O cómo plantearse trabajar en promoción de la salud en relación al consumo de sustancias recreativas desde un centro de salud
“Yo corro, espero…si hacemos la jugada bien como la hemos ensayado y les sorprendemos, me va a llegar el balón…tengo miedo de no saber qué hacer con él…y fallar a mis compañeros…se me pasa por la cabeza que luego en el vestuario puedan decirme…o mi entrenador…me aprieta la zapatilla ¿me la habré atado mal?…quizá no estoy en la posición correcta… Sé que hacer: tengo que buscar el hueco, mi hueco…y que este tío tan grande y más fuerte que yo al lado no me pare…¿Y si fallo? No quiero pensar si fallo…si fallo me quedo al rebote…Y mi madre en la grada…me dijo que le dedique un gol…mi hermana como falle, me criticará seguro…No sabe que los extremos a veces no tenemos un buen ángulo…¿Por qué a todo el mundo le parece todo tan fácil?…que fácil es hablar desde la grada…cuando no tienes que decidir…Ostras, que me llega el balón…tengo que ver que hago…tengo hueco…si…creo que si…que el equipo lo está haciendo bien…me han visto en posición…ahora si….voy a coger impulso… puedo saltar…ha sido un buen pase de mi compañero….voy a tirar a puerta…al largo…y a ver qué pasa…”
Daniel
Tirar a puerta no es fácil. A veces no entra el gol, el objetivo de esa jugada. Y hay que volver a empezar.
Para tirar y cumplir el objetivo necesitamos confianza en nosotras mismas y en quienes nos apoyan, algo de miedo que nos mantenga en tensión, decisión, conocer lo que está pasando, para así perder el miedo y manejarnos, comprender lo que sucede. Necesitamos creer en nuestra capacidad y la de nuestro equipo vital (familiar, amigos, educadores, entorno…) que está detrás, y situarnos en el contexto que cada una tenemos. También conocer nuestro hueco, nuestra línea o límite de lo que quiero o no hacer, el refuerzo positivo y el negativo que recibimos, confiar en nuestra habilidad entrenada, coger impulso y saltar…y pase lo que pase después del salto: tirar a puerta.
Reflexionando sobre Cómo trabajar en promoción de la salud en relación al consumo de sustancias recreativas me vino a la cabeza esta foto que os presento. Una acción cualquiera, un salto cualquiera en un partido cualquiera, una mañana cualquiera de un adolescente. Una acción repetida y con ella todos los pensamientos que a ese joven adolescente le pasan por la cabeza: Valores, emociones, sensaciones, y habilidades que ha de usar para poder tirar a puerta y que le sirven para enfrentar la vida.
La adolescencia es una etapa increíble, y son importantes las acciones de promoción de salud a realizar en ellas, así como las que se han llevado a cabo en la etapa anterior de la infancia. En mi opinión los objetivos de las estrategias de intervención en promoción de salud y prevención universal en el consumo de estas sustancias han de tener presente aquella idea que proponía M. Hernan de que “Las personas libres y soberanas tienen objetivos para sus vidas y trabajan para lograrlo”.
En un periodo de cambios tan interesante como el periodo de la adolescencia el trabajo con el modelo capacitador en promoción de la salud me parece fundamental. Es preciso superar el paternalismo, fomentar la participación, sentir profundamente el derecho a la vida y al desarrollo de un proyecto vital.
Soy médica en un centro de salud de Atención Primaria, y desde hace años estos temas de prevención de uso de sustancias me han interesado mucho debido a los barrios en los que he trabajado, algunos de ellos con importante consumo y daños en la población del mismo por dicho consumo y/o comercio. Reflexiones desde cómo abordar desde la consulta la prevención, la atención a personas consumidoras y a sus familias o la coordinación con agentes del barrio, han estado presentes desde el inicio de mi trabajo en los años noventa cuando los escenarios eran distintos a los de ahora.
En los centros de salud no vemos afortunadamente casi a los jóvenes. Son sanos, no tienen en general problemas de salud, ya no tienen revisiones que hacer (afortunadamente para ellos) y no tienen porqué venir a la médica o a la enfermera. Si que es cierto que se acercan a veces en momentos de sus transiciones vitales y la forma o modelo de acogida, abordaje individual es esencial. Pero a pesar de que creo que el momento en que el o la joven entra por la puerta es una oportunidad increíble y debe cuidarse, en mi opinión las acciones grupales o comunitarias de promoción de salud en esa etapa han de estar lideradas por otro tipo de sectores con los que desde atención primaria hemos de colaborar tratando de responder a su demanda, elaborando estrategias conjuntas, conociendo como unos y otros trabajamos y buscando sinergias. Como centro de salud antes de hacer cualquier acción hemos de conocer que se está haciendo en la zona por otros agentes comunitarios, así como reflexionar sobre lo que tiene evidencia y lo que no en esta materia y en como plantear un abordaje si lo que queremos es que las personas busquen su hueco y tiren a puerta.
Muchas veces cuando los jóvenes acuden a consulta hacemos algún pequeño consejo, preguntamos… pero no es muy efectivo…y a veces incluso frustante. Por ello es importante, si detectamos la necesidad de trabajar en este aspecto, conocer desde el centro de salud que estrategias se están llevando a cabo por otros sectores y agentes comunitarios en nuestro entorno. Conociéndolas quizá podamos compartir temas o intereses comunes y coordinar la acción, así como mejorar la participación de aquella población a la que se dirige la acción en salud.
Hay otros agentes, en especial los educadores, que son movilizadores/as de pensamientos, sentimientos y actitudes, y ponen en juego distintas dimensiones de la vida social (cognitiva, afectiva y volitiva) que pueden trabajar las habilidades en los adolescentes más que nuestra acción tan directiva.
Los contextos en los que se mueven los adolescentes pueden ser complejos y sujetos a múltiples influencias de orden socio-cultural y estructural por ello es importante reforzar las acciones interdisciplinares. A la hora de plantear una intervención sobre el tema de las sustancias recreativas los distintos implicados tienen diferentes paradigmas, ideas, objetivos, creencias sobre cómo se debe articular la estrategia y evaluar sus resultados. Por ello es importante esforzarnos en intentar acercar lenguajes. La orientación a la promoción de la salud nos vuelve plurilingües y nos saca del abordaje centrado en nosotros, en el sistema de salud.
Hay que preguntarse quién falta en el abordaje de ese problema antes de hacer un programa o una intervención comunitaria, y pensar que aunque la prevención de un consumo de drogas o la promoción de la salud no es solo un servicio que hemos de realizar desde Atención Primaria, y que aparece en nuestra cartera, sino un tipo de intervención y/o estrategia que combina métodos múltiples y se realiza en diversos contextos (familiar, educativo, lúdico, sanitario, o servicios del barrio…), con distintos niveles de implicación y actuación viendo que puede aportar cada uno. Sólo así creo en mi opinión que nuestro enfoque pueda superar las acciones tan centradas en el riesgo que hacemos desde los centros sanitarios, y realmente hacer prevención en los jóvenes.
Utilizar otras miradas o enfoques, como el de de los activos para la salud y el desarrollo, podría implicar actividades de prevención y promoción de la salud centradas en capacidades y factores de protección que generasen resiliencia para inhibir comportamientos de alto riesgo y aprender a manejarse comprendiendo lo que pasa y lo que me pasa. Al pensar en las sustancias recreativas me surge aún más si cabe utilizarlo, para que puedan las chicas y chicos tirar a puerta…y antes de soltar el balón piensen que la única adicción que tienen sea su vida y que esta en su mano, en su gusto, en su olfato…tirar a puerta.
Desarrollar conocimientos, destrezas y habilidades que generen «cambios actitudinales», elecciones y opciones. Y si se falla…y no entra el gol. No pasa nada. Vuelta a empezar con vistas al futuro.
C.Belén Benedé Azagra
@cbbenede
#promocionasalud
*Todos los enlaces utilizados en el texto corresponden a algunos de los proyectos de la Red Aragonesa de proyectos de promoción de la salud (RAPPS) que se han dirigido a población adolescente y joven en materia de consumo.