Situación Actual:
El aumento de la prevalencia de la obesidad a nivel mundial junto con sus problemas derivados, como serían enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer, se consideran uno de los grandes retos en la medicina actual, tanto por la pérdida de la esperanza y calidad de vida que provocan, como por los gastos sanitarios que genera. Sin embargo, es un problema en gran medida prevenible, ya que es conocida la relación entre obesidad y estilos de vida, entre ellos la nutrición y más en concreto el consumo de azúcar.
En palabras del Dr. Douglas Bettcher (director del Departamento para la Prevención de las Enfermedades no Transmisibles de la OMS): “El consumo de azúcares libres, incluyendo productos como las bebidas azucaradas, es un factor importante en el aumento mundial de personas que sufren obesidad y diabetes”. Dada la importancia que tiene el azúcar en la prevalencia de obesidad vamos a intentar desgranar y debatir una medida que podía influir a dicho nivel.
Tasa de obesidad de adultos en diferentes países de Europa
Tasa de obesidad infantil en Europa
Impuesto sobre bebidas azucaradas
En mayo de 2017 entró en vigor un nuevo impuesto en Cataluña sobre las bebidas azucaradas envasadas que grava la adquisición de bebidas azucaradas de forma proporcional a su contenido en azúcar añadido.
Actualmente esta tasa se encuentra admitida a recurso por el TSJC por lo que su continuidad no está garantizada. Cabe mencionar que dicho recurso ha sido presentado por grandes empresas del sector del envasado, distribución o comercialización de bebidas azucaradas (como Coca Cola, Pepsico, Carrefour, el Corte Inglés…) quienes alegaban que dicha medida es precipitada, no estaba justificada y vulnera la unidad del estado. Finalmente el TSJC anuló el decreto del gravamen por su tramitación, al “no haber completado los trámites legalmente exigidos”.
Este impuesto se trata de una medida ya implantada en otros países (como Francia, Sudáfrica o México) y se basa en recomendaciones que se lanzaron en 2016 desde la OMS para luchar contras la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y la caries infantil. Se trata de un impuesto de carácter persuasivo y a su vez recaudatorio.
¿Por qué es importante reducir el consumo de bebidas azucaradas?
Se ha demostrado tanto en estudios de observación como en ensayos clínicos que una reducción del consumo de bebidas azucaradas generaría un descenso en el Índice de Masa corporal (IMC) en niños, lo que generaría una reducción de la tasa de obesidad y de las enfermedades relacionadas con la misma a largo plazo.
¿Cómo ayuda esta tasa al descenso del consumo de azúcar?
Por un lado este impuesto tiene un carácter persuasivo, ya que se ha comprobado que un aumento del 20% en el precio final de las bebidas provocaría un importante descenso en el consumo de este tipo de bebidas, sobre todos en estratos económicos más desfavorecidos, que a su vez son los más afectados por la obesidad, en detrimento de otras opciones más saludables libres de este impuesto (como sería agua u otras bebidas no azucaradas). También provocaría una reducción del contenido de azúcar de estas bebidas por parte de las empresas productoras, ya que el impuesto es proporcional a la cantidad de azúcar que presenta cada bebida.
Además de los beneficios a nivel de la salud de la población, este impuesto tiene un carácter recaudatorio, por ejemplo en Cataluña desde que se implantó se han recaudado más de 73 millones de euros.
¿Qué ha pasado en otros países donde se aplica este impuesto?
He querido poner como ejemplo los resultados de esta medida en Salud en México, ya que es uno de los países con mayor tasa de obesidad,un 33% de la población de México presenta obesidad y hasta un 73% sobrepeso y donde el impuesto lleva más de 3 años aplicado. Aquí se ha visto que durante los 2 primeros años hubo una caída en el consumo de bebidas azucaradas de hasta el 9.7%, dándose un mayor impacto en los hogares más pobres (de hasta un 12%), y aumentando la compra de bebidas libres de impuestos en un 11% en dicho período.
El caso de Cataluña
Veremos un breve análisis de los resultados en el que un estudio refleja un descenso del 22% con respecto a las bebidas zero/lights, debido por una parte al descenso de las bebidas azucaradas y por otro lado al aumento del consumo de bebidas libres de impuestos, esto conlleva una reducción en el consumo de bebidas azucaradas de 403200 litros por semana (lo que equivale a unos 32.256.000 gramos de azúcar a la semana).
Gráfico de la evolución del consumo agua vs bebidas azucaradas tras la implementación del impuesto
¿Qué es lo que de verdad importa?
Tras explicar los importantes beneficios tanto económicos como a nivel de la salud y el bajo costo que implica la aplicación de este impuesto queda claro que el hecho de que la mayoría de los países no la apliquen responde más a los intereses económicos de las grandes empresas de alimentación que al beneficio de toda la sociedad, pero ¿no se supone que el Estado debe velar por la salud de los ciudadanos?.
Me ha parecido un artículo interesante, ameno y sencillo de leer, con una acertada organización en preguntas. Además de los estilos de vida, sobre el que has incidido de manera precisa, igualmente es interesante reflexionar sobre el concepto de «condiciones» de vida. Por ejemplo, puedes recomendar a una mujer de mediana edad dejar de fumar, pero si se encuentra en unas circunstancias estresantes donde no se le ofrezcan oportunidades de ello (ya sea por varias razones, como ser cuidadora de una persona con discapacidad, por ejemplo), o no haya las infraestructuras, recursos u opciones diferentes, tendrá más difícil la posibilidad sus hábitos o su «estilo» de vida.
Cada vez se evidencia más que la salud no solo debe abordarse desde un prisma sanitario (tal y como defiende la corriente de Salud en Todas las Políticas); es un constructo que va mucho más allá, integral, sobre el cual se puede actuar desde varios puntos. A nivel social es una medida interesante la implantación de impuestos a bebidas azucaradas, pero a la vez pueden incentivarse el consumo de otras opciones más saludables.
Tu proposición final sobre los Estados (que velen por sus ciudadanos), es una cuestión lógica y difícil al mismo tiempo. Desde la perspectiva de la salud como un derecho, deberían protegerse y promocionar todas aquellas actitudes y recursos que no solo aspire a mantener a su población sana, sino que tenga posibilidades de adquirir hábitos saludables de la manera más factible posible. Con este capitalismo y pensamiento empresarial actual que pretende convertir todo lo que toca en un bien de mercado (siendo los dirigentes de las empresas de Coca-cola, Pepsico, etc, sus máximos exponentes, y detractores de una medida que estaba teniendo una repercusión positiva en la población), es complicado que los Estados hagan un ejercicio de reflexión y establezcan sus prioridades; pero los profesionales de la Salud Pública estamos ahí para insistir, recordar, e impulsar a través de la investigación y la divulgación un mundo más saludable y equitativo.
Muchas gracias por escribir este artículo sobre un tema de tanta importancia.