Hace un tiempo, cuando iba a un restaurante a menudo concurrido por familias con hijos algo era una molestia bastante frecuente tener a niños correteando, jugando, golpeando mi silla y la de mis amigos. Nos quejábamos, “podrían controlar a sus chiquillos” era una frase que salía con bastante frecuencia de mi boca.
¿Qué nos encontramos ahora? La música de la patrulla canina, la sintonía de Angry birds o directamente, sonido de disparos de Call of duty. Las primeras veces, giraba la cabeza a mi alrededor “¿de dónde viene ese ruido? Ah, es un niño con el móvil de sus padres”, ahora ya no necesito mirar, ya sé que es un niño con su propio móvil o su propia Tablet.
Tabla 1. Fuente INE (2019).
Según el INE, en 2019 el 22,3% de los niños de 10 años españoles tienen teléfono móvil propio…
…y seguramente los que cuentan con su propia Tablet sean muchos más.
El uso de internet y dispositivos Tablet, smartphone, ordenadores portátiles, está ya instaurado en los niños a estas edades. Se les considera nativos digitales.
El uso de las pantallas ofrece indudables beneficios. Son una fuente inagotable de información, nuevas ideas, conocimientos, les permite estar en contacto con realidades distintas a las propias y, además, ofrecen grandes posibilidades en el ámbito académico. Incluso se postula que los videojuegos pueden ayudar a desarrollar el proceso de toma de decisiones y resolución de problemas.
El problema suele llegar cuando no deja de ser un adulto responsable el que controla el acceso y uso de las pantallas.
Ya existen estudios que relacionan el uso abusivo de las pantallas con mayor sedentarismo y riesgo cardiovascular. Los prescolares que usan dispositivos móviles han resultado tener un mayor IMC en varios estudios, frente a los que no lo hacían (aunque no se encontró una relación entre horas de uso e IMC).
El 60% de los adolescentes usan sus teléfonos en la hora anterior a irse a dormir y duermen de promedio una hora menos que los que no lo hacen.
En cuanto a la salud mental, se ha visto un aumento que el uso pasivo de las redes sociales disminuye la sensación de satisfacción con la propia vida y aumenta el riesgo de depresión. En 2019, el Child Mind Institute señaló que las redes sociales promueven cánones de belleza totalmente irreales y advierte sobre sitios web y foros “pro-anorexia” donde las niñas con desórdenes alimenticios pueden encontrar la aprobación que no tienen por parte de su familia y amigos.
En la tabla 2, se representan los problemas más frecuentes que supone el uso de internet en los más jóvenes.
Habrá que seguir investigando el impacto de los nuevos dispositivos y tecnologías sobre los niños, porque quizás a largo plazo puedan dar lugar a una generación permanentemente conectada, pero más enferma. Mientras tanto, la problemática niños-tecnología es ya tan prevalente que asociaciones médicas pediátricas, especialistas en psicología y pedagogía y profesionales educativos sienten la necesidad de elaborar normas y recomendaciones de uso de las pantallas para los padres.
En todas ellas se recomienda pactar las normas de uso con los hijos, pero siendo el adulto quien las controla, y no permitir el acceso simplemente para que no nos incordien. Tener a un hijo con la mirada fija durante dos horas no parece el ideal de cena en familia. Confío que aprendamos a manejar el acceso a estas tecnologías a los niños y que levanten la cabeza y vuelvan a jugar.
Sencillamente me ha encantado tu artículo Clara, ¡enhorabuena! Me he sentido muy identificado con las situaciones que has comentado, tengo algún que otro familiar con niños de 5-10 años y puedo corroborar que lo que cuentas no es mera palabrería, es literalmente lo que ocurre.
Por una parte es lo que dices, en plena era tecnológica resulta positivo que los niños crezcan con diferente tecnología y la asuman como normal para poder obtener todo lo bueno de ellas. Al fin y al cabo eso les va a dotar de mayor autonomía tecnológica en el futuro, y por supuesto puede estimular áreas importantes en su desarrollo como la curiosidad o la creatividad.
El problema es exactamente lo que has comentado, el mal uso, que no el uso, de la tecnología. Muchas veces, como en los ejemplos que ilustrabas, los móviles o las tablets se usan como meros instrumentos para poner en Off a los niños, es el remedio fácil… pero puestos a remedios fáciles usemos morfina para los niños molestos ¿no? Ironías a parte, está claro que ese tipo de mal uso de los móviles y tecnologías en esencia es por la falta de control de los padres sobre los hijos, simplemente un control positivo, que delimite que es apropiado y que no para su educación y desarrollo. Este artículo quizás abriera los ojos a algunos padres al sentirse identificados con esas situaciones. Es vital que se aprenda a educar a los hijos en el buen uso de la tecnología.
Como dato curioso comentar que yo no tuve un móvil (malísimo por cierto) hasta los 14 años y porque ya empezaba a salir con mis amigos que sino… ¡cómo han cambiado los tiempo!
En fin… no puedo estar más de acuerdo con tu artículo ¡Nice job!
Gracias por el artículo, Clara. Creo que es necesario hablar del tema. Como bien comentas, el asunto está llendo rápido. Desde hace no muchos años se está extendiendo el uso de pantallas en la chavalería, y a edades cada vez más tempranas. Se habla de las posibles ventajas, de que son nativos digitales, etc. Pero como bien remarcas, ya hay pruebas de que no todo son ventajas. De que las consecuencias no son banales, y que ya hay recomendaciones al respecto. Me resulta interesante también el que lo enlaces con la crianza. ¿Será que no tenemos las ganas / recursos para ofrecer a los críos otras posibilidades? O como bien dice Miguel, ¿no es una manera de que los críos dejen de dar la lata? Aunque quizá no sean los padres. Quizá si este recurso hubiera estado disponible hace 50 años, también se habría utilizado. Funciona muy bien y es muy adictivo. En general, es curioso. Debe ser la inmediatez, nuevo material a un clic, tan fácil. Los videojuegos, las redes sociales, y hasta el wikipedia. Sí, es posible estar enganchado hasta a la wikipedia. De artículo en artículo, puedes escoger, saltar, volver, sí, es tan fácil… Total, que no sólo los críos están enganchados a las pantallas. Hay un documental al respecto interesante, «The Social Dilemma», quizá lo conozcas. En fín, que yo también creo que hay que hablar más del tema. Antes de que se acabe normalizando aún más.