En mi primera incursión en el mundo de los blogs voy a reflexionar sobre la #participación de la comunidad desde dos visiones personales; una como pediatra en un centro de salud y tomando como referencia las actividades de promoción de la salud que realizamos en el centro y otra, como formadora de formadores en promoción de la salud.
Cuando planteamos llevar a cabo actividades de promoción de la salud desde el centro de salud; en nuestro caso, talleres con familias, talleres en el instituto… lo primero que decidimos son los temas a tratar en el taller, atendiendo a las necesidades, que, de forma totalmente subjetiva, pensamos que tiene la población a la que nos dirigimos. El resultado de esta forma de actuar es la queja “han venido pocas familias” o “siempre vienen los que menos lo necesitan”
Cuando llevo a cabo talleres de formación, un aspecto que surge en múltiples ocasiones al hablar de las dificultades a la hora de llevar a cabo actividades de promoción de la salud con nuestros pacientes es el tema de la captación de estos. En muchos talleres nos piden la formula mágica para captar pacientes.
Si atendemos a la escalera de participación de Sherry Arnstein (1969) en la que define la participación dependiendo del poder otorgado a la comunidad, en el mejor de los casos nos situamos en el escalón de “consulta”, esto es, desarrollamos encuestas a nuestras familias para ver qué temas les interesan, pero no pasamos de ahí. En otras ocasiones no pasamos del escalón de información y tan sólo informamos a las familias del plan propuesto sin darles opción de intervenir en su programación.
¿Por qué actuamos así si sabemos que el fracaso de muchas intervenciones realizadas es debido a qué no hemos contado con la población, no les hemos invitado a participar plenamente del proyecto, no les hemos escuchado, no hemos compartido un espacio de reflexión y trabajo? Resulta difícil salir de la zona de confort, quitarse el traje de experto, pero hay que intentarlo
En las actividades llevadas a cabo en el instituto lo hemos logrado en cierta medida con la creación de la comisión de salud, integrada por alumnos, familias, comunidad educativa, servicios sociales, policía tutor y servicios sanitarios.
En las actividades con las familias, es cuestión de ponerse a ello
La participación tiene que ver con el despliegue de las iniciativas, con la construcción de mundos habitables, con prácticas concretas. No tanto con “poder decidir” como con “poder hacer”
Fernando Savater