Ciertos contextos o ciertos sectores sociales están vinculados con estereotipos, también ocurre esto en el marco de la salud.
¿Por qué no acabamos con los estereotipos sociales y actuamos para conseguir una plena promoción de la salud?
En muchas ocasiones, consideramos que algunos sectores sociales no consiguen implantar una plena formación de la salud. Nos habituamos a que en ese entorno es normal la falta de colaboración, la despreocupación por una integración, los hábitos no saludables y no apostamos por una plena integración, utilizando el arma de la comunicación eficaz para conseguir modificar sus conductas o simplemente despertar el interés por una promoción en salud.
Utilizando como referente la Carta de Otawa, la Carta puede considerarse como un hito desde la declaración de Alma Ata de 1978, que lucha sobre las desigualdades, que buscó dar un cambio de enfoque en la salud, desde la erradicación y la prevención de enfermedades a la promoción de recursos para la salud. Nosotros vamos a buscar activamente esa lucha por las desigualdades.
Lo difícil es conseguir una plena promoción de la salud en sectores desprotegidos socialmente, y pretendo en esta población rural en la cual trabajo actualmente, con gran cantidad de inmigrantes de origen marroquí, en su mayoría, con una población gitana, y con escasos recursos económicos y culturales. Sociedad que da prioridad al trabajo antes que a la salud, población que carece en muchas ocasiones de condiciones higiénico saludables, y que en su mayoría, no interviene en actividades de promoción de la salud ni prevención de enfermedades, pretendo en esta población promocionar la salud y conseguir una plena igualdad entre los sectores.
¿Qué hacer para captar la atención de esta población?
Nos planteamos y basándome en experiencias propias que si no tienen un incentivo, si no eres cercano a ellos, no conseguiremos la participación en la promoción de la salud, por ello debemos aplicar las técnicas de comunicación aprendidas, aprovechar los acercamientos y ejemplificar de forma clara con situaciones reales en las que se vean reflejados, para despertar su interés.
Nuestra población infantil y adolescente que son las que más se relacionan con sectores diversos en su entorno escolar puede servirnos de gran ayuda para modificar conductas y formas de pensar, para conseguir el principal primer paso LA PREDISPOSICIÓN.
Por ello a través de estos niños pretendo modificar conductas participando en la promoción de hábitos saludables, vacunaciones, ejercicio, prevención de drogodependencia, respeto e igualdad, salud sexual y prevención de embarazos no deseados, entre los adolescente.
Acercándonos a ellos a través de programas escolares en los que también haremos partícipes activamente a las madres.
En mi opinión, son muchas las ocasiones en que nos dedicamos a promocionar salud en sectores de la población que realmente tienen acceso fácil porque consideramos que en los otros sectores no conseguiremos nuestro objetivo.
Debemos dirigirnos en estos sectores más desprotegidos, difíciles de actuar y realizar una promoción más individualizada, dirigida a lo que requiere más ayuda, para así promocionar la salud.