“Puente de Vallecas. Zona sur de Madrid. Se cita hoy por la mañana a 300 personas para someterlas a los nuevos test rápidos de antígenos. Resultado: 20 sanitarios mirando unos para otros media mañana porque solo se presentan 100. Así tampoco salimos de esta.”

Foto realizada por Isabel Mª Gordo
A buen entendedor pocas palabras bastan. Concretamente 44 palabras han sido suficientes en este tweet para que su autor haga ver (intencionadamente o no) varias realidades. Dos de ellas son la influencia de los determinantes sociales en la salud y el enfoque individualista o de “victim-blaming” de nuestro sistema. Quizás algunas no somos precisamente buenas entendedoras y necesitamos más argumentos para no dar por hecho que todo en esta vida se reduce a elecciones individuales, ahondar en el tema y entender la causa de las causas.
Los determinantes sociales de la salud ante el individualismo
Y es que “el que está gordo es porque quiere” o “ella se lo ha buscado por no cuidarse” son frases que todas hemos escuchado o incluso pronunciado en alguna ocasión. Y eso que Lalonde, allá por 1974, ya afirmaba en su famoso informe que la salud está influenciada no solo por factores biológicos, sino también por el medio ambiente físico y social, el estilo de vida y los sistemas sanitarios (1).
Indicaban en 1991 Whitehead y Dahlgren que los factores determinantes de la salud se estructuran en capas de influencia. Hay factores que no se pueden modificar (por mucho que las empresas de cosméticos se empeñen) como la edad y hay otros factores sobre los que sí se puede trabajar como son, efectivamente, los estilos de vida o también, en un nivel superior, las condiciones de trabajo, vivienda o el nivel socioeconómico (2).

Ilustración: Whitehead M, Dahlgren G. (1991). Policies and strategies to promote equity in health. Copenhagen, WHO Regional Office for Europe.
El entorno y el barrio en el que se vive pueden influir en la salud hasta el punto de que “un recién nacido en Usera vivirá casi tres años menos de vida media que un recién nacido en el distrito de Salamanca” (3).
Siguiendo el hilo del tweet de la introducción, podríamos preguntarnos: ¿La organización de estos cribados masivos ha previsto que una parte importante de la población trabaja en “negro” y un confinamiento domiciliario le puede suponer quedarse sin trabajo? Suena más a un “yo te hago la prueba y tú después te buscas la vida” que a una estrategia real de mejorar la salud de la población de este barrio.
¿Se puede, por tanto, responsabilizar o culpar a las personas solo individualmente de su estado de salud? Quizás sí, pero iríamos en contra de la evidencia aportada por numerosos autores a lo largo de los años y, además, sería injusto.
Promoción de la salud: en la calle pasan cosas.
En 1984 la OMS, en la Carta de Ottawa, señala que la promoción de la salud consiste en “proporcionar a los pueblos los medios necesarios para mejorar su salud y ejercer un mayor control sobre la misma”. Además, señala que el objetivo de la promoción de la salud es que “la opción más saludable sea la más fácil de hacer” (4).
En este sentido, entendiendo que en los barrios ya pasan cosas, los profesionales (¡Ojo! No solo sanitarios) debemos buscar la equidad y procurar que los distintos poderes que se ejercen sobre las comunidades aumenten las capacidades y habilidades de éstas, en lugar de limitarlas.
Dos de los muchos ejemplos a los que podríamos hacer referencia serían las Rutas Walking People (WAP), en Madrid, que buscan la promoción del hábito de caminar o Entrepozoyvías, un colectivo formado por vecinos y vecinas, asociaciones y profesionales de varios ámbitos que trabaja por la mejora de las condiciones de vida en los barrios madrileños de Entrevías y El Pozo del Tío Raimundo.
Cuidar el proyecto buscando la calidad
Normalmente, cuando queremos poner en marcha una iniciativa de promoción de la salud no queremos hacer una “chapuza” comunitaria. Entonces… ¿cómo aseguramos que nuestro proyecto sea de calidad?
La Red Aragonesa de Proyectos de Promoción de la Salud (RAPPS) propone 6 principios de calidad que debe cumplir un proyecto de promoción de la salud (5):
- Modelo de educación y promoción de la salud: reflexión de equipo sobre los conceptos básicos de salud, promoción y educación.
- Participación de las personas y grupos implicados: deben ser protagonistas en todas las fases del proyecto.
- Desarrollo de un equipo interdisciplinar: compuesto por diferentes representantes de la comunidad.
- Formación de los diferentes agentes: formación específica que capacite a sus participantes para resolver los problemas que se puedan plantear durante el desarrollo del mismo.
- Análisis y adaptación al contexto: analizar la situación física, social y cultural de la comunidad en la que trabajamos.
- Metodología de planificación, de evaluación y educativa: planificación cuidada y flexible, métodos participativos que cuenten con la experiencia previa de los participantes y una evaluación integrada en todas las fases del proyecto.
Resumiendo… ampliar la mirada.
Volviendo al Tweet del inicio, ahora más que nunca, se hace necesaria la Promoción de la Salud y la mirada de equidad. Frente al señalamiento, educación sanitaria crítica. Frente a la individualidad, comunidades empoderadas.
Bibliografía:
- Lalonde, M. (1974). A New Perspective on the Health of Candiens. Ottawa: Office of the Canadien Minister of National Health and Welfare.
- Whitehead M, Dahlgren G. (1991). Policies and strategies to promote equity in health. Copenhagen, WHO Regional Office for Europe.
- Embid, J. Hijos del hormigón. Barcelona: La Lluvia ediciones; 2016. 36p.
- OMS, (1986). Carta de Ottawa para la Promoción de la Salud. Primera Conferencia Internacional de Promoción de la Salud: Hacia un nuevo concepto de la Salud Pública. Organización Mundial de la Salud. Salud y Bienestar Social de Canadá, Asociación Canadiense de Salud Pública, Ontario.
- Red Aragonesa de Proyectos de Promoción de la Salud. Criterios de calidad en Promoción de la Salud. https://www.aragon.es/-/calidad-en-promocion-de-la-salud
Por Isabel Mª Gordo Cerezo (@isabelgece)