El confinamiento en casa no es para todos igual… pensando en las personas con problemas graves de salud mental

RECURSOS

Por: Lala Bono del Trigo y Almudena Millán Carrasco

Consejos para cuidar de nuestra salud mental durante el aislamiento por la crisis del coronavirusLas epidemias no afectan a toda la población por igual. Las desigualdades aumentan los problemas de afrontamiento y los riesgos de malos resultados en salud física y mental en colectivos vulnerables como las personas con trastorno mental, especialmente si este es grave e implica discapacidad psicosocial (Yao y cols, 2020; Castro, A, 2020). Se trata de un colectivo de alto riesgo, no sólo por su salud mental adversa, que les sitúa como personas extremadamente sensibles a la situación de incertidumbre en la que nos encontramos sino porque otros determinantes de su salud (peor situación socioeconómica, cultural y de salud física) juegan en su contra.

Pensando en esta población de especial riesgo, en la EASP nos propusimos elaborar propuestas que pudieran resultar útiles para el afrontamiento psicológico del aislamiento por la crisis del coronavirus en el caso de las personas un problema de salud mental grave. Una rápida revisión (Ponte, K. 2020; Mind, 2020; OMS, 2020; MHE, 2020; COP Madrid, 2020) nos permitió encontrar bastantes materiales y desarrollar una infografía con 5 consejos básicos, que nos parecían que podría ser útiles para cualquier persona, incluidas las personas con un diagnóstico de salud mental.

Hoy, cuando apenas rebasamos las 2 semanas de confinamiento ponemos en cuarentena nuestra propia infografía. Las personas con trastorno mental grave son uno de los colectivos más estigmatizados e invisibles en nuestra sociedad. Enfrentan con especial desigualdad la situación de confinamiento, por lo que es necesario eliminar las barreras que les dificultan seguir los consejos ofrecidos en nuestra infografía.

 

CONSEJO Nº 1 “en cuarentena”:
RECONOCE Y EXPRESA TUS PROPIOS SENTIMIENTOS Y EMOCIONES
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Aunque sea normal sentirse abrumado, estresado, ansioso… la intensidad de las emociones puede verse disparada en las personas con algunos diagnósticos psiquiátricos, al punto de llegar a sentirse realmente desbordadas y necesitar ayuda profesional.

Todas las personas usuarias de los servicios van a ver afectada la atención cotidiana que reciben durante este periodo de cuarentena, al ofrecerse la atención presencial sólo a casos urgentes. Los centros ocupacionales, de día, de rehabilitación, de atención ambulatoria van a estar cerrados durante el confinamiento.

Es recomendable que los servicios de salud mental clasifiquen la gravedad de sus pacientes, ofrezcan apoyo telefónico y/o telemático adecuado a cada grado y cuenten con líneas accesibles donde llamar en distintos casos (malestar, malestar intenso, urgencia o riesgo grave).

 

CONSEJO Nº 2 “en cuarentena”:
EVITA EL CONTACTO FÍSICO, NO EL CONTACTO SOCIAL.

El confinamiento quizá no sea el mayor problema que tenga que afrontar una persona con problemas de salud mental graves, porque el estigma y la discriminación les han hecho, a muchas, convivir con el aislamiento social. Pero no poder mantener un mínimo contacto con las personas que dan estabilidad a sus vidas (personal de los servicios de salud mental, de servicios sociales, de limpieza, etc.) puede tener un efecto multiplicador, acrecentando su percepción de riesgo y quizás añadiendo síntomas nuevos.

Es recomendable que desde los servicios de salud, sociales y el movimiento asociativo se facilite el contacto telemático con personas de referencia y se revisen los apoyos domiciliarios imprescindibles (comida, limpieza básica, etc.).

El relato de Cristina, una persona que cómo ella misma dice tiene creencias inusuales, que no son compartidas por quienes la rodean, sirve para concienciarse sobre cómo actúan los determinantes en las posibilidades de afrontar el confinamiento en casa. Este post visibiliza la utilidad que tienen las alternativas telemáticas de contacto, para el apoyo mutuo entre personas que pueden estar viviendo situaciones similares.

 

CONSEJO Nº 3 “en cuarentena”:
BUSCA Y RESPETA LOS ESPACIOS DE INTIMIDAD

Pensemos en las personas que viven en pisos compartidos, casas hogar…, quizás no les resulte fácil encontrar sus espacios de intimidad.

Pensemos en que las personas con discapacidad en general, y las que tienen problemas de salud mental en particular, a menudo viven en situación de pobreza, lo que no va a permitir que existan espacios adecuados para la intimidad en sus hogares. Diversas fuentes señalan que las tasas de pobreza entre las personas con discapacidad son significativamente más elevadas que las de la población general.

Pensemos que quizás las familias que conviven con estas personas no estén preparadas para estar continuamente en contacto con ellas, ni al revés. A menudo, existen relaciones complicadas con las familias, que puede llegar a hacer insoportable el ambiente.

Será clave trabajar los aspectos relacionales y otros que faciliten la convivencia en el hogar, en el seguimiento telefónico/telemático que hagan los profesionales. Se deben abordar tanto las dificultades de la persona afectada como las de las personas con la que conviva.

 

CONSEJO Nº 4 “en cuarentena”:
TRATA DE SEGUIR RUTINAS, PROGRAMA UN HORARIO

La ruptura de la rutina en el caso de estas personas puede tener consecuencias en el agravamiento de los síntomas. Tener que asumir nuevas rutinas en la casa o alojamiento colectivo, puede producir una gran ansiedad.

Facilitar propuestas ocupacionales, apoyarles a organizar lo que pueden hacer en el hogar, con su autocuidado, con especial atención, al ejercicio físico, etc., reducirá la fuente de estrés añadido que supone el cambio de rutinas.

 

CONSEJO Nº 5 “en cuarentena”:
EVITA ESTAR SOBRE INFORMADO. NO CREAS TODO LO QUE TE LLEGA

La industria de la información, muy a menudo, vive del sensacionalismo. El impacto de mensajes alarmistas en personas con estas vulnerabilidades es exponencial. Los medios de comunicación pueden llegar a crear mucha confusión. La sensación de estar en una película de ficción puede llegar a disparar síntomas de pánico, delirantes etc.

La importancia de evitar la sobreinformación y la sobreexposición a mensajes alarmistas o derrotistas, es clave en este colectivo. Sería conveniente invitarles a cuestionar fuentes de información y remitirles a fuentes de información de calidad o beneficiosas.

 

Casi a la velocidad de propagación del virus, se están generando análisis y propuestas para mitigar la desigualdad que afecta a este colectivo (COP Madrid, 2020; Salud mental España, 2020). Será necesario seguir analizando las desigualdades específicas que afectan a estas personas, no sólo para abordar el confinamiento sino también otras amenazas generadas por la pandemia COVID-19 actuales (riesgo de contagio, pronóstico de la infección, etc.) y futuras (consecuencias económicas, agravamiento a largo plazo de estado de salud físico y mental, etc.) y las medidas que se pueden proponer para abordar esas desigualdades.

Tenemos constancia de que los servicios públicos de salud mental se están esforzando, con todas la limitaciones que la situación entraña, en dar la mejor respuesta. Sin embargo, necesitan que los decisores políticos y gestores tomen en consideración la situación tan desigual que el confinamiento supone para este colectivo, de cara a diseñar estrategias y distribuir recursos, contando con las organizaciones que defienden los derechos de las personas con problemas de salud mental (United Nations Human Rights; 2020).

 

REFERENCIAS

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