«A medida que las ventas de cigarrillos han caído, las compañías tabacaleras han estado comercializando agresivamente nuevos productos, como cigarrillos electrónicos y han presionado a los gobiernos para que limiten su regulación. Su objetivo es simple: enganchar a otra generación a la nicotina. No podemos permitir que eso suceda»
Michael R. Bloomberg, WHO Global Ambassador
Es domingo en la tarde, me encuentro revisando uno de los periódicos de mi país y un artículo de la sección de salud llama de forma inmediata mi atención. Se trata de la primera vez que la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprueba la comercialización de productos electrónicos de tabaco. Como parte de una generación expuesta continuamente a publicidad de cigarrillos electrónicos he observado una transición del consumo de cigarrillos convencionales al consumo de estos productos. Recuerdo aún la época en la que estrategias como el Convenio Marco para el Control del Tabaco no existían e incluso era socialmente aceptado fumar en cualquier espacio. Al reflexionar sobre esta transición me parece notorio que el principal argumento detrás de la decisión de la FDA sea “que la comercialización de estos nuevos productos es apropiada para la protección de la salud pública” (1).
¿Una decisión por la protección de la salud pública?
Hace menos de tres meses, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó su informe anual sobre la epidemia global de tabaco e incluyó por primera vez información sobre dispositivos como cigarrillos electrónicos (2). El informe discute las agresivas campañas de promoción de estos productos, en las cuales se anuncian como «más seguros», «libres de humo», “no adictivos” o “menos dañinos” en comparación a los cigarrillos convencionales. Dichas estrategias de mercadeo rememoran viejas tácticas de las industrias tabacaleras y afines para llegar a población joven y eludir en la medida de lo posible la legislación sobre el tabaco. Adicionalmente, las “nuevas” estrategias de marketing intentan enmarcar a estos productos como parte de la contribución en la lucha mundial contra los efectos deletéreos del consumo de tabaco. Este argumento, es fundamentalmente el mismo empleado por la compañía R.J. Reynolds (RJR) Vapor ante la FDA para estar autorizada a comercializar de forma legal varios de sus productos en los Estados Unidos.
¿Apuntando a adolescentes y niños?
Los cigarrillos electrónicos son el producto de tabaco más utilizado por adolescentes en Estados Unidos. Su uso entre estudiantes de secundaria ha aumentado drásticamente, pasando del 1,5% en 2011 al 19,6% en 2020 (figura 1)(2).
Figura 1. Uso de cigarrillos electrónicos en los últimos 30 días en estudiantes de secundaria en Estados Unidos entre 2011 y 2020. Fuente: OMS,2021(2)
Detrás de estos datos se encuentran campañas agresivas de publicidad dirigidas a población joven que frecuentemente apelan a los sabores. Estos sabores pueden enmascarar el sabor de la nicotina en influir en la decisión de una persona al consumir estos productos por primera vez. Existen cerca de 16.000 sabores diferentes (figura 2).
Figura 2. Clasificación de sabores disponibles para dispositivos electrónicos de nicotina. Fuente: OMS,2021(2) y Pierce JR, 2021 (3).
Estos sabores buscan hacer que el producto sea más placentero, facilita su inhalación y modificar la percepción del riesgo (2). En la figura 2, más de la mitad de los sabores reportados pueden ser atractivos para niños. Esta información es preocupante, en especial si consideramos que probar productos como cigarrillos electrónicos antes de los 18 años se asocia con consumo de cigarrillos más tarde en el curso de la vida (3). Lo cual a largo plazo podría revertir la disminución del consumo de cigarrillos entre adultos jóvenes lograda mediante estrategias de salud pública como el Convenio Marco para el Control del Tabaco.
El panorama no es del todo desolador, la misma OMS nos muestra algunos datos alentadores que han resultado de la implementación de estrategias como el Convenio Marco para el Control del Tabaco en 2005, al que se han acogido ya más de cien países y el cual constituye, desde mi perspectiva, uno de los hitos más importantes de salud pública durante los últimos 50 años. Después de la implementación de este convenio, la prevalencia de tabaquismo en personas mayores de 15 años se ha reducido significativamente, pasando del 22,7% en 2007 al 17,5% en 2019 a nivel mundial (2). Sin embargo, no sólo se trata el Convenio Marco, de forma paralela, estrategias como MPOWER han incluido medidas para el control del consumo de tabaco que han llegado a cerca de 5,3 billones de personas alrededor del mundo (2).
Sin duda estrategias como el Convenio Marco para el Control del Tabaco o MPOWER han favorecido a un número abismal de personas. No obstante, el gran aumento en el uso de cigarrillos electrónicos de los últimos años podría revertir la disminución del consumo de cigarrillos entre los adultos jóvenes(3). Este fenómeno es posible en particular para países con un rápido crecimiento del número de niños, adolescentes y adultos jóvenes que consumen cigarrillos electrónicos.
Han sido años de esfuerzos titánicos que han llegado a millones de personas, han prevenido millones de muertes y discapacidad debida a enfermedades por consumo de tabaco. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer no sólo para continuar reduciendo las tasas de tabaquismo, sino, para abordar el creciente uso de productos emergentes de nicotina y tabaco.
Referencias:
- FDA. FDA Permits Marketing of E-Cigarette Products, Marking First Authorization of Its Kind by the Agency | FDA. 2021. Available from: https://www.fda.gov/news-events/press-announcements/fda-permits-marketing-e-cigarette-products-marking-first-authorization-its-kind-agency
- World Health Organization (WHO). WHO report on the global tobacco epidemic 2021. 2021. Available from: https://www.who.int/publications/i/item/9789240032095
- Pierce J, Chen R, Leas E, White M, Kealey S, Stone M, et al. Use of E-cigarettes and Other Tobacco Products and Progression to Daily Cigarette Smoking. Pediatrics. 2021;147(2):e2020025122.
Querida Daniela,
Como fumadora desde hace muchos años y con varios intentos para dejar de fumar, creo que es sumamente importante hablar de un tema que ya está normalizado en nuestro sistema y sociedad. Realmente disfruté de su artículo y su investigación tan dedicada, sobre cómo la industria tabacalera y otras instituciones no obstaculizan severamente el uso y acceso a la nicotina, y crean nuevas maneras de comercializala (como el eletrónico). Me parece que de forma enmascarada, ou sea, ocultada; esas estrategias del consumo de tabaco no se detendrán ahí,. Una vez que mezclar tabaco con sabores, me parece una medida muy agresiva también. Pienso que es precisamente en la adolescencia cuando ocurren los primeros intentos de experimentar las sustancias y la mayoría de las veces comienzan con el tabaco. No conocía el Convenio Marco para el Control del Tabaco o MPOWER, aunque ha habido un aumento en el uso de cigarrillos electrónicos, siempre es bueno pensar que hay resultados positivos en la lucha contra el tabaquismo. Los datos son muy alarmantes y le agradezco mucho por estudiar este tema que me afecta y afecta la salud de tantas personas en todo el mundo. Un saludo, Natália.
Daniela me ha gustado mucho tu artículo. Has realizado una excelente redacción y exposición de un tema tan controversial que ha estado de moda durante esta última década. El consumo de tabaco y nicotina en nuestros adolescentes en un problema de salud pública alarmante. Es importante imponer una regulación estricta en el comercio y consumo de estos cigarrillos electrónicos para poblaciones tan vulnerables como lo son los jóvenes. Ya que, esto mas que un problema de salud publica, representa un gran daños a su salud individual a nivel respiratorio, neurológico, pero más que todo a su completo desarrollo. Las consecuencias a largo plazo del consumo desde tan corta edad serán de lamentar si organizaciones como la FDA y otras, no actúan y le ponen un alto a las empresas de tabaco a la hora de fabricar y distribuir sus productos. Además, la comercialización y las campañas publicitarias que inciten al uso y degustación de cada sabor de cigarrillo deben de removerse del mercado y dirigirse más bien hacia los efectos adversos de estos para nuestra salud. Aún queda mucho por hacer para disminuir el consumo y utilización de estas sustancias. Confío en que nosotros, los futuros profesionales de la salud, seamos quienes continuemos desarrollando estrategias eficaces que ayuden a la sociedad a disminuir o no hacer uso del tabaco o la nicotina.
Y pensar que antes se usaba esta planta para curar los males ¡ Ahora no hay quién nos cure del mal que el ser humano ha esparcido por el mundo en su afán de mercader, y no es solo el caso del tabaco. El gran problema es a mi parecer, esa necesidad de convertir todo en dinero, y pues lamentablemente así es como funciona el mundo no?
No queda más que aceptar que no podremos eliminar el tabaco del mundo pero eso si, no descansaremos en la lucha quienes estamos llamados desde las trincheras de nuestra noble salud pública a la guerra eterna contra todas aquellas artimañas del sistema para matar gente.
Ya que me he apasionado en estos dos párrafos, pero me lleno de emoción porque fui fumador durante mucho tiempo y dejarlo fue difícil pero vaya que vale la pena. Yo animo he invito a quienes lean este post a que den un paso al frente contra el tabaquismo, y desde nuestro sitio de desempeño laboral, hablemos siempre en pro de la mejora de condiciones legales, protección de la salud y promoción en el tema del consumo de sustancias. El mercado siempre tendrá contrataques esta vez los e-cigarretes, mañana se inventaran nuevas formas de entrar al hábito de fumar pero estaremos vigilantes y no desfalleceremos con el objetivo de prevenir y promover la salud de todes.
En buena hora por el artículo, que sea una bala directa a la conciencia ¡