Ante la reciente noticia publicada en prensa sobre la falta de médicos anestesistas y de medicina familiar en el futuro reciente, me surge la duda acerca de si habré elegido bien mi especialidad años atrás, cuando no era tan evidente este futuro incierto, pues yo formo parte de uno de los dos grupos de especialistas que estaremos en peligro de extinción.

En el texto se recoge un análisis de los motivos de esta carencia de especialidades, siendo en el caso de los anestesistas: Por un lado, el incremento de las técnicas quirúrgicas y diagnósticas donde se necesita un aumento de la plantilla de especialistas, y por otro, el éxodo constante de los mismos hacia la medicina privada. En gran parte motivado por la mejora en la estabilidad laboral de los contratos y por el aumento de sueldo que reciben.

En cuanto a la carencia de médicos de familia, parece deberse, según el estudio analizado, a plazas “poco atractivas” y a que los médicos de familia prefieren irse a urgencias y equipos de paliativos. O no ejercer como tal la especialidad, además de preferir cubrir plazas en grandes capitales que en zonas rurales (aunque ello conlleve estar de sustitutos que de propietarios en plazas fijas).

Para paliar la carencia de facultativos a nivel nacional, se ha intentado aumentar el número de plazas MIR ( en el caso de anestesia ha crecido en un 11%, en el caso de médicos de familia no aparece recogido). Otra estrategia que se plantea es dotar de mayor prestigio a los médicos de familia (ahí es donde imagino que la gente ya no se preguntará eso de “¿y qué especialidad es la de médico de familia?). Y como tercera opción está facilitar la homologación de títulos de otros países.

El déficit de médicos será mayor conforme avance el año 2030, como se recoge en el diario de Redacción Médica con lo que me planteo otras opciones de futuro.

Es por ello, que si tuviera que volver a repetir el MIR, elegiría ser médico virtual, ya que tendría la comodidad de ejercer la medicina allá donde quiera, en todo el territorio nacional. No habría problemas en atender a la población rural (siempre y cuando se actualizara la población a las nuevas tecnologías), en urgencias, en épocas de puentes o incluso estando enfermo podría atender en casa.

No me preocuparía por las listas de espera quirúrgica o por las consultas en el centro de salud cada 5 minutos. Tendría relevo generacional, porque las tecnologías están en auge en el mundo de la salud, y podría estar en zapatillas y pantalones cortos en el trabajo, porque a través de la cámara no se ve de cintura para abajo.

Y tú ¿dejarías que te atendiera un médico virtual?

 

8 comentarios

  1. ¿Es realmente la medicina virtual la solución a los problemas actuales a los que se enfrenta el sistema sanitario (tanto público como privado)? ¿Es la solución al déficit de profesionales al que nos enfrentamos?
    La implantación de las consultas telefónicas y telemáticas en Atención primaria para favorecer la accesibilidad de los pacientes y evitar la demora y «las colas» en la puerta de la consulta considero que son un gran medio a explotar y que pueden dar una respuesta suficiente y adecuada en un determinado momento para determinadas consultas. No obstante no creo sean la solución definitiva/absoluta/mágica al problema real del sistema.
    No creo que se deba caer en el error de hacer creer a la población que con ello podremos dar respuesta a todas las situaciones clínicas que se presenten sin necesidad de que éstos se desplacen a la consulta. Tampoco podemos caer en el error de pretender eliminar la relación médico-paciente clásica, relación que como médica de familia considero imprescindible, «contacto físico» que no podrá reemplazar un correo electrónico, un mensaje de texto ni incluso una llamada telefónica.

    Hablo de realidad cuando a veces lo Telemático se convierte en telepático en determinadas consultas telefónicas con pacientes…

    Gran post sobremesa 😉

  2. Buenos días, veo que estás dentro de una de las líneas estratégicas del SAS, la telemedicina y consultas virtuales, tú llegarás lejos…

    Magnífica reflexión. Las soluciones, las que sean, ya están llegando algo tarde.

  3. A la pregunta que plantea el blog, mi respuesta es si, dejaría que me atendiera un médico virtual.
    La verdad es que quien nos iba a decir que todo evolucionaría a la realidad que estamos viviendo. Prácticamente todo lo que necesitamos lo podemos conseguir a través de internet y por qué no vamos a poder conseguir que nos atiendan, nos escuchen y nos solucione lo que nos pase de manera virtual, además daria lugar a evitar masificaciones en los centros porque muchas situaciones se resolverían previamente.
    Pero claro, me plantea dudas… donde quedaría esa comunicación directa, humana y empatica…. ¿sería la misma? ¿Mejoraría? ¿Se perdería?

  4. Estoy con Conce a la hora de decir que no podemos caer en el error de pretender eliminar la relación médico-paciente clásica, pero creo que la sociedad tiende a ello. ¿Culpable? Las NTics. Todos hemos visto que están anunciando la asistencia médica telemática en las privadas y esto ya es una realidad. ¿Porqué tengo que desplazarme si desde el móvil me pueden diagnosticar?. Tendremos un chip en la muñeca que estará en contacto con un centro médico y si hay alguna alteración, nos enviarán el tratamiento….No es que haya visto muchas películas, es que veo a la gente tomarse el pulso o hacerse un electro con el movil….

  5. Si se conoce a la pareja, en un porcentaje bastante alto, a través de internet, como no pensar que la relación con el médico sea virtual?. Ya se está realizando en algunas especialidades como radiología o dermatología, y poco a poco se irán uniendo otras. La realidad virtual estará cada vez más presente. La parte positiva es que habrá menos ingresos hospitalarios, al menos de manera real, puede que los haya virtuales, bastante más eficientes.

  6. El colectivo de enfermería estamos en el caso contrario. No hace mucho era el colectivo deficitario y ahora…
    Encontrar el equilibrio entre la demanda y la oferta no ha sido posible hasta ahora, y no parece que vaya a ser fácil.
    Respecto al artículo y su estructura he echado de menos más datos y evidencia. Respecto a razón/emoción/ toque humano buen artículo. El nivel en el blog va subiendo.

  7. A la pregunta, respondo sí, sin duda, para lo que pudiera ser resuelto de esa manera. De hecho, ya lo hago. Cuando me pasa algo leve, llamo a mi compañero y por teléfono me lo «apaña».
    El miedo lo tenemos por el poco uso o el uso desorganizado que hasta ahora le estábamos dando. Pero esto parece que no para, y que es inevitable, así que debemos subirnos al carro, pero sabiendo y teniendo claro cómo y para qué usarla…
    Y estoy muy de acuerdo con Conce en el tema de no hacer creer a la población que la telemedicina vamos a poder dar solución a todos los problemas, pero, ¿No creéis que ya lo estamos haciendo con las consultas presenciales?
    Enhorabuena sobrelamesa!

  8. Las nuevas tecnologías sin duda aportan valor y la telemedicina y la asistencia virtual vienen a paliar el importante déficit que se arrastra en accesibilidad y listas de espera. También por la falta de tiempo para la sociedad en general, que vivimos en un continuo ir y venir, corriendo, estresados, como «pollos sin cabeza».
    ¿Sustituir? No. Puede ser una opción para cosas/casos muy leves («Cuando me pasa algo leve, llamo a mi compañero y por teléfono me lo «apaña» dice el compi anterior)
    La relación directa médico-paciente no puede ser remplazada así… ¿donde quedaría coger de la mano o abrazar cuando hace falta? ¿como se hace una auscultación cardiopulmonar, un tacto rectal o un fondo de ojo? por decir algo.
    De acuerdo con Conce… que lo telemático no se convierta en telepático.

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