
Imagina que estás disfrutando de un hermoso día en el parque, comiendo, riendo, y pasando tiempo con amigos cuando una abeja pasa y te pica. Empiezas a sentirte raro. Notas ronchas en tu piel, tienes náuseas y tu cara se hincha. De repente tu garganta se cierra y te cuesta respirar. Por suerte, tu amigo reconoce estos síntomas como un signo de anafilaxia debido a una reacción alérgica y saca de tu bolsa tu autoinyector de epinefrina.
Este autoinyector de epinefrina, que tu amigo inyecta en la parte externa de tu muslo, proporciona una dosis de epinefrina que reducirá el hinchazón en las vías respiratorias y aumentará el flujo sanguíneo en las venas, revirtiendo los efectos del shock anafiláctico que a menudo puede resultar en la muerte.
El desarrollo del autoinyector
Antes de la invención del autoinyector de epinefrina, el tratamiento común para el shock anafiláctico eran inyecciones intravenosas de epinefrina en el hospital. Esto no sólo era propenso a errores, sino que a veces llegaba demasiado tarde. Por estas razones se necesitaba una solucion mas rapida y practica.
En el año 1970, el gobierno de los Estados Unidos estaba utilizando un inyector combinado, con una base hecha de metal, para proporcionar tratamientos a los ataques bioquímicos en sus soldados. La medicina en estos autoinyectores estaba interactuando con el metal y Sheldon Kaplan fue contratado para inventar un autoinyector con una base de vidrio en 1977.
Kaplan vio cómo su invención no sólo podía ayudar a los soldados estadounidenses, sino también a la población en general que luchaba contra la anafilaxia. Comenzó a producir una variación del autoinyector de epinefrina que daba una dosis determinada del medicamento cuando se utilizaba. Hoy en día, el autoinyector de epinefrina, mas conocido por la marca EpiPen, se ha modificado para suministrar una de las dos dosis establecidas e incluye características de seguridad como una aguja retráctil después del uso. Este autoinyector funciona con un resorte y una aguja oculta para inyectar cantidades variables de epinefrina de una manera segura en segundos.
Como usarlo?
Aquí podemos ver lo fácil que es usar un autoinyector de epinefrina en otras personas como en nosotros mismos. Sacamos el autoinyector de su empaque, le quitamos el tapón azul de seguridad y aplicamos el autoinyector en la parte externa del muslo de la persona. Lo mantenemos ahí 10 segundos y cuidadosamente lo sacamos y llamamos a servicios de emergencia. Es importante revisarse con un médico después de haber usado el autoinyector para monitorear posibles reacciones. Esto es algo que todo el mundo debe saber cómo utilizar, incluso aquellos que no tengan ninguna alergia conocida. La Administración de Alimentos y Medicamentos recomienda que toda persona que tenga una alergia conocida lleve dos autoinyectores de epinefrina con ellos en todo momento en caso de una reacción y una necesidad de dos inyecciones. Es importante también revisar la fecha de vencimiento de tu autoinyector para que este valido cuando lo necesites.
La accesibilidad y disponibilidad de estos autoinyectores es extremadamente importante ya que la anafilaxia está aumentando al nivel mundial a medida que aumenta la incidencia de alergias alimentarias. De hecho, las alergias alimentarias representan el 30% de todas las muertes por anafilaxia y son la causa más común de anafilaxia en niños y adolescentes. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades encontró que en los Estados Unidos, las tasas de alergias alimentarias en niños aumentó un 18% del año 1997 al año 2007. Para intentar combatir estas tasas, el Presidente Barack Obama implementó una ley en el 2013 que da incentivos monetarios a escuelas que tengan autoinyectores de epinefrina disponible y trabajadores entrenados en cómo usarlos.
Accesibilidad de autoinyectores de epinefrina
Incluso con empujes como el de Obama, no estamos cerca de proporcionar acceso de los autoinyectores de epinefrina a todos los que lo necesitan. La disponibilidad de los autoinyectores varía bastante entre países. En ciertos países, como los Estados Unidos, uno debe ser prescrito un autoinyector de epinefrina por su médico, pero en otros países, como Canadá, están disponibles para la compra en la mayoría de farmacias. En países menos desarrollados puede ser hasta casi imposible encontrar un autoinyector.
El costo de los autoinyectores también es una barrera contra la accesibilidad de estos tratamientos. En los Estados Unidos un paquete de EpiPen, que trae dos autoinyectores, puede costar hasta $600. Este precio es significadamente alto comparado a los $69 que cuesta en el Reino Unido o $200 en Alemania. Podemos ver una comparación de precios entre ciertos países en la tabla de abajo.
Aun con todo el trabajo de accesibilidad que falta con respecto a los autoinyectores de epinefrina, hay esperanza de que un día las muertes por anafilaxia puedan ser disminuidas gracias a este increíble avance médico. Te aconsejo que si tienes alguna alergia conocida consigas un autoinyector de epinefrina y que lo mantengas contigo en todo momento por si te sucede alguna reacción alérgica.
Me parece muy interesante tu artículo, creo que es un tema que todos (pacientes, personal sanitario y comunidad) deberíamos conocer y aún más en el contexto estadounidense, donde las alergias severas son frecuentes. En general, me gusto la claridad en el desarrollo de las ideas y el apoyo audiovisual. Ambos eran sencillos y permitían abordar el tema de manera fácil, y más para personas que no tienen un conocimiento específico del tema. Adicionalmente, los enlaces de acceso fueron un gran apoyo para explicar terminología médica o ampliar la información relacionada con los estudios sobre los beneficios de los inyectores de epinefrina, sus costos y adquisición.
Por otro lado, me surgió una inquietud sobre la recomendación final del artículo: ¿La posesión de un autoinyectores de epinefrina en Estados Unidos es para todos los pacientes independiente del grado de alergia o solo para para pacientes con alergias severas?. Esta duda es más una curiosidad académica, ya que en Colombia esta recomendación está dirigida principalmente a pacientes con alergias severas. Finalmente, creo que tu trabajo aporta un material educativo muy rico para todas las personas. Resalto el apartado donde explicas el uso del inyector porque muchas personas desconocen su uso, y el poder contar con este conocimiento tan sencillo puede salvar vidas. En hora buena por tu trabajo.
Hola Camila, me ha gustado tu artículo de opinión, me parece un «original salvavidas» 🙂 Me ha llamado mucho la atención la diferencia de precios y la ley establecida en EEUU para que los colegios los tengan disponibles, quizás en otros como el nuestro podríamos copiarlo, sería tan útil… enhorabuena por la idea, saludos.