Para mi esto de la educación para la salud es totalmente nuevo, pero que como profesionales de la salud es nuestro deber estar informados, preparados y capacitados para ejercerla y ser capaces de crear actitudes positivas sobre paciente, familia y comunidad.
Hemos empezado este magnífico viaje para empezar a adentrarnos en las en las profundidades de la educación para la salud (EPS).
Desde que empecé a estudiar y trabajar en esto de la profesión sanitaria hace ya unos 20 años, la EPS esta destinado para la enfermería de primaria principalmente desde los centros de salud amparada bajo la gran utopía de “salud para todos en el año 2000” y promovida en la conferencia de Alma ata, donde la atención primaria y comunitaria tenía un papel central para el buen funcionamiento del sistema de salud al ofrecer la atención más eficiente y equitativa a las necesidades de la población donde se ofrecia a prestar servicios de promoción, prevención, recuperación y rehabilitación de la personas.
Tampoco nos podemos olvidar de los determinantes sociales de la salud de Lalonnde (1974) y otros autores posteriores como Dever.
Este viaje prosigue hoy con este curso experto con posteriores aportaciones tan importantes como la perspectiva salutogénica (Antonovsky A. 1996) donde se enfatiza en el origen de la salud y no en el origen de la enfermedad.
Otros autores posteriores Mendoza 1994 (Wenzel, 1983; OMS, 1998).nos inculcan que “el estilo de vida nos proporciona un nivel de salud y que es producto de la forma de vivir del individuo o grupo social donde se produce”.
Para más sorpresa por este recorrido hablamos de otros términos como empoderamiento del paciente, donde el profesional es un aliado para conseguir que el individuo este informado preparado y sea activo en conseguir su salud y no solo el profesional el que aporte salud. Por tanto en las Intervenciones de EPS es necesario abordar los temas de salud desde enfoques biopsicosociales, tienen que ser intervenciones integrales que trabajen el comportamiento y sus determinantes y o factores personales y sociales relacionados, y no solo desde una perspectiva biológica y sanitaria.
Para trabajar estos factores sociales tenemos que asociarnos con otros grupos multidisciplinares y no solos desde un aspecto meramente de la enfermería.
Por tanto es importante pues participar en las intervenciones comunitarias intersectoriales para la promoción de entornos saludables y facilitar “que las opciones saludables sean las más fáciles de elegir” y “no culpabilizar a la víctima de su situación.
Creo que tenemos que garantizar un comienzo desde un punto de vista de la cordialidad y del sentido de la confianza entre profesional y paciente siendo un inicio sano para promover el desarrollo de recursos y capacidades sociales y sanitarias en todo el recorrido de la vida, abordando de forma conjunta e integrada los estilos de vida.
Desde mi puesto de trabajo como enfermero en un servicio de urgencias la promoción para la salud donde la interactuación paciente-profesional es ocasional y puntual es educacional e incitar a iniciar a hábitos saludables, dejar de fumar,dejar hábitos nocivos o actividades peligrosas, también tenemos la oportunidad para ello pero la saturación de servicio en ocasiones nos deja poco tiempo para lo principal que entablar una relación de confianza donde puedas aconsejar y motivar para iniciar un cambio.
También observo que por desgracia muchos profesionales se quieren ir a los centros de salud para “vivir bien”, porque en muchas ocasiones eso significa poca implicación con los procesos de promoción prevención de la salud y creo que así hacemos un flaco favor a la profesión de la enfermería.