Salir de una disco con la ropa impregnada del olor a tabaco, mirar una publicidad con unos caballos maravillosos y un vaquero fumando un cigarrillo, o el distintivo color rojo con blanco en los autos Ferrari, eran algunas de las experiencias que tenía que vivir hace algunos años la sociedad.
En el año 2008 la OMS decide establecer MPOWER que consiste en un plan de seis medidas para el control del consumo de tabaco a nivel mundial, el cual ha tenido una gran acogida por varios países con el fin de erradicar esta epidemia tabáquica considerada como la primera causa de mortalidad prevenible y sus terribles consecuencias. La implementación de la ley antitabaco, y programas de prevención, han logrado sin duda cambios drásticos. Para el 2017 el 43% de la población mundial está protegida por dos o más medidas de MPOWER. (OMS, 2017).
La ley antitabaco ha promovido espacios libres de humo, eliminación de publicidad, divulgación de los efectos del cigarrillo, aumento de precio a los mismos y otras medidas. No es posible negar que se han acogido todas éstas medidas de la mejor manera por parte de la sociedad, con ayuda de la OMS quién facilita ciertos recursos, sin embargo la acogida no ha sido tan buena por parte de las tabacaleras, ya que como sucede con algunas industrias, no tienen ningún interés social, sino tan solo sus intereses comerciales, creando en las mismas un conflicto moral, y siempre buscarán la manera de vender su producto y enganchar a sus fieles consumidores.
La prohibición de conductas solo reflejan la percepción moral de una sociedad en un momento determinado. El simple hecho de la prohibición no cambia la conducta sino que tiende a la larga buscar un cambio de apreciación de la conducta por parte de la sociedad y utilizar el miedo a la sanción como disuasivo hacia la misma. Por lo mismo existen campañas que buscan generar un grado de consciencia en los consumidores y que de alguna manera disminuyan el uso del tabaco. Se crean campañas en redes sociales, el día mundial sin tabaco, carreras atléticas y demás, con el objetivo de no solo poner leyes, sino llegar a la psiquis y emociones de las personas, y está funcionando!
Este avance en salud pública, ha obtenido resultados durante todos estos años, se nota el silencio mediático sobre la venta de cigarrillos comparada a la que existía años atrás, en donde se veía a Marlboro como auspiciante de Fórmula uno. La estrategia MPOWER llegó para revolucionar el mundo del cigarrillo, pero ahora está a la vista la derivación de otro problema, como es el aumento del uso del cigarrillo electrónico, como bien lo mencioné antes, la industria buscará la manera de salir a flote, y aparte de acoplarse a las nuevas medidas, buscará la manera de satisfacer a sus más fieles compradores.
Creo que aún se tiene un largo camino por recorrer, es necesario una mayor educación sobre los efectos del tabaco, grupos de apoyo para personas que desean abandonarlo, llegar por cualquier medio a cada rincón del planeta, promover actividades saludables, deporte y demás. Éstas medidas son tan sólo el inicio de un cambio necesario para salvar la vida de millones de personas a nivel mundial, y está en nuestras manos.
Sara Rodríguez.
OMS. (19 de julio de 2017). Organización mundial de la salud. Obtenido de Un informe de la OMS revela el drástico aumento en el último decenio de políticas de control del tabaco que pueden salvar vidas: http://www.who.int/es/news-room/detail/19-07-2017-who-report-finds-dramatic-increase-in-life-saving-tobacco-control-policies-in-last-decade
Como fumador, estoy completamente de acuerdo con este tipo de medidas restrictivas acerca del habito tabáquico. Sin embargo, llama la atención las energías utilizadas para esto, v/s el poderío de la industria tabacalera. Años tras año, estas industrias incrementan sus ganancias, solo deben cumplir con utilizar media caja de cigarros para poner una foto «alarmista» un tanto morbosa (que tiene efectos bastantes cuestionables). Por otro lado, grupos post modernos ridiculizados (exagero) hoy promueven el uso legal de otras drogas (mas o menos benévolas, una discusión aparte).
La concientización social de los hábitos relacionados con drogas, debe escalar y avanzar mas allá de los limites del sector SALUD; el estado en su conjunto, debe trabajar este tema de manera transversal.