Una de las participantes en esta mesa, la vocal de Hospitales del Consejo General de COF, Ana María Herranz, cuestionó: «¿qué lugar ocupa la prevalencia de una enfermedad en la fijación del precio de una innovación?». Por su parte, Jaime Espín, profesor en la Escuela Andaluza de Salud Pública, fue un poco más allá en el debate al indicar que «si queremos poner precio a la I+D, primero habría que saber el coste de la I+D, y que se comunicase por parte de los laboratorios, en especial en el caso de los medicamentos huérfanos».
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