Es difícil hoy en día pensar en un diagnóstico sin usar un equipo de imagenología o laboratorio, lo mismo pasa con los tratamientos como es el caso de los aceleradores lineales para las radioterapias, equipos de conocimiento público estos días (Noticia).
España es un país privilegiado por contar con una red de hospitales y centros de salud que poseen tecnología de punta, a modo de ejemplo, solamente el Hospital Virgen de las Nieves contará (cuenta) con 2 aceleradores lineales (Noticia). Pero esta realidad, no es la de todos los países, a modo de ejemplo, Chile posee solo en alguno de los hospitales de mayor complejidad aceleradores lineales, mientras que en otros países acceder a esta tecnología es simplemente imposible.
Gran parte de los países en vía de desarrollo, de Asia, África y América Latina, dependen en gran parte o exclusivamente de la generosidad de los países desarrollados, quienes en actos de buena fe (así esperamos), donan equipos usados, pero con vida útil. La OMS estima que en algunos países casi el 80% de los equipos médicos han sido adquiridos a través de donaciones y se estima que este 80% corresponde a un porcentaje menor de las donaciones totales, solo entre el 10 al 30%. Es decir que del 100% de equipos médicos donados a un país, el cual tiene un 80% del parque de equipamiento proveniente de donaciones, solo llega a ser utilizado entre un 8 a 24% de estas donaciones.
¿Por qué solo entre un 8 a 24% de los equipos médicos donados a países en vía de desarrollo llegan a quedar operativos en los países beneficiados?
El principal problema es la descoordinación con el equipo beneficiario, a nivel directivo y operacional, quienes reciben el equipo desconocen los objetivos, estrategia y aspectos operacionales de la nueva tecnología. La OMS ha evidenciado el problema y a través de su grupo de expertos internacionales ha redactado un documento guía para los procesos de donación.
Entre los aspectos más importantes a tener en consideración, en caso de participar en uno de estos procesos, como donador o beneficiario de equipos médicos, es saber que este proceso se debe realizar como si fuese un proceso de compra. Es decir, debe contar con un estudio de demanda, factibilidad técnica y económica previamente, un análisis de demanda asociado al modelo de gestión asistencial del territorio. Responder preguntas como: ¿Necesitamos esta tecnología según nuestra demanda asistencial?; ¿Cómo estamos resolviendo la demanda en este momento y como la resolveremos con esta tecnología?; Factibilidad técnica ¿Tenemos las capacidades para poner en funcionamiento, RRHH (clínicos e ingenieros), capacidad eléctrica, infraestructura, proveedor de soporte técnico certificado y de insumos a nivel local, etc?, y en paralelo analizar los costos asociados al traslado, instalación, soporte y mantención a lo largo de su vida útil, costo de repuestos según tasa de fallos, entre otros. Esta evaluación se debe realizar en comparación a alternativas reales como puede ser la compra de un equipo nuevo, con soporte y mantención, garantía y repuestos o la compra de servicios a un tercero. Solamente una vez realizado este análisis, el cual debe ser hecho por un equipo con las competencias de evaluación en tecnologías sanitarias, salud pública y economía, se puede tomar la decisión de aceptar o no la donación.
Entre las buenas prácticas recomendadas por la OMS encontramos:
- Participación activa de los beneficiarios en todas las etapas del proceso de donación.
- Satisfacción de las necesidades de los usuarios finales y los pacientes.
- Consideraciones sobre las regulaciones y las políticas
- Consideraciones acerca de los mercados locales de equipos médicos.
- Consideraciones relativas a los sistemas de adquisición establecidos.
- Incorporación de las aportaciones y sugerencias de los centros de atención sanitaria cuando las donaciones se coordinan a nivel nacional.
- Consideraciones relativas a la ayuda para la instalación, la asistencia técnica y los suministros.
- Consideraciones relativas a condiciones ambientales especiales y recursos humanos necesarios para el equipo médico.
- Comunicación continua.