Los expertos lo tienen claro: los desahucios se han convertido en un problema de “salud pública”. La exposición a una situación de este tipo, que es larga y tiene distintas fases, puede producir diferentes efectos tanto físicos como psicológicos, según demuestra un estudio de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) elaborado en colaboración con la Universidad de Granada y la plataforma Stop Desahucios. Para empezar, el 92% de los afectados sufre niveles graves de ansiedad y depresión.
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