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El proceso de captación de los participantes en el ensayo PEPSA

Para llevar a cabo este primer ensayo clínico con diacetilmorfina por vía intravenosa cada paso ha sido imprescindible y por necesidad, riguroso.  Desde los primeros contactos con los profesionales que llevaban a cabo experiencias similares en otros países (Suiza, Holanda), hasta ultimar los detalles previos a las primeras dispensaciones de diacetilmorfina, han pasado varios años.  Diversos profesionales se han incorporado, otros no están ya en el proyecto, ha variado el mercado ilegal de la heroína, su vía de consumo, han cambiado ciertos cargos políticos, incluso el protocolo mismo del ensayo se ha ido modificando.  Sin embargo, hay algo que ha sido una constante a lo largo de todo este proceso: los hombres y mujeres adictos a la heroína, personas que hace tiempo que tiraron la toalla y no esperan nada de la vida y cuya única obsesión del día es conseguir el dinero que necesitan para ‘el pico’.

En el presente trabajo expondremos el procedimiento llevado a cabo para acercar a estas personas al ensayo, es decir, la fase de reclutamiento de participantes en el PEPSA. 

Previo al inicio de la captación de participantes para el ensayo, se realizó un censo, con la finalidad de conocer las características de la población diana, sus lugares de reunión, sus horarios, la intención de participar, y su situación social en general.  Este censo nos proporcionaría herramientas para planificar una estrategia de captación acorde a la población, que nos permitiese acceder a todos los potenciales participantes.  Es decir, que toda persona que cumpliera los requisitos necesarios para ser incluida en el ensayo, tuviese conocimiento del PEPSA y haya sido contactada por un miembro del equipo.  Este censo se llevó a cabo entre junio y septiembre de 2002, donde se entrevistaron a 285 posibles candidatos.

Descripción de la metodología de captación

El proceso de captación comenzó el 17 de febrero de 2003.  A partir de la información obtenida anteriormente, se optó por dividir Granada en tres zonas, por la forma en que se agrupaban las personas con los perfiles requeridos para el ensayo: Zona Sur (Barrio del Zaidín), Zona Centro (San Juan de Dios, Gran Capitán), y periferia.

El equipo de captación esta formado por un técnico del proyecto, con una amplia experiencia en el trabajo de calle, y un mediador “igual”, formado como agente de salud, conocedor del medio. Se contó también con dos trabajadoras sociales que se dedicaron exclusivamente a resolver las problemáticas sociales de las personas que se iban contactando, así como planificar su seguimiento.  Además se contaba con el apoyo legal de un abogado contratado por el programa para la resolución de los casos judiciales que los usuarios tuviesen pendientes. 

El plan de trabajo: Al inicio del proceso de captación se planteó en el equipo la estrategia básica de trabajo, apoyándose en las redes naturales (los grupos) y la bola de nieve.  Así se comenzó a salir a la calle (empezando por la zona sur) a buscar los posibles candidatos, tomando como referencia los datos obtenidos en el censo (lugares, puntos de contacto, plazas).  El abordaje implicaba el acercamiento y propuesta de participación en el ensayo.  Si la persona estaba interesada en participar y cumplía grosso modo los requisitos, se le daba una cita con el médico, en un centro de salud cercano.  Se les entregaba un papel con la cita, que luego se cambió por una pegatina (poner) para que no la perdieran.  El usuario se dirigía esa misma mañana a la cita, es decir, se le daba una cita inmediata.  Si por la mañana se cumplía el cupo de 4 o 5 personas, que eran las que podían los médicos entrevistar, se les daba cita para el día siguiente.  Por la tarde se preparaban las citas de la mañana siguiente. 

Con esta metodología se alcanzó aproximadamente una muestra de 42 personas y se comenzaron a introducir modificaciones en el plan de trabajo, adaptándolo a las circunstancias que iban surgiendo.  La primera modificación fue de horario, realizando entrevistas por la mañana y las citas con el médico por la tarde, dado que muchos candidatos tenían que  recoger la metadona por la mañana y hasta tanto ello no ocurría, no estaban disponibles para las citas con el médico.  Con este cambio la muestra alcanzó los 90 pacientes.  Conforme avanzaban las citas, el número de personas que acudían finalmente a la entrevista con el médico era cada vez menor.  Esto nos llevó a probar alternativas para que esos usuarios no quedasen fuera.  Para ello, les facilitamos el acudir a la cita, usando varias estrategias: yendo al lugar donde se encontraba la persona, y acompañarlo al lugar de la cita; en los días de lluvia, recurrir a las referencias que teníamos en el censo previo e ir a las casas o llamarlos por teléfono, usando datos confidenciales; acudir a los puntos de dispensación de metadona en días claves (lunes, por ejemplo). A partir de este momento, el número previsto de participantes en el ensayo para esta zona sur se “agotó”.

En la zona Centro se comenzó con la misma metodología de la zona Sur en su inicio, contactando por la mañana y citando para la tarde, en el centro de salud de Gran Capitán.  A esta zona venían personas de muchos sitios, con lo que nos encontrábamos con usuarios que ya habían sido entrevistados o contactados.  El principal problema con los que nos encontramos en esta zona es que si bien se entregaban 8 o 10 pegatinas, sólo acudían a la cita 1 o 2 personas.  En algunos casos esto se debía a que muchas personas estaban bajo los efectos de las benzodiacepinas, o alcoholizados, o “colocados” en el momento de la cita, con lo que la pegatina no funcionaba, pues no se acordaban de nada.  En otros casos, en el momento en que tenían que presentarse, se encontraban lejos del lugar de la cita.  Buscando alternativas, se comenzó a acudir a los comedores sociales, tanto el de San Juan de Dios, como el Regina Mundi, contactando allí con la gente e invitándoles a que fuesen a la cita de la tarde.  Conforme se alcanzaba el techo de participantes, se modificó otra vez la estrategia de captación. Las personas a las que el equipo de captación se iba a dirigir ahora, eran las que estaban en una situación más complicada: por su localización, por extrema dependencia, y por estar totalmente fuera de programas y recursos sociales.  Estas personas eran principalmente “aparcacoches” no autorizados por el ayuntamiento.  Para “captar” estas personas, se tuvo que acudir al lugar en donde realizaban su labor, recogerlos en coche, acompañarlos al lugar de la entrevista, y llevarlos nuevamente al lugar donde estaban trabajando, para que no perdieran “su sitio”.  Se les entregó un dinero, como compensación del tiempo dispensado.  La entrega de dinero se repetía en determinadas circunstancias, por ejemplo cuando recogíamos a una persona que “se estaba buscando la vida”, se le compensaba con algún dinero (3, 4 euros). A veces también se les invitaba a desayunar o un aperitivo.

A medida que se avanzaba en el tamaño de la muestra, las dificultades aumentaban, puesto que la población era más “oculta” y difícil de localizar, puesto que su rutina consistía en ir de su casa al lugar donde conseguían la heroína y viceversa.  Para poder llegar a esta población en una situación muy deteriorada, se abrieron nuevas redes a través de otros usuarios, con perfil similar, dado que las redes que teníamos en marcha habían tocado techo.  Para incentivar a estos nuevos mediadores, se les dio una gratificación de 12 euros por cada candidato con el perfil esperado que viniese a la entrevista, para lo cual previamente se les dio información sobre las preguntas que podían hacerles los usuarios.  Esta estrategia no aportó el resultado esperado, siendo que sólo acudieron por esta vía 5 personas, dado que a todos los usuarios que ellos contactaban ya habían sido invitados por el equipo de captación. 

Paralelo al trabajo de reclutamiento de los participantes, las gestiones de las trabajadoras sociales y del abogado iban aportando resultados positivos.  Estas gestiones, como reducciones de juicios, duplicados de carnés de identidad, obtención de cartilla sanitaria, se transmitían “boca a boca” entre la población de interés, lo cual favorecía el proceso de captación.

A lo largo del proceso de captación se han confeccionado varios materiales de apoyo, como carteles en formato A3 informando sucintamente lo que es el “PEPSA”, los cuales se colocaron junto a las zonas de los centros de salud (donde se dispensaba la metadona).  Las pegatinas, de las que ya hemos hablado, con la cita con el médico para la entrevista.  Se distribuyó también un cartel en octavilla con información del “PEPSA” y teléfonos de contacto, los cuales se repartieron por farmacias, lugares de reunión de la población, se dieron en mano, en centros de salud, a profesionales de los centros, etc.

El proceso de captación en la periferia de Granada, es decir, en los municipios aledaños, no se llevó a cabo puesto que no “encontrábamos” a las personas que respondieran al perfil requerido para entrar en el ensayo.  En los pueblos no hay lugares específicos donde se reúnan los consumidores de heroína.  Además son las madres quienes recogen la metadona para sus hijos, una vez a la semana, por lo que tampoco podíamos contactar con ellos por esta vía.  El hablar con las madres no era una estrategia viable, dado al rechazo de hablar sobre la dispensación de heroína, puesto que en general creen que tomando metadona sus hijos ya no consumen heroína.  Un factor que jugó a nuestro favor fue La Feria de Granada, dado el gran número de personas que vienen de los pueblos a aparcar coches al ferial.  Así, la semana del Corpus fue una buena oportunidad para captar estos posibles participantes que aprovechan la feria para sacar algún dinero para su droga.  Además el ferial está cerca del “polígono”, barrio granadino donde se vende droga ilegal, lo cual favorece la reunión de estas personas, siendo que algunos y algunas,  además de aparcar coches, si se da la oportunidad ejercen la prostitución con la misma finalidad.  En el ferial, la estrategia es recorrer la zona y abordar a todas las personas nuevas que van apareciendo, ya sea de los pueblos del cinturón de granada, o de la ciudad misma.  Como se hacía últimamente, se los lleva en coche al centro para realizar la entrevista (cercano al ferial), se los espera, y se los llevaba de vuelta al sitio de fueron recogidos, facilitando al máximo el proceso.

Visto que se había llegado a un punto redundante, y que quienes, con el perfil adecuado, no acudían a las citas eran personas que ya habían sido contactadas y que estaban esperando el inicio del ensayo para acudir a la entrevista de captación, se acordó que a partir de ese momento se adaptaría la estrategia.  En este punto la muestra está formada por 130 personas, que ya habían formalizado la entrevista inicial, y 114 que esperan el comienzo del ensayo.  Se continúa “peinando” las zonas, pero con otra intención, no ya captar participantes, sino responder preguntas de los que ya han sido contactados, y estar presentes, que nos vean, y poder hacer un seguimiento de su localización para llegado el momento de que les toque presentarse, poder ubicar a las personas.