Cuando la droga cura

La EASP coordinará un ensayo pionero en España para prescribir .médicamente heroína a adictos desahuciados de otros programas

A. CÁRDENAS //FOTOS: IDEAL/ GRANADA

Según los datos de los que se dispone hasta el momento, la heroína (droga) se ha convertido en una especie de heroína (cualidad) en un programa de prescripción médica de este sustancia que se ha ensayado con éxito en Holanda y Suiza y que dentro de poco se pondrá en marcha en Granada coordinado por la Escuela de Salud Pública y promovido por la Consejería de Asuntos Sociales de la Junta.

Para hablar precisamente de este programa estuvo ayer en nuestra ciudad Win van der Brink, médico holandés responsable del llamado Comité Central para el Tratamiento de Adictos a la Heroína de Holanda. De aspecto fortachón y sonrisa a flor de piel, Win van der Brink, tratará el tiempo que esté aquí, de explicar su experiencia en este campo a los profesionales granadinos que van a trabajar en el denominado Plan Experimental de Prescripción de Estupefacientes (PEPSA) y que se encuentra en el proceso de reclutamiento de los drogodependientes.

La experiencia holandesa

Son varios los años que lleva el doctor Win van der Brink con este ensayo que actualmente se encuentra paralizado en su país por problemas de índole político. Explica que el comité del que él es el responsable fue creado por el Ministerio de Salud holandés en 1996. Su misión principal era investigar los efectos de la prescripción de la heroína en poblaciones que habían fracasado en los tratamientos habituales, es decir en aquellos heroinómanos considerados el último eslabón de la cadena de la degradación social y médica que no habían respondido a ningún tipo de tratamiento o programa de reinserción. En una palabra, en los más colgados por esta droga. Para ello se cogieron a 549 pacientes. El programa al principio se hizo sólo en Amsterdan y Rotterdam pero luego se amplió a cuatro ciudades más. ¿Resultados? Positivos en dos sentidos, según explica Van der Brink. Primero se vio una mejoría de la salud los pacientes y segundo mejoró su funcionamiento social. Por ejemplo, el índice de 16 actos delictivos mensuales que cometían los heroinómanos consiguió rebajarse a sólo dos delitos. «Se ha confirmado que la prescripción de heroína a enfermos crónicos, o con resistencia a los tratamientos habituales contra esta adicción, es más efectivo que la continuación única de los programas de metadona»

Tan bien iba la iniciativa que sus responsables pidieron que se ampliara su ámbito y su capacidad y que la heroína fuese aceptada como un medicamento convencional más. Y ahí es donde se toparon con otros problemas ajenos a la medicina. Diversos avatares políticos en ese país, como el cambio de gobierno, hizo que el proyecto se paralizara. Y ahí sigue, esperando que los actuales políticos den su apoyo definitivo. Para Van der Brink, este programa es más caro que el del tratamiento con metadona (1.500 euros paciente-año), pero «el coste es relativo ya que es menos costoso, por ejemplo, que tener una población de heroinómanos encarcelada», dice.

En Granada para Van der Brink, la experiencia con el tratamiento de heroína que se ha llevado a cabo en Inglaterra, Suiza y Holanda, «puede servir perfectamente para desarrollar el proyecto en España», donde, según dice, más adictos se están tratando con metadona.

Un programa similar se llevará a cabo en Granada, aunque en pacientes adictos a la heroína inyectada. Se dispensará esta droga gratuitamente a los reclutados para le experiencia. Van der Brink señala que el utilizar la heroína como medicamento es difícil de asumir tanto para los médicos como para los pacientes, «ya que no es nada agradable para los médicos ni divertido para los pacientes, pero hay que dejar claro que es el último recurso que tenemos para tratar este tipo de adictos».

Proyecto

§          F Duración del programa en Holanda: 12 meses.

§          F Personas tratadas: 549 inhaladores de heroína.

§          F Resultados: 47 tuvieron un ingreso hospitalario, ocho padecieron situaciones de riesgo para sus vidas, mientras que tres personas fallecieron.

§         F Tasa de mortalidad: 5,5 por cada mil habitantes y año, ratio menor que la de los pacientes tratados con metadona.