“Ninguna condición es permanente.”
1989 – la caída del Muro de Berlín y la bajada de revoluciones en el Bloque del Este marcaron el final de la Guerra Fría. Mientras en un lugar del planeta una era de terror llega a su fin y la esperanza se renueva, en Liberia la guerra civil comienza.
Raj Panjabi, el hijo de una familia india que había emigrado a Liberia en busca de un futuro mejor, tenía que dejar todo atrás, nuevamente, cuando tenía apenas 9 años. ¿Y cuál fue el balance de la guerra de 14 años? 250.000 víctimas de guerra, una tasa de desempleo de 85% y 51 médicos para los 4 millones de liberianos.
“Nadie debería morir porque vive lejos de un médico o una clínica.”
Con esta visión, después de terminar sus estudios como médico en los EE.UU., Panjabi fundó en 2007 la organización caritativa «Last Mile Health». Junto con un equipo de supervivientes de la guerra y trabajadores de la salud de los EE.UU., y con un capital inicial de 6.000 dólares de regalos de boda, quería proporcionar atención médica básica al alcance de cada ser humano.
“Las condiciones injustas no cambian por sí mismas.
Nosotros tenemos que hacer ese cambio.”
Mientras tanto, Panjabi ganó una serie de nominaciones y premios por su trabajo en garantizar mejor acceso a la salud en zonas rurales: En 2016 fue nombrado por el TIME 100 como una de las personas más influyentes, en 2017 recibió el premio TED y en 2015 y 2017 fue elegido como uno de los 50 mejores líderes del mundo por Fortune.
“La enfermedad es universal, el acceso a la atención no es.”
Según su organización, 1 billón de personas vive en las áreas más remotas y carece de acceso a servicios de salud esenciales. Nuevos hallazgos de la OMS revelan que la mitad del mundo está afectado por esta situación. Además,100 millones de personas son conducidos a un nivel de pobreza extrema debido a los gastos en salud que deben realizar.
“Hacer cambios, especialmente en tiempos de crisis, requiere de nosotros ser reformadores y radicales.”
Para lograr esa visión, Last Mile Health formuló una estrategia basada en cuatro pilares:
- Diseñar un modelo sostenible en colaboración estrecha con el gobierno de Liberia
- Demostrar el impacto de extender la atención de salud a través de una investigación rigurosa, monitoreo y evaluación
- Elevar el modelo a nivel nacional con el objetivo de garantizar a 1.2 millones de liberianos el acceso a la atención médica básica para el año 2021
- Abogar tanto a nivel nacional como mundial por mayor inversión en soluciones de salud
Como resultado, Last Mile Health y el ministerio de salud de Liberia crearon el programa “Community Health Assistant” (CHA) que sigue cinco pasos: Reclutar, entrenar, equipar, administrar y pagar a miembros de las comunidades alejadas de servicios sanitarios para que proporcionen asistencia médica a sus vecinos. Con una capacitación de 30 prácticas de salvamento y una mochila con equipamiento para atención básica, la organización logró atender a unos 50.000 pacientes en 2016. También en la lucha contra el Ébola, Last Mile Health apoyó al gobierno en capacitar a unas 1.300 personas.
“No estamos definidos por la crisis que golpea nuestras vidas, estamos definidos por cómo respondemos a ella.»
Como un líder visionario y ejemplar, Panjabi tiene, a sus 37 años, un objetivo ambicioso en mente: Construir una academia de salud comunitaria – con los premios y donaciones recibidos – a fin de capacitar a un “ejército” de personas con las 30 medidas de salvamento y salvar a 30 millones de vidas para el año 2030.
#Invictus
Muchas gracias por tu artículo. Me ha resultado muy interesante. No conocía en absoluto a este señor ni este programa que ha creado y esto me hace pensar en cómo no conocemos lo que ocurre en algunos países porque sólo recordamos que existen, desde la comodidad de nuestros hogares, durante un par de minutos al año en algún telediario y si ha tenido la desgracia de ocurrir algún evento tan catastrófico como para llamar la atención por encima de un gol de Cristiano Ronaldo. Me parece vergonzoso que haya personas que tengan que vivir y morir de esta manera debido a condiciones generadas por algo como el dinero, el motivo actual de prácticamente todas las guerras. Me gustaría añadir a las palabras de Raj Panjabi que no sólo «Nadie debería morir porque vive lejos de un médico o una clínica» si no que nadie debería morir por una guerra. La paz es la condición necesaria para que un país pueda desarrollarse. Lástima que sea utópico creer que podemos conseguirla mientras contribuimos a financiar la guerra los países «desarrollados».
Por otro lado, ¡Magnífico el proyecto de Panjabi! Necesitamos más personas en el mundo que creen y no que destruyan.
Para empezar, ma ha gustado mucho el arranque del artículo: mover el foco hacia una realidades olvidada. Todos recordamos el 1989 como el año de la caída del muro de Berlín, pero casi nadie asocia esta fecha al inicio de la guerra civil en Liberia.
No conocía a Panjabi y su iniciativa. Te agradezco mucho por compartir su historia y experiencia. Muy inspiradora. Personalmente, son las iniciativas de este tipo las que despiertan mi interés por la gestión sanitaria. Una vez más, este ejemplo demuestra como iniciativas llevadas a cabo de manera adecuada, sobre el análisis de las necesidades del contexto, y con la participación comunitaria, aún si pequeñas y con modestos recursos, pueden ser muy efectivas. Además de ser tremendamente necesarias. El vídeo (que por cierto, complementa muy bien el texto) deja muy claro el elevado impacto en salud del proyecto.
Esta situaciones suelen dejarme con una sensación agridulce, de esperanza y rabia a la vez: al darme cuenta de lo poco que se hace, habiendo tanto por hacer, y de lo tanto que se podría hacer con tan poco.
¡Gracias por compartir!