
Lucía es una niña de 8 años que está en el colegio. De repente, oye un pitido: su busca la está avisando de que tiene bajos los niveles de azúcar, probablemente por la insulina que le ha sido administrada esta mañana. Rápidamente saca un zumo para tomárselo y que estos niveles suban. Es así como ella controla su diabetes.
La diabetes mellitus tipo 1 es un problema de salud que afecta a millones de personas en el mundo, muchas de ellas jóvenes. En el desarrollo de esta enfermedad, el páncreas deja de secretar insulina, una hormona importante para regular los niveles de glucosa a nivel sanguíneo. Sin insulina, la glucemia sube de forma descontrolada. La hiperglucemia resultante ocasiona importantes daños en muchos aparatos y sistemas, sobre todo en el sistema nervioso y los vasos sanguíneos. Es por esto que las personas a las que se les presenta este diagnóstico necesitan tener los niveles de glucosa bien controlados todo el tiempo.
Glucosa por Bluetooth
La tecnología en los últimos tiempos ha mejorado sustancialmente la vida de las personas que padecen esta enfermedad y les ha ayudado a controlar de manera más eficiente sus niveles de glucosa. Podríamos decir que en los últimos tiempos hay una relación muy estrecha entre los diabéticos y la tecnología.
Ejemplo de esto podemos encontrarlo en los sistemas que actualmente se utilizan para conocer los niveles de glucosa a todas horas. Ahora, una persona puede ver sus niveles de azúcar en sangre con solo mirar la pantalla de su móvil. Esto es posible gracias a una suerte de dispositivos intradérmicos que funcionan como sensores continuos de los niveles de glucosa, y de los que se puede ver la información pasando un monitor o un dispositivo habilitado para hacer las lecturas. Esto supone una gran ventaja frente a los métodos tradicionales, en los cuales el paciente tiene que hacerse varias punciones al día en el dedo para obtener la glucemia capilar. Esta tecnología ha avanzado hasta tal punto, que incluso se están desarrollando chips dentales que realizan estas mediciones continuas de glucosa.
Otra muestra de cómo la tecnología está ayudando a mantener a raya esta enfermedad podemos encontrarlo en aplicaciones móviles que informan de la cantidad de azúcar que contienen los alimentos que vamos a consumir, o que nos ayudan a llevar un diario de las fluctuaciones de azúcar.
Esto son solo algunos ejemplos de lo que la tecnología ha hecho por el control de la glucemia en los pacientes con diabetes, pero en los últimos años también se han desarrollado grandes avances en lo que a tratamiento de esta enfermedad se refiere. Estamos hablando de las bombas de infusión continua de insulina.
El Páncreas Externo
Estas bombas son capaces de suministrar al usuario la cantidad de insulina que necesita a lo largo de todo el día por medio de una pequeña cánula insertada de forma subcutánea. Es decir, funcionan como un páncreas externo.
Las bombas de infusión continua han supuesto una gran mejoría en el control de la diabetes tipo 1, permitiendo a las personas diabéticas vivir de forma mucho más cómoda al no tener que estar pendientes de darse los molestos pinchazos de insulina que necesitan a cada momento. En algunos lugares se enseña a las personas diabéticas a usar estos dispositivos para beneficiarse de sus ventajas de la forma más óptima.
Los niños y niñas diabéticos son los que más se pueden beneficiar de estas nuevas tecnologías, de modo que actualmente no es raro ver en las escuelas niños con parches intradérmicos capaces de monitorizar por si mismos sus niveles de azúcar, así como alumnos con las propias bombas de insulina colocadas correctamente.
Una quimera en muchos lugares
A pesar de todas las facilidades y ventajas que ofrecen estos avances tecnológicos, el gran problema que encontramos aquí es que no todas las personas tienen acceso a esta tecnología para el control y tratamiento de su diabetes. En los países subdesarrollados puede llegar a ser impensable conseguir esta tecnología para controlar la enfermedad en millones de personas, de las cuales muchas ni siquiera tienen acceso a un dispositivo móvil. De hecho, no hay que irse tan lejos para ver que, muchas veces, estos artefactos no están al alcance de todas las personas que las necesitan. España por ejemplo, ha estado mucho tiempo a la cola en el uso de las bombas de infusión continua, en comparación con el resto de países de Europa.
El camino a seguir
Sin duda alguna, hay que trabajar para que estos dispositivos puedan estar en manos de todas las personas que los necesiten, ya que son innumerables las ventajas que ofrecen en el control de una enfermedad tan frecuente como la diabetes. Este es solo un ejemplo de cómo la tecnología puede ayudarnos a reducir el impacto que una enfermedad crónica puede llegar a tener sobre la población, de modo que hay que seguir investigando para ver cómo podemos aplicar a otras enfermedades crónicas el impulso de las nuevas tecnologías.
Me ha gustado mucho este artículo. La diabetes es una patología que necesita de un control estrecho para desarrollar las menores complicaciones posibles y, por suerte, cada día contamos con mejores tecnologías para su tratamiento. Personalmente, me parece de especial importancia encontrar herramientas que hagan su control más sencillo para los niños, que tienen que empezar a cuidarse desde etapas muy tempranas y mostrar la responsabilidad propia de un adulto. Algunas innovaciones como las que has nombrado pueden lograr que lleven una vida lo más normal posible en comparación al resto de sus compañeros. Por supuesto, lo ideal sería encontrar una solución permanente, pero todavía queda bastante por investigar.
Enhorabuena Quique por tu exposición a este gran problema como es la Diabetes Mellitus Tipo I.
Suscribo el comentario de Carla, ¡es tan importante el control de la glucemia en esta patología! y más cuando debuta en etapas tan precoces de la vida. Una enfermedad que va tocando riñón, retina, piel, sistema nervioso…por ello la importancia de mantener niveles de azúcar en sangre en rango normales.
Los avances tecnológicos en los sistemas de liberación de insulina y la monitorización de la glucosa han permitido optimizar el control glucémico del paciente con diabetes tipo I mejorando su calidad de vida, aunque se haya avanzado mucho aún queda por recorrer para que las consecuencias de padecer esta enfermedad sean los más leves posible.
En Sídney, investigadores de la Universidad RMIT y la Universidad de Sídney, en Australia, combinaron las tecnologías de laboratorio con un chip, con un avance en el descubrimiento de las células beta productoras de insulina, lo que permitiría predecir con precisión si un niño está en riesgo de contraer la enfermedad crónica. Los científicos involucrados en el proyecto esperan que su kit de detección pueda usarse en un futuro como una prueba estándar para recién nacidos, detectar la enfermedad en sus etapas iniciales y facultar el desarrollo de tratamientos para retrasar o incluso prevenir su aparición.
Saludos
¡Qué buen artículo Quique! Yo tengo amigas que usan este tipo de dispositivos y la verdad que tengo que admitir que no sabía nada sobre cómo funcionan este tipo de tecnologías. Me sorprendió que haya un chip dental para monitorear los niveles de glucosa. Nunca hubiera pensado en esa idea. Me pregunto cómo te avisan que tienes los niveles bajos. ¿Te empieza a sonar tu diente? ¿Irías al odontólogo o al médico? También me gustaría aprender más sobre el mantenimiento de este tipo de dispositivos. Cada cuanto se cambian y como se hace? ¿Sirve también para otro tipo de diabetes o solo tipo 1? Me ha gustado mucho este artículo porque me presentó un tema que no sabía que me interesaba. Ya me has dado mucho que buscar y estudiar. Me parece que todavía hay muchos avances que se podrían ver. Creo que en el futuro vamos a ver el diabetes plenamente controlado por tecnologías y que ya las personas con diabetes no se van a tener que preocupar por sus niveles de glucosa. Me imagino que es excelente para los niños ya que monitorear eso puede ser difícil. Me alegra mucho que ya sea mucho más fácil controlar el diabetes y espero que el acceso a estas tecnologías en otros países aumente. Gracias por tu artículo!!
¡Hola, Quique!
Me ha gustado mucho tu artículo. Nos traes un tema que a título personal me parece de una trascendencia brutal: el buen control de las enfermedades crónicas.
En el caso particular de la Diabetes, con una relevancia especial. A largo plazo, la glucosa elevada en sangre es por todos conocido los efectos que puede provocar, incluyendo por lo general a los propios enfermos. Pero unos niveles puntuales bajos de glucosa en sangre pueden llegar a ser muy peligrosos, lo que muchas veces pasa algo más desapercibido. Para la Diabetes, como bien comentas, se están desarrollando diversas App y sistemas que permiten grandes avances en su control. Seguridad, rigor, manejabilidad y accesibilidad son aspectos importantes para que personas que no están habituadas a tratar con estos sistemas puedan hacerlo con garantías.
El camino de este tipo de desarrollo es esperanzador. Otros ejemplos de enfermedades crónicas también pueden beneficiarse: monitorización de Hipertensión Arterial, detección de enfermedades neurodegenerativas y soporte para facilitar la rutina a estos pacientes, o detección de constantes vitales en algunas circunstancias.
Otro campo en el que creo que aplicaciones o tecnologías digitales pueden ser útiles es en la adherencia al tratamiento, especialmente en pacientes con muchas patologías que atender. Es un reto estimulante que una cosa tan accesible a golpe de ‘click’ como una App sea una verdadera ayuda en la atención médica. La tecnología llegó hace tiempo, hay que hacer que se quede, ¡pero que se quede de forma justa y para bien!
Saludos!