RESEÑA
Por: Glenn Laverack
No existe una solución clara procedente de arriba hacia abajo para la pandemia del Covid-19. Es posible que una vacuna no esté disponible hasta dentro de 12 meses, los confinamientos nacionales amenazan con dañar las economías y se ha perdido tiempo debido a intervenciones mal calculadas. Un resurgimiento del virus coincide con el invierno en el Hemisferio Norte y, en muchos países, todavía no hay capacidad suficiente para realizar pruebas y rastrear. Vivir con el Covid-19 depende, más que nunca, de la responsabilidad social para cumplir con las medidas preventivas, estar alerta y ayudar a proteger a los estamentos más vulnerables de la sociedad.
A nivel internacional, el enfoque está comenzando a cambiar hacia el fortalecimiento del papel de las comunidades, guiado por la evidencia de las ciencias sociales y del comportamiento junto con las experiencias de otros brotes de enfermedades. La comprensión del contexto sociocultural es esencial para mantener baja la transmisión comunitaria al influir en el comportamiento humano, interactuar con grupos de difícil acceso y dirigirse a personas y entornos que presentan un alto riesgo de propagación del virus. Las reuniones masivas como “fiestas rave” y protestas, incluidas las de los movimientos antivacunas, por ejemplo, se han producido en todo el mundo sin que las autoridades puedan interactuar adecuadamente con la gente para prevenir la propagación del Covid-19.
Las organizaciones comunitarias, los líderes y los voluntarios locales han trabajado incansablemente para ofrecer una variedad de actividades que ayuden a las personas a empoderarse para protegerse de la Covid. El voluntariado también ha sido una característica común en muchos países para ayudar a proteger y apoyar a los grupos más vulnerables y proteger a otros en la comunidad. Las organizaciones basadas en la comunidad pueden utilizar una amplia red de contactos, un aspecto esencial de cualquier respuesta a un brote, que puede generar confianza y crear un puente para la colaboración. El reconocimiento y las fuentes de financiación más sólidas para las organizaciones comunitarias deben convertirse rápidamente en una parte fundamental de la respuesta de salud pública a la pandemia.
El aprovechamiento del potencial de las comunidades puede mejorarse generando confianza, incluso mediante el uso de fuentes fiables de información basadas en la evidencia y brindando oportunidades para que las personas participen en un diálogo sobre los riesgos de infección. El «coaching en línea sobre el Covid «, por ejemplo, se puede utilizar para construir una relación, para crear conciencia sobre las barreras y para mantener la protección personal. Un plan personal proporciona una nueva dirección para modificar el comportamiento y visualizar el potencial de cambio con metas realistas y realizando seguimiento del progreso.
La pandemia seguirá teniendo un impacto devastador en la salud de la población y en las economías nacionales a menos que hagamos todo lo posible y utilicemos todas las oportunidades y herramientas para controlar la propagación del virus. Es importante que todos los gobiernos comprendan que no es demasiado tarde para aprovechar el potencial de las personas, las familias y las comunidades para convertirse en una parte clave de la respuesta en curso.
Sabiendo lo que ya sabemos, que trabajar con las comunidades es fundamental para el éxito de la respuesta a un brote de enfermedad, la pregunta es: ¿Por qué el potencial de las comunidades no ha sido una característica clave en la respuesta durante la pandemia del Covid-19? No hemos aprendido de las lecciones y de los errores cometidos durante los brotes de enfermedades anteriores y no nos involucramos con las comunidades al comienzo de la actual pandemia. No hay excusa para no involucrar activamente a las personas; sin embargo, los gobiernos en su mayoría no han aceptado el aprovechamiento del potencial de las comunidades. La adopción de un enfoque paternalista y de arriba hacia abajo para abordar el brote a nivel de cada país puede ser una decisión de la que muchos se lamentarán mientras el virus continúa propagándose en todo el mundo.
En resumen, podemos a aprovechar el potencial de las personas, las familias y las comunidades para protegernos a nosotros mismos y a los demás del Covid-19 siguiendo empezando por estos puntos:
- Establecer una fuente de comunicación precisa, basada en la evidencia, con la sociedad y los medios de comunicación sobre los riesgos y las medidas preventivas.
- Crear la oportunidad para que las personas entablen un diálogo sobre los riesgos y las medidas preventivas, como con un educador de iguales, un entrenador de Covid, un voluntario o líder local o a través de un amigo o familiar.
- Proporcionar un reconocimiento del valor del trabajo de las organizaciones comunitarias, de los líderes y voluntarios locales.
- Proporcionar fuentes de financiación más sólidas a las organizaciones comunitarias y al voluntariado para apoyar una amplia gama de actividades locales de apoyo y de prevención.
Recursos
- Salud pública centrada en la comunidad
- Intervenciones a medida
- Cambio de comportamiento
- Promoción de la salud en brotes de enfermedades
- Evidencia de medidas preventivas de COVID (Cochrane review)
Glenn Laverack es Profesor Invitado en el Departamento de Sociología e Investigación Social en la Universidad de Trento, Italia
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