La interrupción del embarazo es una deuda de la democracia que en ningún caso debería de ser un delito.
Hospital de Puerto lempira 2016-
-Recibimos otro embarazo adolescente -me comentó mi compañero de guardia. “Otro más,” pensé y me preparé para recibir la guardia nocturna. Me acerqué a la sala de labor y parto, vi la cara de mis compañeros cansados y comenzamos a realizar la entrega de sala:
L- Paciente femenina de 14 años con diagnóstico de parálisis cerebral infantil y con un embarazo a término, se realizará cesárea en am, se ingresó el día de hoy por la tarde, no cuenta con ningún control prenatal.
No pude quitar los ojos de esa niña sin control cefálico, falta de conciencia de la situación y su vientre prominente que deformaba su cuerpo….
-Perdón –interrumpí-, ¿ya denunciamos esta violación? -Mis colegas, voltearon un poco con cara de fastidio, un poco con cara de preocupación.
-La familia no quiere denunciar, creemos que fue un familiar, pero ellos no quieren actuar.
-Además, nos dijo que el posible violador se fue de la comunidad así que no pasa nada -dijo otro colega……
Aborto, un derecho para muchas un privilegio para pocas.
Según Aristóteles y Platón, la práctica de la interrupción del embarazo era razonable como regulación del número de nacimientos antes de los 80 días de gestación ya que se determinaba que hay un ¨cuerpo animado y un alma sensitiva¨. La sociedad griega y romana cuestiona estas prácticas, razonan dejar atrás los prejuicios morales e incluyen los métodos abortivos como una práctica aceptada. En la época clásica, se formula el juramento hipocrático condenando las prácticas de la interrupción voluntaria del embarazo, convenientemente utilizado por los autores cristianos, sobreponiéndolo como un código ético al cual se tenían que ceñir los médicos.
Con el cristianismo en el siglo XVII se deja a un lado las tesis aristotélicas de la embriogénesis y comienza a tomar fuerza la tesis de creer que la vida comienza en el momento de la concepción y la formación de un ¨alma¨.
Aquí es donde se convierte un derecho fundamental en un crimen potencial y a su vez como una práctica médica ligando los derechos penales, dejando a un lado los derechos de igualdad, autonomía y dignidad.
En el siglo XX con el triunfo de los bolcheviques: se genera la ley de despenalización del aborto bajo las razones de un control demográfico en la URSS. Luego, en 1935, Islandia se suma a la legislación abortista proponiendo una ley de protección de la salud materna con el llamado aborto terapéutico.
En el siglo XXI, se da un hito importantísimo en la salud pública con el triunfo del reconocimiento de la autonomía de la mujer y de sus derechos sexuales y reproductivos.
En el 2021 hay 601 millones de mujeres en edad fértil que tienen el derecho de elegir y gestionar su aborto bajo las leyes de salud reproductiva, salud sexual y la interrupción voluntaria del embarazo, lastimosamente esta no es una realidad para todas ya que otras 90 millones de mujeres viven en países que prohíben por completo el aborto.
En Latinoamérica, se sigue agonizando y penalizando a las mujeres por leyes ridículas que no nos permiten abortar.
¿QUÉ SIGNIFICA UNA PROHIBICIÓN TOTAL?
Es cuando se prohíbe que las mujeres, niñas y adolescentes puedan interrumpir el embarazo, sin importar la circunstancia incluso aquellas en las que su vida, integridad, salud mental está en riesgo, o por casos de violación o por malformaciones fetales.
Es labor de la salud pública poder brindar soluciones para mejorar los derechos y la justicia social respetando la dignidad de todas, generando las condiciones necesarias para que las mujeres sean dueñas de su autonomía reproductiva.
Aquí es donde la frase ¨sáquenme de Latinoamérica¨ deja de ser solo una sátira. En los países de Centroamérica, El Salvador, Nicaragua y Honduras existen casos de penalización judicial y condena de prisión de 2-30 años bajo el crimen de homicidio aunque sea el caso de una violación a una menor de edad, aunque el producto sea inviable. Hay casos de mujeres que al día de hoy se encuentran cumpliendo condena por haber tenido una pérdida gestacional involuntaria y espontánea pero que fueron acusadas de abortar por médicos o familiares.
Se les limita a muchas mujeres a gestionar sus violaciones, maltratos o simplemente a ejercer el derecho a elegir, a tener que acudir a prácticas peligrosas, insalubres, y llenas de culpa que ponen en riesgo la salud física mental. Sin mencionar que se reduce su derecho a la libertad, ya que, si el esposo, el médico, o algún familiar se entera de sus acciones, puede ser denunciada y penalizada por homicidio.
Micro relato:
-Yo sé que siguen abortando las mujeres, de forma clandestina e insegura, con todos los riesgos que hay en este país. No me arrepiento. Lo volvería a hacer.
-No sentí ninguna culpa, a pesar de que iba a la iglesia. Cuando una aborta no es porque quiere abortar, es porque tiene una razón.– Caso de M
Relatos de la in-corporación de la autonomía feminista en Honduras
Abortar como acto subversivo. Abortar para vivir.
La Abuela de L. Tenía una mirada taciturna y una cara ajada de arrugas.
-Señora – le dije -, esto es un delito, yo le acompaño a denunciar.
– Apia – contestó ella inmediatamente, en idioma indígena. Yo sabía lo que significaba, un no rotundo. Ella notó mi mala reacción transformada en enojo y en reclamo le dije, -Su nieta ha sufrido una violación -ella solo me observó y movía la cabeza de un lado a otro.
– No se meta Doctora, esto es común aquí -me dijo la enfermera que me ayudaba a traducir-, las mujeres denuncian y la policía o el gobierno local no actúa y en muchas ocasiones existen represalias de los mismos violadores o asesinos, muchos son familiares o tienen amigos dentro de la policía y estos casos quedan impunes.
Me sentí culpable por ser parte de un sistema de salud que no ofrece educación sexual que no asegura los derechos de las niñas y que las abandona, me sentí cómplice de un sistema que no educa, que no ofrece oportunidad, si tan solo la abuela no tuviese miedo, si tan solo se hubiese dado educación o un lugar seguro al cual acudir, si tan solo el aborto fuera legal.
Como me gustaría que mañana sean todas
Las MUJERES
Las POBRES
Las LATINOAMERICANAS
Las que tengan derecho a la salud sexual y reproductiva y al derecho de la despenalización de la interrupción del embarazo.
Eimy, tu artículo me ha puesto «los pelos de punta». El caso del inicio no se si real o ficticio, me parece aterrador… No me puedo imaginar la tortura que supone para tantas mujeres pasar por algo así… y todo impune y sin poder abortar. Tienes muchísima razón: la salud sexual y reproductiva es salud pública. El derecho al aborto es salud pública. Ojalá que mañana sean todas las mujeres las que tengan esos derechos que reclamas y sigamos avanzando… Enhorabuena y gracias por querer cambiar las cosas.
Gracias Selene por tomarte el tiempo leerme, en serio te lo agradezco y lastimosamente la historia es un caso de la vida real, algo doloroso pero real que sigue sucediendo.
Eimy, me pareció muy acertado el inicio de tu blog. Esa historia personal es desgarradora, moviliza emociones y genera interés en el lector. Además, logra retratar de manera explícita una situación compleja de violencia de género e injusticia. Por otro lado, me gustó la contextualización histórica que realizaste sobre el aborto, esto ofrece un marco para comprender de mejor forma el debate frente al aborto.
Celebro que te posiciones de manera crítica en este tema y que haya profesionales de la salud como tú que se cuestionan su actuar y sus prácticas cotidianas. Estoy de acuerdo contigo, cualquier mujer debe ser libre de decidir si quiere o no continuar con un embarazo y espero de todo corazón que un día esto sea posible, sin importar el lugar donde naciste o la condición socioeconómica que tienes.
Sin embargo, hay una frase a la que no le encuentro mucho sentido: » aborto un derecho para muchas, un privilegio para pocas», pues al dejar claro que en muchos países el aborto no es legal y que las mujeres se ven obligadas a continuar con el embarazo se evidencia que esta práctica es un privilegio para ALGUNAS mujeres y no un derecho para TODA mujer. Por esta razón a mi parecer la frase debería transformarse: «el aborto TODAVÍA es un privilegio y no un derecho!»
«el aborto TODAVÍA es un privilegio y no un derecho!» complementamente de acuerdo con tu observación Estefanía, gracias por tomarte el tiempo en leerlo, y darme tu punto de vista y comentarios tan lindos y observaciones súper válidas, lo editare jejej, gracias por conectar con el sentir y tomarte el tiempo de leer mis torpes letras.
Qurerida Eimy,
Que el aborto continue siendo ilegal en algunos países en casos de violencia sexual, como en el relato de la introducción (con el agravante de que es una niña con parálisis cerebral), es algo que produce una sensación de repulsión e impotencia cuando no de asco.
Es difícil leer tu artículo en el sentido de que conectamos emocionalmente demasiado con las historias, muy cercanas pese a la distancia: “la paciente femenina de 14 años sin control cefálico de vientre prominente”, con “María Acosta” que cocina y vende tortillas en la cárcel para poder alimentar a sus 7 hijos, con “M” que no siente culpa cuando va a la iglesia porque tenía una razón para abortar, etc
Cuando comencé a leer tu texto hace unos días no sabía muy bien qué comentarte.
Desde los derechos y libertades que se han ido alcanzado en España cuesta a veces creer que en algunos países de Latinoamérica (como Honduras, Nicaragua…) exista una prohibición total respecto al aborto, que no importen las circunstancias (así sea un embarazo fruto de una violación, una malformación fetal, que implique riesgo para la salud mental de la madre…). A muchas no les queda más remedio que abortar de forma clandestina, sin ningún tipo de seguridad. Otras serán señaladas y acusadas por familiares e incluso médicos y castigadas penalmente.
En este sentido vivimos en un entorno privilegiado y desde esta posición es obligado denunciar lo que sucede en estos países hermanos. No importa de dónde seamos, somos todas mujeres y es preciso borrar las fronteras en cuanto a la lucha por los derechos fundamentales. Lo que ganamos en un sitio que valga para todas, que se extienda por todas partes.
Desgraciadamente es muy complicado cambiar las cosas. Denunciar de la manera que sea, desde todos los ángulos, como cada una pueda: con un micro-relato, con un testimonio, con un reportaje, con un documental, con un artículo tan bonito y duro como el tuyo, desde la atención a una paciente adolescente sin voz que no puede defender sus propios derechos, desde el acompañamiento legal a una mujer que apenas puede expresarse, etc
Muchas gracias, de verdad, necesitamos ver el mundo de una manera global y objetiva. A veces estamos observando con una lupa lo que sólo pasa en nuestro país sin atender al resto. Sin valorar lo que tenemos. Sin ayudar cómo podamos. Sin ser conscientes de la realidad planetaria.
Felicitarte porque escribes con mucha soltura, es muy fácil conectar emocionalmente con lo que estás contando. Me parece un artículo perfecto. Desde el título hasta el final. La forma y el contenido.
Un abrazo enorme.
Querida Cristina
Gracias por tomarte el tiempo en leer mi articulo, gracias por tus palabras ( me han emocionado mucho)
Me alegra saber que logre expresar la denuncia, gracias por conectar conmigo y mi historia, aveces temia, que como medicos y medicas de europa no conectaran con la nota, debido a que es un tema superado en España.
Concuerdo contigo sobre lo complejo del tema en paises con tantas desigualdades sistematicas, todo el tiempo que estoy con ustedes reflexiono mucho acerca las cosa que veia ¨normal¨ en mi pais y ahora en retrospectiva, todo el todo el tiempo pienso — pero que ha pasado para que las cosas esten asi de mal —-
Gracias Cris por tus letras, me gusta mucho como escribes, de manera calida y elegante.
Un Abrazoteeeee
Muchas gracias Eimy por tu artículo. ¿Quién mejor que tú podía hablar de este tema, tú que, como médico, te has enfrentado varias veces a este grande problema?
Considero los ejemplos que has utilizado muy útiles y de gran efecto porque en pocas líneas te llevan al centro del problema. Me impresionó la historia que cuentas de la niña de 14 años con parálisis cerebral que quedó embarazada, seguramente resultado de una violación. Y su familia, en silencio, intentó encubrir lo ocurrido, no tenía la menor intención de denunciar al violador aun sabiendo quién fue.
Es muy clara y lineal la estructura del artículo y me pareció muy útil la contextualización histórica. También encuentro impactante las imágenes que has elegido, en particular aquella en la que una mujer en el centro se esconde la cara mientras que algunas manos la señalan con el dedo. Me imagino así a las mujeres latinoamericanas que expresan la voluntad de un aborto.
Al leer tu artículo, me doy cuenta de que soy privilegiada. El país en el que nací me dio automáticamente más derechos que otras mujeres, y no debería ser así. Espero que en un futuro no muy lejano mis privilegios ya sean los derechos de todas.
Gracias de nuevo.
Al contrario gracias a ti, te lo juro, yo pensé que iba a escribir sobre telesalud o TICS, pero tuvimos esa conversación y recuerdo tu impresión e indignación genuina, lo que yo contaba como una anécdota médica, me dejaste pensando en todas las injusticias y como las aceptas, vives con ellas y te adaptas, después te parecen cosas de la vida diaria, hablar de este tema contigo, hizo que me cuestionara nuevamente lo sucedido y me dio tanto coraje, me dieron tantas ganas de llorar otra vez, gracias a esa plática genial y a ti (L)
Eimy, me ha gustado mucho tu columna. La historia que has contado me duele y me enoja. Pienso en las miles de historias similares que habrán, de niñas, mujeres, que han sido violadas y sin poder/querer denunciar porque el violador es alguien cercano y si dicen algo, saben que la policía no hará nada, más bien solo les traerá represalias para ella y seguramente a su familia también. Y los hombres lo saben. Esto es algo que tu contextualización histórica te hace ver, cómo el aborto (y la idea de cuándo empieza la vida) ha sido un tema de debate desde la Antigua Grecia y te das cuenta que estas discusiones siempre hayan sido entre hombres. Hombres decidiendo qué podemos hacer, o no, con nuestros propios cuerpos, y esto no es más que una forma de control. No me sorprende, pero sí me frustra y me enoja como una decisión que podría cambiar tu vida queda a manos de ellos y trae consigo tanto estigma, mientras que ellos pueden decidir si quieren estar presentes o no.
Celebro que cada vez haya más países donde, si decides abortar, puedas hacerlo de una forma segura, pero aún queda mucho por hacer, y gracias por tu columna, es un granito de arena hacia una mayor apertura para discutir y generar conciencia sobre el tema. Espero de todo corazón que el poder decidir qué hacer con tu cuerpo deje de ser un privilegio para ser un derecho. Tal como dices, queremos que mañana seamos todas.
El aborto, con algunas excepciones, es un fracaso social.
No hablo de prohibirlo, quizás esa no sea la solución. Pero si buscar otras alternativas (adopciones, ayudas a la natalidad…) y trabajar en la concienciación de que el aborto no debe ser la norma, en todo caso, la excepción. Pero por convencimiento de la gente, las mujeres particularmente.