Nota de la autora: en el presente texto se utiliza el género masculino como género neutro.
El otro día, mientras navegaba tranquilamente por internet, taza de café en mano, sofá y manta dispuestos, me topé con un artículo de una famosa revista de moda en el que presentaban a bombo y platillo un producto que poco a poco va ganando terreno en el mercado de productos beauty, el Dry Shampoo o Champú Seco.
En el artículo se mencionaban varios datos interesantes para cualquier lector de una revista de moda: distintas marcas que ya se han hecho cargo de la nueva necesidad del mercado y han sacado su propio modelo de producto, distintas celebrities que han acogido al nuevo producto dentro de sus productos must, bondades y vergüenzas de su uso, etc.
Hasta aquí todo en orden, artículo de moda en revista de moda que habla de moda.
TODO ESO ESTÁ MUY BIEN, PERO ¿DÓNDE ESTÁ LA SALUD PÚBLICA?
Bien, si tenemos en cuenta que la escasez de agua ya afecta a cuatro de cada 10 personas y para 2025 se prevé que la mitad de la población mundial vivirá en zonas con escasez de agua, la posibilidad de relacionar este producto con la Salud Pública aparece cuando mencionamos que sustituir un lavado de pelo por champú seco una vez a la semana permite ahorrar hasta 500 litros de agua anuales por persona.
Si nos vamos a Europa, donde se estima que el uso medio de agua es de 200 a 300 litros por persona y día en la mayoría de los países frente a los menos de 10 litros en países como Mozambique, significaría que podríamos llegar a ahorrar entre 2-3 días de consumo de agua, por persona y año, usando champú seco.
OK, TENEMOS EL CHAMPÚ SIGAMOS CON EL AGUA
Que el agua y su suministro es un problema candente en la parrilla mundial no nos coge a ninguno por sopresa. Tampoco lo hace la importancia del agua en nuestro día a día como seres humanos. Por mucho que en Dune nos hablaran de la especia, todos sabemos que si estás perdido en el desierto, ya sea el del Sahara o el de Arrakis, lo que realmente querrás tener cerca es una fuente de agua potable.
Sin embargo, no fue hasta el año 2010 que la ONU reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento, reafirmando que un agua potable limpia y el saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos.
Y es que el agua no solo representa el 60% del cuerpo humano, sino que también supone el 71% de la superficie terrestre, del que solo un 3% se corresponde con la cantidad de agua dulce del planeta y se encuentra repartido de manera desigual a lo largo del globo,
Esta pequeña proporción de agua dulce sería suficiente para abastecer a toda la población mundial, si no fuera por su reparto desigual. Aquí nos viene de nuevo a la mente la imagen del desierto, de zonas áridas y deprimidas, incluso, por qué no, de películas del oeste, con las nubes del desierto rodando por el suelo y esta música de fondo:
Pero volvamos a nuestro día a día: El ciudadano medio, que lee revistas de moda online desde su casa, cómodamente sentado en el sofá mientras se toma un…inserte aquí su bebida caliente favorita:
¿Por qué a este ciudadano debería importarle la escasez de agua potable, más allá de su conciencia social y compromiso medioambiental?
¿Por qué debería plantearse cambiar sus hábitos de higiene diaria y, quizás empezar a utilizar el champú seco al menos una vez a la semana?
¿Hacia dónde me quieres llevar, mujer?
YA VAMOS, YA VAMOS CONFÍA EN MÍ
En 2014, un estudio sobre las 500 ciudades más grandes del mundo levantaba la liebre: El problema de “estrés de agua” estaba afectando a las grandes ciudades, definiendo “estrés de agua” cuando los suministros anuales de agua descienden por debajo de 1.700 metros cúbicos por persona.
Durante el último Foro Mundial del Agua organizado por la ONU en Brasilia (2018), se puso de manifiesto que la escasez de agua afectará a 5.000 millones de personas de aquí a 2050 a consecuencia del cambio climático, el aumento de la demanda y la contaminación del suministro. Explican que el aumento de la demanda de agua se ha multiplicado por seis en los últimos 100 años, presentando un ritmo de crecimiento del 1% anual y estiman que la población mundial llegará a los 9.400 – 10.200 millones de personas en 2050, de los que más de un 60% estaremos concentrados en ciudades.
Y para ver los efectos de los que habla la ONU no tenemos que esperar a 2050. Por citar algunos ejemplos:
- En el año 2017, la Ciudad del Cabo se vio obligada a reducir el suministro de agua a 50 litros por persona y día.
- En Ciudad de México, con sus grandes pérdidas en la red de tuberías (la eficiencia de la red, en promedio nacional, es del 25% por cada metro cúbico inyectado), 1 de cada 5 habitantes tiene agua sólo durante una parte del día.
- Yakarta, la ciudad hundida, ve amenazada sus reservas de agua dulce por los aumentos en el nivel del mar.
El ciudadano medio ya no se encuentra tan cómodo en su sofá. No solo se trata de conciencia social. Quizá llegue el día en que no tenga agua para su bebida caliente.
Así que, aunque dejo al lector la difícil decisión sobre dónde encuadrar el invento del champú seco en nuestra sociedad, sí quisiera reconocer su valor, si no como hito en salud pública, sí como ayuda a la reflexión: garantizar el derecho al agua es uno de los grandes frentes a los que tenemos que enfrentarnos como sociedad. Como individuos no tenemos la capacidad para darle solución, pero sí tenemos el poder para lograr pequeñas victorias a través de pequeños cambios. Como se suele decir: Piensa globalmente, actúa localmente.
YO VOY A POR MI CHAMPÚ
Y TÚ ¿QUÉ VAS A HACER?
¡En horabuena Valme!
Que articulo tan interesante. Me ha llamado mucho la atención el título y por lo cual quería leerlo ya que me interesaba ver como se podía relacionar con la salud pública. Me haz mantenido capturada en toda la lectura. Fue super fácil de leer con las imágenes, la letra negrita para que supiera lo importante de la información, los enlaces, la música que añadiste, e informarme usando la imaginación donde me imaginaba el ciudadano sentado en el sofá. Usaste un estilo único para mantenerme interesada y leer hasta el final. También me encanto que me dejaste (a mí, el lector), con una acción que puedo tomar y al final preguntas “y tú ¿qué vas a hacer?”. Pues, Valme me has convencido a que tengo que sustituir un lavado de pelo por champú seco. No tenia la menor idea que “sustituir un lavado de pelo por champú seco una vez a la semana permite ahorrar hasta 500 litros de agua anuales por persona.” Eso sí, también hay que tomar en cuenta cual champú seco se va a utilizar y ver que sea un producto saludable.
Lo importante de este tema en cual has destacado magníficamente es que todos podemos aportar y ser parte del cambio, pero haciéndolo con pasos y cambios pequeños. Tener en cuenta que no se puede cambiar el mundo así, y quitar la desigualdad del agua de la nada, sino con un esfuerzo y con metas razonables que se pueden alcanzar. Para poder llegar al publico y que se den cuenta de estos temas importantes, hay que tener innovación y utilizar medios de comunicación para difundir la información a diferentes audiencias. Al principio mencionaste que todo estaba en orden que era “articulo de moda en revista de moda que habla de moda.” Una persona que le fascina la moda y lee muchas revistas se espera eso, pero poder quizás asociarse con una organización de salud para incluir información de como el producto puede ayudar el planeta o a una persona con su salud es poderoso.
El poder de la educación es importante también para que la población entienda lo que esta pasando en el mundo, que es mas haya de su propia burbuja. Mucha gente da por sentado muchas cosas, como el agua. Por ejemplo, vuelvo a los pasos pequeños. Cuando uno se lava las manos con jabón, muchas veces se deja el agua corriendo del lavamanos mientras se esta limpiando las manos con el jabón. En ese momento, se pudiera cerrar el grifo para ahorrar el agua. Similarmente, se puede hacer cuando uno se ducha. Otra cosa es que destacaste muy bien un ejemplo de como la salud publica esta en todos lados. ¡Qué buena lectura y te felicito!
¡Me ha parecido un artículo interesantísimo! Coincido con el comentario de Mari: el título engancha mucho, la estructura, el uso de imágenes, música, vídeo… ¡Buen trabajo Valme! Me ha gustado mucho porque ha sido sencillo de leer, interesante y pienso que cualquier persona que lo lea puede replantearse su día a día. La manera en la que has enlazado un tema que, a priori, puede parecer “trivial” con la escasez de agua, me parece sencillamente genial.
La verdad es que me han sorprendido los datos y me parecen alarmantes. El artículo del hipervínculo de Yakarta es impresionante ¡y no tenía ni idea! Es increíble que estén pensando en una nueva capital en Indonesia porque las medidas que se están tomando para evitar la subida del nivel del mar no estén siendo efectivas.
Creo que no soy la única que desconocía algunos de estos datos y es por ello que considero que se debería hacer más consciente a la población de este temido problema. Es cierto que a nosotros no nos ha tocado vivirlo en nuestra propia piel, pero debemos ser consecuentes con el agua que gastamos y tratar de reducirla. Si bien es verdad que hay muchas acciones que llevamos a cabo y no sabemos que suponen un gasto de agua importante. Por ejemplo, según este artículo https://sustainablebrandsmadrid.com/blog/la-industria-textil-y-el-medio-ambiente/ la industria textil contamina las aguas residuales con químicos que son perjudiciales. Quizás debemos plantearnos esto cuando queremos comprarnos otra prenda nueva «porque nos hace falta”. En mi opinión habría sido digno de mención para tratar que el lector lleve a su día a día opciones más sostenibles como ropa usada o vintage (que suena más a la moda) para tratar de reducir el impacto medioambiental que hacemos al comprar una nueva prenda.
Tu reflexión “piensa globalmente, actúa localmente” me parece vital y es justamente lo que debería llegar a la sociedad. Se deberían hacer campañas en medios de comunicación como la televisión y poner anuncios en Internet e incluso en marquesinas para hacer llegar este tema a más gente.
Muchas gracias por traer este tema al blog y por hacerlo de esta manera. ¡Enhorabuena! Ojalá se trataran de este modo tan interesante las cuestiones que nos preocupan en salud pública y que, de esta forma, la población general se sienta más atraída y consigamos concienciarlos. Yo después de tu artículo, lo tengo bastante claro: ¡voy a comprarme champú en seco!
Excelente artículo y como siempre con tu marca personal de entretenimiento y extras tecnológicos! Súper bien, felicitaciones! Del champú en seco de la revista de moda te pasas a algo tan vital como el agua! Imprescindible para la vida humana, animal y vegetal. Qué hacer como individuo, como ciudadano de una comunidad para cuidar el agua? Muchas son las acciones desde nuestra pequeña trinchera que tienen que ver con disminuir el desperdicio del agua, como bien lo señala Dani, duchas cortas, lavarse los dientes con la llave del grifo cerrada lo más posible o como dice Julia entender que la industria textil es una de las más importantes contaminadoras y consumidoras de agua. Entender que el agua dulce es un producto finito e irremplazable ya es el primer paso. Hay costumbres que deberíamos cambiar como los lavados de auto que deberían hacerse «duchas» más cortas también o la limpieza de las calles de las ciudades, para lo cual sería mejor usar agua de lluvia o crear champús secos que sirvan para el efecto. La reforestación es una necesidad urgente, así como la lucha contra el calentamiento global. El consumo de carnes rojas también es una fuente de pérdidas de agua y como el video TED sugiere, deberíamos adquirir dietas vegetarianas. Pero,.. como dato curioso….sabías que el consumo de soya es una de las principales causas de tala masiva en la Amazonia? o que la moda en el consumo de la quinua/quinoa destruye los páramos andinos, que son uno de los últimos espacios de «producción» de agua dulce? https://vimeo.com/35575406 …. y a eso hay que sumarle el daño irreparable de la minería …..ahí es cuando entramos en el dilema de qué hacer o qué dejar de hacer para salvar nuestro planeta? y claro…. viéndolo así, la revista de moda tenía una potencial solución: el champú seco puede ser una buena estrategia para disminuir el consumo de agua! Vuelvo y termino con tu frase tan oportuna: «piensa global, actúa local» Excelente artículo!
Articulazo. En mi opinión, y por lo que parece en la del resto, escrito del carajo. Y el tema escogido no se queda atrás.
Para empezar confieso mi desconocimiento casi total sobre la trascendencia del problema del agua. Es decir, es que ni siquiera sé qué pasa exactamente con el agua que se va por mi fregadero. Suelo oir cosas sobre despilfarro, no solo en los hogares sino especialmente por deficientes redes de distribución, por el excesivo o mal uso en regadío (eso que contaban de los cultivos intensivos de olivo en Almería tiene tela), el tema de los campos de golf… pero también y a parte el tema de ensuciar el agua, por ejemplo con los químicos que Julia comenta. Tambien me hablaron hace poco de las consecuencias nefastas de tirar una colilla al agua. Pero al final del día, alimentado por la impunidad que siento dentro de los muros de mi casa, corro el riesgo de vivir como que el problema es ninguno, que el agua es infinita, y en realidad es porque me falta enfrentarme más y mejor a artículos como este. Al hilo, todavía me acuerdo de aquella conferencia de Manuel Toharia, esa en la que negaba la antropogénesis del cambio climático, en la que también afirmó que «si la sequía fuese un problema no tiraríamos agua potable por el váter». Pero no parece así de sencillo, después de todo.
Por otra parte, me comentaron en otra ocasión otra ventaja genial del cahmpú seco, y es precisamente la disminución de masa por total de jabón gracias a no usar agua, que se traduce en menos gasto de combustible para la misma cantidad de producto a la hora de transportarlo. A estas alturas de la historia tampoco parece tontería.
En fin, que genial aporte, tanto por lo que cuenta como por lo que invita a investigar, pensar y hacer.
Y por cierto, guay la referencia a Dune.
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