Hace algún tiempo un buen amigo me hizo esta pregunta. En aquel momento me pilló de sorpresa, no tenía ni idea de lo que me estaba hablando ¿Qué era la PrEP y porqué quería tomarla? Resulta que, en palabras de mi amigo, “es una pastillita que te tomas todos los días para no contagiarte de VIH, lleva algunos años en Estados Unidos, pero no se cómo va en España”.
¿Qué es la PrEP?
Me dio la curiosidad y empecé una búsqueda rápida en internet. Resulta que mi amigo, en parte, tenía razón. La profilaxis preexposición del VIH (PrEP) es una intervención dirigida a la prevención del contagio de VIH mediante la administración de Tenofovir-disoproxil-fumarato (TDF) y Emtricitabina (FTC). De entrada, tomarte una pastilla diaria y olvidarte del VIH puede parecer muy atractivo, pero la realidad no es exactamente así.
Por una parte, la efectividad de la PrEP en ensayos clínicos ha alcanzado el 86%, un dato bastante positivo, pero la adherencia al tratamiento es fundamental, el olvido de dosis puede afectar a la efectividad. Por otra parte, la PrEP sólo protege del VIH por lo que no es una invitación al abandono del preservativo.
La PrEP en España
En cuanto a «cómo va en España», la combinación de TDF y FTC fue aprobada por la Agencia Europea del medicamento en 2016 para su uso como profilaxis preexposición, estos fármacos ya eran utilizados anteriormente para el tratamiento de personas con VIH. En cuanto a España, la PrEP está financiada en el Sistema Nacional de Salud desde el 1 de noviembre de 2019, eso sí, esta financiación tiene varios peros, de entrada, debes pertenecer a un grupo considerado de alto riesgo de contagio de VIH:
- Hombres que tienen Sexo con Hombres (HSH) y personas transexuales VIH-negativas mayores de 18 años con al menos dos de los siguientes criterios:
- Más de 10 parejas sexuales diferentes en el último año.
- Práctica de sexo anal sin protección en el último año.
- Uso de drogas relacionado con el mantenimiento de relaciones sexuales sin protección en el último año.
- Administración de profilaxis post-exposición en varias ocasiones en el último año.
- Al menos una Infección de transmisión sexual (ITS) bacteriana en el último año.
- Mujeres en situación de prostitución VIH negativas que refieran un uso no habitual del preservativo.
En España, la PrEP sólo puede dispensarse en el ámbito hospitalario, existiendo diversos centros con programas relacionados.
Antes de iniciar la PrEP se deben realizar distintas pruebas:
- Test de VIH: deben descartar que el paciente sea VIH + ya que, en ese caso, esta pauta de tratamiento puede aumentar el riesgo de resistencias del virus.
- Cribado de otras infecciones de transmisión sexual (ITS) y en caso de detectar alguna, descartar infección aguda por VIH.
- Se realizará además serologías de hepatitis:
- A: se valorará la vacunación.
- B: si la serología de anticuerpos es negativa se vacunará. Si hay infección aguda la PrEP está contraindicada.
- C: si hay enfermedad crónica activa, tampoco se podrá iniciar la PrEP.
- Creatinina y fósforo séricos, análisis de orina, cociente proteínas/creatinina en orina.
- Test de embarazo.
Una vez comienzas la PrEP se realizará un seguimiento cada tres meses donde se realizarán controles analíticos, se revisará la adherencia al tratamiento y se pondrán en marcha estrategias mediante la comunicación para la mejora de la salud sexual de los pacientes.
¿Y el preservativo?
Llegados a este punto muchos os estaréis preguntando, igual que hicimos mi amigo y yo, si el uso de PrEP incentivaría el abandono del preservativo. En estudios de seguimiento publicados en 2019 sí que se ha observado una disminución en su uso en los participantes, lo que puede derivar en un aumento de otras ITS, aunque, en mi opinión, la PrEP, tal y como está planteada en España, también podría tener un impacto positivo en la detección y tratamiento de las mismas. Además, el seguimiento mostró un descenso en el uso de drogas, probablemente por el abordaje integral de la salud que recibieron los participantes. Otro punto importante es que no se detectó ningún caso nuevo de VIH durante el seguimiento, en un país como España donde sólo en 2018 se diagnosticaron 3.244 nuevos casos de VIH, es un punto positivo a tener en cuenta.
En conclusión, querido amigo, puedes tomar PrEP, es una decisión personal. Si lo haces sólo te pido que sea en un centro hospitalario, con profesionales que puedan guiarte y aconsejarte en el proceso.
¡Enhorabuena Cristina! Me ha parecido un artículo muy interesante, principalmente porque has tratado un tema desconocido para la mayoría de la población e incluso para la comunidad médica, de hecho, yo personalmente no lo había escuchado nunca, ni siquiera durante mi formación en la facultad de medicina.
Me parece de gran relevancia que hayas sacado a la luz información acerca de la PrEP, gracias a eso ahora podemos conocer una medida alternativa que puede beneficiar a muchas personas según la circunstancia en que se encuentren. Me gustaría remarcar la importancia de que exista esta PrEP, y es que a fin de cuentas no todo el mundo lleva a cabo las medidas de higiene y prevención como debiera, y es por ello que esto puede ser una alternativa positiva para brindar cierta protección a estas personas. Evidentemente con esto no quiero decir que se deba tomar como primera opción terapéutica, pero en ciertas personas cuya realidad vital les haga vivir bajo dichas conductas de riesgo es muy interesante.
Sin embargo, quiero remarcar brevemente dos aspectos que considero relevantes. El primero es algo que has mencionado, la necesidad de realizar revisiones para comprobar la correcta adherencia, al fin y al cabo, la efectividad del 86% en la prevención solo se consigue si se toma de forma continua, y me parece algo fundamental que se compruebe este hecho, pues sino será una práctica inútil.
A continuación, quería resaltar la importancia, como bien has dicho, de la utilización del preservativo, pues por una parte la efectividad no es del 100%, y por otra que existen más ITS de las que hay que protegerse igualmente (así como brindar protección contra embarazos no deseados).
En definitiva, tal y como has dicho quería resaltar la necesidad de un sexo seguro y la utilización del preservativo como medida preventiva principal, tratándose esta PrEP de una medida alternativa muy interesante para los casos en los que esto no es posible (lo cual considero que está bien regulado en España por lo que has escrito).
¡Gran trabajo Cristina!
Enhorabuena, Cristina. Tu artículo me parece una aportación interesante: das visibilidad a una opción que no es del todo conocida, al menos para el público en general. Y con ello, se abren más temas. A mí se me ocurren dos. Primero, el uso desde la valoración del riesgo desde el punto de vista del individuo, como decisión voluntaria. Tomar la profilaxis con la intención de tener unas experiencias sexuales más satisfactorias, después de haber valorado los potenciales efectos adversos y la no completa eficacia. Es todo un ejercicio de autonomía. Es una opción que me parece todo un alegato contra las actitudes paternalistas que bien pudieran tener nuestras instituciones hacia los ciudadanos. A mí al menos me parece una cosa muy moderna en nuestro ámbito. Y las consecuencias no han sido un desmadre. Como bien apuntas, este uso bien puede estar ligado a una toma de conciencia sobre la salud individual en general. O más bien, ligado a coger las riendas de la propia salud, lo que incluye ser capaz de administrar los riesgos. Como bien dices, todo ésto tiene que ir necesariamente ligado a una información previa: si la administración financia el fármaco, ha de asegurarse al menos de que el individuo haga su elección estando plenamente informado. Aunque el hecho de que esté financiado, podría ser también objeto de debate.
Debate que no tendría mucho recorrido para el otro uso de la PrEP que se me ocurre, y con ésto el segundo tema: su uso en la prostitución. Me temo que su uso sea una expresión de un mal menor. Que, si el/la trabajadora sexual no puede controlar el que se use preservativo, al menos tenga esa posibilidad. Este uso, más que una elección, me parece más bien una posibilidad que se aprovecha. Antes también tenían sexo sin protección, ahora al menos pueden intentar evitar el contagio del VIH. Que no es poco. Pero es claramente otro uso, tiene poco de lúdico, de autonomía, de tomar el control sobre la propia salud. Aunque también podría funcionar como una especie de enlace. De entrar en contacto con esas personas que están en situación vulnerable. Y desde ahí, poder ofrecer el soporte necesario para que puedan volver a tomar el control de sus vidas.
En fin, que tu artículo informa y da que pensar. Gracias.