Correcto. Se trata de comunicación.
“Una imagen vale más que mil palabras.”
Es por eso que, aunque el artículo no lleva un título, supuestamente, por lo que transmite la imagen, ya te habías dado cuenta que se refiere a comunicación. Si además, antes de entrar, habías visto que el tema de nuestro grupo es “Liderazgo y Gestión” tal vez tu cerebro también hará la conexión de que, en concreto, este artículo profundiza en la comunicación como líder.
El dicho no es ninguna casualidad: Por definición, la comunicación es el intercambio de información. Hace apenas 100.000 años el hombre alcanzó su plena capacidad lingüística. Antes, se comunicó meramente con gestos.
Eso explica por qué la fórmula de Albert Mehrabian de 1971 es tan popular, tal es así que forma parte de cada entrenamiento de liderazgo. A pesar de esto, es objeto de crítica como muestran los colegas de CreativityWorks en el siguiente video:
Sin embargo, la realidad es que la comunicación no verbal juega un papel importante. Por lo tanto, según explica el experto en lenguaje corporal, Mark Bowden, una gran parte de los juicios están basados en la primera impresión no verbal. En qué proporción y cómo se interpreta depende del contexto específico.
Es decir, por ejemplo, la cultura y el escenario en el que se lleva a cabo la comunicación y el fin que persigue. ¡Precaución! Pulgar e índice:
Cualquiera que presente el dedo índice y el índice al camarero en Alemania indica: «Dos cervezas, por favor», o al menos dos bebidas. En el Reino Unido, el invitado recibe solo una cerveza para este gesto, en China ocho vasos de jugo de cebada. Las peculiaridades culturales pueden conducir rápidamente a malentendidos.
Pero el peso que se atribuye a la comunicación depende a su vez del tipo de liderazgo que una persona tenga. En su estudio, Luthra y Dahiya hablan de que la principal función de las personas en posiciones de liderazgo es la comunicación, la cual representa entre un 70 y 90% de sus tareas y que esto va aumentando día a día gracias a los medios de comunicación.
En mi opinión, eso depende en gran parte del área de responsabilidad y la influencia que el líder tiene.
Es decir, si el enfoque está en dirigir, inspirar (PULL) con el fin de promover cambio o en administrar, controlar y guiar los trabajadores en cierta dirección (PUSH). ¿Os suena? Sí, es la misma definición entre líder y gestor que estuvimos conversando en clase. Para ilustrar esto con un ejemplo: La importancia y la naturaleza de la comunicación es muy diferente entre un político de atención médica y el gerente del departamento de una compañía de atención médica. Independientemente del estilo de cada líder, todos los líderes buenos son fuertes en comunicar.
Para que tengan una idea de como un buen líder convence a través de su discurso, los dejo un ejemplo:
Por supuesto, en el campo de la comunicación, un líder no solamente debería ser capaz de hacer buenos discursos, sino que requiere mucho más. “Comunicación Efectiva” es la palabra clave que escupe google cuando se busca por fortalezas de la comunicación en el ámbito del liderazgo. La comunicación efectiva va más allá de la definición «simple», mencionada anteriormente, de meramente intercambiar información. En concreto, el emisor tiene que asegurarse de que el receptor pueda comprender el significado exacto del mensaje. Entonces, qué hace un líder eficaz para ganar confianza, admiración y evitar mala comunicación o malentendidos?
- Hablar de forma confidente, comprensible, específica, convencida y energética (con apoyo del lenguaje corporal)
- “Ethos 10%, Logos 25% y Pathos 65%”
- Adaptar estilo de comunicación y/o mensaje a la audiencia
- Hablar con grupos como si fueran individuos
- Predicar con el ejemplo
- Establecer un sistema de comunicación transparente
- Evitar monólogos y aprender por medio de escuchar e interactuar y valorar las contribuciones de los demás
- Leer entre líneas
- Establecer sistema de sugerencias y feedback
- Estar disponible y accesible cuando sea necesario
Algunos de estos puntos claves solo aplican a discursos o al entorno laboral, pero la mayoría son útiles en ambos contextos. Considerando que muchos de nosotros podríamos terminar trabajando en la gestión de la salud pública, es recomendable aprender técnicas de comunicación para la interacción con colegas, trabajadores, clientes, etc. Dentro de los numerosos modelos de comunicación, me gustaría haceros conocer al modelo de las cuatro orejas de Friedemann Schulz von Thun, un conocido psicólogo de Alemania.
Tanto para el uso profesional como privado, lo veo muy práctico. Es un modelo de comunicación simple y comprensible que puede recordarse fácilmente y utilizarse en la interacción con los demás. Cada uno de nosotros ya habia visto algún tipo de ilustración mostrando que un mensaje emitido pierde o distorsiona parte del significado original al llegar a su receptor. Este modelo permite clasificar los mensajes en cuatro apartados. Si trabajas como enfermera en un hospital y se te acerca el gestor de la clínica diciendo “Usaste el desfibrilador.”, cómo podrías interpretar este mensaje?
- Como información objetiva: “Usaste el desfibrilador.”
- Como manifestación del sí (sea deseos o necesidades propias): “Para mí, el bien del paciente es lo más importante (o la reputación de la clínica).”
- Como vínculo entre el emisor y el receptor (relacionado con su relación): “Puedes hablar conmigo sobre lo que hiciste (amablemente).”
- Como apelación (lo que espera el emisor del receptor): “Quiero que uses (o no uses) el defibrillator.”
Como el ejemplo muestra, es importante desarrollar sensibilidad para poder interpretar la comunicación implícita. Nos ayuda, en gran medida, no solamente oír lo que el emisor dice, sino que averiguar lo que realmente quiere. Es más: También te hace cambiar tus declaraciones para que estén claramente formuladas y no mal interpretadas. Nos permite expresarnos de una manera más efectiva, de evitar conflictos y de facilitar la interacción social.
“El arte de la comunicación es el lenguaje del liderazgo.” – James Humes
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