«La noche es oscura y alberga horrores». – Melisandre.
La bruja roja pronuncia esta frase en un mundo fantástico. Pero nuestro mundo también alberga horrores.
Hubo una noche oscura en la que albergó niños en pulmones de acero.
2020 es un año distópico. Estamos inmersos en una pandemia que ha paralizado el planeta y vivimos un terror nuevo: el coronavirus. Pero este mundo alberga horrores que parece que hemos olvidado y que, sin embargo, aún no han desaparecido del todo. Y puede que incluso aumenten por las consecuencias del coronavirus…
El pasado 24 de octubre, día mundial de la poliomielitis, di gracias por no haber vivido una epidemia de polio. Y es que hace unas décadas existía el terror de que los niños, jugando en los veranos en los parques, contrajeran una parálisis que los dejara de por vida lisiados o incluso, si sobrevivían… atrapados en una máquina tubular para poder respirar. Ese día conocí la historia de Paul Alexander: un hombre que vive desde 1952 en un pulmón de acero.
“La polio sigue existiendo. Todavía es capaz de causar estragos en la vida de los niños y tenemos que actuar”. – Paul Alexander, superviviente de polio.
Era 1952, Paul era un niño de 6 años que jugaba con unos amigos cuando se infectó de polio y desde entonces su vida depende de un pulmón de acero. Esto no le ha impedido hacer una carrera como abogado y tener una vida que él considera plena. Puede abandonar la máquina durante algunas horas, pero su respiración fuera es voluntaria, por lo que se agota y tiene que regresar. Hace unos años tuvo serios problemas para encontrar a un mecánico que supiese arreglar su pulmón de acero.
La poliomielitis y el síndrome «pospolio»
La poliomielitis es una enfermedad producida por el poliovirus (enterovirus de ARN) transmitido habitualmente por vía fecal-oral. Afecta sobre todo a menores de 5 años, es asintomático en el 99% de los casos, pero en el 1% produce una parálisis motora irreversible (generalmente de las piernas) y en algunos casos puede producir la muerte por parada de los músculos respiratorios.
En los últimos años se ha reconocido el síndrome «pospolio», consistente en un empeoramiento de la sintomatología en los supervivientes tras décadas de estabilidad.
Primeras vacunas: el caso de España
En 1952 Salk probaba con éxito la primera vacuna para la polio con virus inactivado de administración intramuscular (IPV) que sería comercializada en 1955. Años más tarde Sabin desarrollaba la vacuna oral con virus atenuado (OPV).
En España, no llegaría la primera vacunación gratuita y universal hasta 1964. Se utilizó la vacunación oral: unas gotas en un terrón de azúcar. En 2005, personas infectadas por la polio entre los años 1955 y 1963, interpusieron una querella contra el Estado por negligencia, ya que el Régimen franquista silenció en la prensa la epidemia y vacunó de manera privada a 200.000 niños afines al régimen.
«Mucha gente no quiere que se sepa por qué algunos nos contagiamos mientras a otros niños afines al régimen sí que se les protegió» – Presidenta de la Asociación de Afectados de Polio y Síndrome Postpolio.
Erradicación mundial y vacunación
Se ha realizado un esfuerzo de erradicación a nivel mundial a través de la vacunación.
Los casos han disminuido un 99%: de 350.000 (1988) a 33 (2018).
Se han evitado más de 16 millones de parálisis.
Aunque en España se utiliza la vacuna inactivada (IPV) a nivel mundial se usa la vacuna oral (OPV), ya que, además de ser más barata y de fácil administración, impide que el poliovirus salvaje se replique en la mucosa intestinal de la persona vacunada y por lo tanto continúe en circulación (con la inactivada (IPV) el poliovirus salvaje sí que puede replicarse en el intestino y continuar transmitiéndose).
Con la OPV el virus atenuado es excretado por vía fecal por la persona receptora de la vacuna y puede inmunizar a otras personas de la comunidad por exposición a él aunque no hayan recibido la vacuna. Esto es beneficioso, ya que aumenta la protección frente a la polio de la comunidad, aunque en casos raros de poblaciones pobremente inmunizadas, si el virus circula durante el suficiente tiempo (más de un año) se pueden producir mutaciones y puede llegar a producir brotes. Son los llamados poliovirus circulantes de origen vacunal (cVDPV).
Existen tres cepas de poliovirus salvajes: 1, 2 y 3. El poliovirus 2 se erradicó en 1999. El 3 se detectó por última vez en Nigeria en 2012 y se declaró erradicado el año pasado.
Debido a que la mayoría de cVDPV se deben a una mutación del poliovirus atenuado tipo 2 (y los poliovirus salvajes tipo 2 no se detectan desde 1999) desde 2016 se está realizando el cambio de vacuna trivalente a bivalente (SWICHT) para solo inmunizar contra los tipos 1 y 3 y disminuir los poliovirus circulantes de origen vacunal y las parálisis asociadas a la vacuna (VAPP), un efecto adverso extremadamente raro (2-4 casos por 1 millón de vacunados).
El coronavirus detiene las campañas de vacunación
Mientras haya un solo niño infectado, los niños de todos los países corren el riesgo de contraer la poliomielitis. Si no se erradica la poliomielitis en estos últimos reductos restantes, se podrían producir hasta 200 000 nuevos casos anuales en diez años en todo el mundo. – OMS
Aún existen dos países donde la polio es endémica: Afganistán y Pakistán.
Debido a la actual pandemia de coronavirus se han suspendido campañas de vacunación. Según modelos de la universidad London School of Hygiene and Tropical Medicine, por cada niño que no se vacuna para no contagiarse de la COVID-19, pueden morir 100 de enfermedades prevenibles por la vacunación.
En Afganistán se ha detectado un aumento de casos de polio salvaje debido a que el coronavirus ha paralizado las campañas de vacunación.
Pero no todo son malas noticias respecto a la polio. En agosto de este año, 2020, se consideró erradicada la polio de África.
Esperemos que pronto se retomen los esfuerzos de vacunación para erradicar la polio.
Que el coronavirus no retrase la erradicación de la polio.
Juntos conseguiremos que haya un terror menos en el mundo.
Hola Carmen! Me ha parecido muy interesante tu artículo. Aunque haya estudiado esta enfermedad durante la carrera no había sido consciente de la epidemia tan devastadora que fue hasta ahora. El testimonio de Paul Alexander es estremecedor, me ha puesto la piel de gallina, pero creo que es necesario para abrir los ojos y que esta enfermedad no caiga en el olvido.
Parece que la poliomielitis no deja de sorprendernos, me alegro de que al menos hayan reconocido el síndrome pospolio como tal y se este investigando. Es una pena que estas personas tengan un rebrote a estas alturas, después de tanto luchar y de haber conseguido una estabilidad, espero de todo corazón que lleguen a una cura para este síndrome.
Por otra parte, el caso de España parece sacado de libro de ficción. Es increíble que dejaran pasar cerca de 10 años hasta implantar la vacuna de forma gratuita y universal mientras que sí que vacunaban a los niños afines al régimen. Imagino que a día de hoy no se ha responsabilizado a nadie por esta negligencia, es muy injusto.
Por último, decirte que es triste saber que a causa del coronavirus se han suspendido las campañas de vacunación, con el riesgo que eso supone de una nueva epidemia de esta enfermedad. Esperemos que pronto vuelva todo a la normalidad.
En definitiva, muchas gracias por este aporte de información, y felicidades por este gran artículo.
Muchas gracias por tu comentario, Alba! Sí, lo de Paul Alexander deja la piel de gallina… yo tampoco sabía que estábamos dando marcha atrás con el coronavirus hasta que me puse a investigar en el tema y es descorazonador… pero esperemos no perder más tiempo y que no quede mucho para la erradicación. Un abrazo!
Hola Carmen! Gracias para el artículo, que me ha disfrutado leer. Es notable que un aumento de los casos de poliomielitis pueda observarse tan rápidamente en el contexto de los programas de vacunación suspendidos. Tambien tengo que decir que hasta que leí tu artículo, no sabía que había gente todavía vivendo con estes pulmones de acero. De todos modos, bien hecho Carmen!
Muchas gracias por el comentario, Conall, sí, es bastante impresionante que aún haya gente en esas máquinas tan obsoletas…
¡Enhorabuena por tu artículo Carmen! Ha sido muy impactante conocer la historia de Paul Alexander y su pulmón de acero con mecánico propio! Las repercusiones que ha tenido el virus de la polio a nivel mundial son abrumadoras, y el hecho de que se realizaran campañas selectivas durante el régimen más aún! No tenía ni idea de ese factor tan determinante de la expansión en España de la enfermedad y sus secuelas, y ojalá vaya adelante esa querella que interpusieron las afectadas. En mi familia siempre me cuentan la historia de mi bisabuelo paterno que sufrió polio, y que por la parálisis de las piernas mi abuelo le construyó un carro tirado por perros para que pudiera desplazarse; gracias a tu artículo me has hecho sospechar que igual él fue uno de esos niños afectados por una no vacunación selectiva.
Pero lo más sorprendente es el efecto que han tenido las campañas de vacunación! Disminución de casos un 99%! Eso sí que es un hito del desarrollo humano y la Salud Pública! Me ha parecido muy curioso el efecto de la transmisión comunitaria fecal-oral de la vacuna oral aumentando la protección de la población, sobretodo por la protección indirecta que le da a las personas que no tienen acceso a la vacuna.
Yo también espero que el Coronavirus no estropee el gran trabajo que estaba consiguiendo la vacunación y podamos hablar de erradicación completa dentro de poco. Muchas gracias Carmen por explicar de una forma tan accesible las vacunas, los poliovirus circulantes de origen vacunal y los esfuerzos que se están haciendo para continuar el camino a la erradicación de la polio!