La crisis económica se ha convertido en excusa para relajar las medidas de seguridad y salud de los trabajadores en las empresas. La salida de la misma se está realizando sobre una mayor precarización de las condiciones de empleo, por lo que los costes en términos de salud serán elevados. Se han realizado investigaciones que han mostrado que, por un lado, las crisis económicas afectan a la salud en general y, por otro, que los trabajadores con contratos temporales presentan un riesgo significativamente más elevado (1).
La salud de los trabajadores se ve influenciada, por tanto, por los procesos de globalización, flexibilización, reformas del sistema de salud y de trabajo, etc, afectando al entorno laboral, el proceso salud-enfermedad de la población en general y en este caso las formas de trabajar y enfermar de los trabajadores (2)
La primera definición de PST fue propuesta por Parkinson y cols. en 1982 como una combinación de actividades educativas, organizativas y ambientales para reforzar comportamientos saludables en los trabajadores y sus familias (3)
En 1989 Wynne añadió una visión basada en el modelo ecológico de la OMS desarrollado en 1984, aplicado en el trabajo: “la PST es una actividad dirigida a las causas subyacentes de la enfermedad, combina diferentes métodos de afrontamiento, anima a la participación de los trabajadores y no es una actividad médica sino una parte más de la organización y condiciones de trabajo” (4).
Grossmann y Scala en 1993 sugirieron que una PST eficaz debería de tener en consideración también los problemas de la organización, especialmente de marketing y económicos, no solamente los relativos a salud. Así deberían conectarse las necesidades de salud de los trabajadores y la situación económica de la organización (5)
Posteriormente en 1997 la Red Europea definió la Promoción de la Salud en el trabajo como la unión de “los esfuerzos de los empresarios, los trabajadores y la sociedad para mejorar la salud y el bienestar de las personas en el lugar de trabajo” constituyendo la base de la Declaración de Luxemburgo a la que se han adherido los 28 países que conforman actualmente la Red
Esta definición tiene una visión social y resalta la importancia tanto del empresario como del trabajador para la PST y de la implicación de todos los interesados, como sindicatos, gobierno, administración local, etc
Se advierte que la PSLT está sustentada teóricamente en las diferentes estrategias propuestas por organizaciones internacionales, para abordar integralmente la salud y la seguridad en el trabajo, no obstante las actuales condiciones de precarización laboral interfieren con los principios promovidos por la estrategia: participación, justicia social, integralidad, sostenibilidad y multisectorialidad en la implementación de los programas de salud ocupacional (1, 6)
La realidad de la aplicación de la estrategia en los lugares trabajo, es limitada, debido a que no se trata de una obligación legal de la empresa como el cumplimiento de la normativa de prevención de riesgos laborales, sino que persigue un objetivo más amplio, para mejorar la salud de los trabadores. Se han de implantar los programas de promoción de salud en el trabajo una vez que la empresa tiene correcta la gestión de la prevención de riesgo laborales y quiere mejorar la salud global de sus trabajadores y eso salvo en honrosas excepciones no suele ocurrir, ni tan siquiera en los centros sanitarios de nuestro entorno (7). Desde una perspectiva real y concreta, existen múltiples se situaciones que obstaculizan su puesta en marcha conllevando a que en la práctica no se evidencien avances significativos relacionados con estos procesos. De esta manera, es imposible pensar que se pueda crear o fomentar una cultura en salud y seguridad mientras las condiciones de trabajo no se adecuen para facilitarlo. Ante este escenario, se puede sospechar la difícil tarea que aguarda a todos los que estamos interesados en el tema para convertirlo en una realidad, pero, al mismo tiempo constituye un reto para quienes, comprometidos por mejorar la calidad de vida de las personas, abordan la gestión del desarrollo productivo involucrando una perspectiva integral y buscando formas innovadoras para sortear las dificultades de estos tiempos (8).
Se trata por tanto no sólo de hacer prevención de los riesgos laborales, sino de incrementar la capacidad individual de la población trabajadora para mantener su salud y calidad de vida.
Los lugares de trabajo (PSLT), desde hace años han sido considerados como un espacio propicio y prioritario para la promoción de la salud que debe ser orientada a la mejora de las condiciones de la organización, condiciones de trabajo, participación activa y desarrollo individual de los trabajadores, sin embargo, las intervenciones se han limitado en acciones puntuales relacionadas con reducción de algunos factores de riesgo, programas de prevención de enfermedades e intervención sobre hábitos individuales (6)
Se hace necesario impulsar acciones que involucren la organización, los trabajadores, diversos sectores y disciplinas que incentiven la operacionalización de la estrategia de promoción de la salud en los lugares de trabajo (2)
Pero además se debería ir más allá. Habría que aprovechar la oportunidad que siempre abren las crisis, para impulsar la necesaria coordinación de las políticas de empleo y las políticas de salud, de tal manera que se pueda monitorizar los efectos negativos, y positivos, sobre la salud de las medidas de empleo que se van adoptando, y de este modo corregir dichas políticas en caso que se detecte un cambio en las tendencias. No es tarea fácil, en un país muy poco acostumbrado a coordinar políticas comunes a varias administraciones, pero es la única forma de hacer visible lo invisible y mejorar la salud de los trabajadores, que representa aproximadamente el 50% de la población total. Se supone, la más sana, la que consume menos servicios y la que mantiene con su trabajo productivo al resto (1)
Estoy convencida de que esto contribuiría definitivamente a que desde la PST, desde el modelo de Empresa Saludable, se desembocara hacia modelos de Salud Integral o Total. La salud es única, no pudiéndose desligar nuestra salud personal de nuestra salud laboral
Bibliografía consultada
(1) F. G. Benavides. Crisis económica y salud laboral. Arch Prev Riesgos Labor 2009; 12 (3): 113-114
(2) Muñoz Sánchez, A.I. Health promotion in the workplace: theory and reality, Med Segur Trab (Internet) 2010; 56 (220): 220-225
(3) Parkinson y cols. Managing Health Promotion in the Workplace: Guidelines for Implementation and Evaluation, 1982
(4) Wynne, R. Workplace Actions for Health: A selective review and a framework for analysis. Working Paper No. EF/WP/89/30/EN. Dublin: European Foundation for the Improvement of Living and Working Conditions, 1989
(5) Grossman, R and Scala, K. Health and organizational development. Developing setting for health. Copenhagen: WHO Regional Office for Europe, 1993
(6) Basan, L and Muñoz Sánchez, A.I. Workplace Health Promotion: a path to follow Ciência & Saúde Coletiva, 21(6):1909-1920, 2016
(7) Cuaderno de prevención: Promoción de la salud en el trabajo. Secretaria de Politica Sindical de UGT de Cataluña/Salud Laboral, 2014
(8) Muñoz Sánchez, A.I. and Castro Silva. E. Health promotion in the workplace: between ideal and unreal Med Segur Trab (Internet), 56 (221): 288-305, 2010