias/sociedad/debate/2017/11/04/familia-de-nino-que-presento-recaida-en-cancer-deja-quimioterapia-y-acude-al-doctor-soto.shtml
[ii] http://www.cooperativa.cl/noticias/pais/salud/padres-sacaron-a-hijo-de-10-anos-de-quimioterapia-para-tratarse-con-dr/2017-11-04/212028.html
[iii] http://www.colegiomedico.cl/?p=5763
[iv] P. Milos Hurtado, H. Corral Talciani. Derechos y deberes de los pacientes, Estudios y textos legales y reglamentarios. Ed CEJ, Fac. Derecho, Universidad de los Andes. 2014.
[v] http://www.biobiochile.cl/noticias/2015/04/27/chileno-creo-cita-falsa-de-steve-jobs-e-hizo-caer-a-medio-mundo-por-anos-era-una-cancion-de-digimon.shtml
Me gustó mucho tu artículo. Sobretodo la parte final en la que especificas el principal problema para los médicos, que han olvidado que la medicina también es un arte. Creo que ES una de las preguntas claves en este problema es: Pór que los pacientes pasan de los médicos? y si bien es cierto que la globalización, la tecnología, y el consumismo son personajes importantes, también es importante reconocer que los médicos no dominamos el arte de la medicina. Mientras que en las facultades se da principal importancia a la medicina como ciencia, hoy en dia, la universidad no prepara a los médicos para relacionarse con los pacientes, o lo hace muy superficialmente. Creo que en algunos casos incluso el propio médico se entiende como parte de ese consumismo y ofrece a la salud como un producto más, olvidando su principal obejtivo. Podremos mejorar esa relación medico paciente? Yo creo que si, aunque es un camino muy largo a recorrer, y que parte justamente del tipo de análisis que planteas; como dice Jostein Gaarder, en su libro, «el mundo de Sofía: «Más sabia es la que sabe lo que no sabe».