Lunes 7, 11:15 horas, acude a mi consulta una madre con un niño de 7 años. Motivo de visita: fiebre de horas de evolución sin otro síntoma acompañante. Exploración, pautas a seguir y me quedo con la historia abierta en el ordenador y la imagen del niño en la retina. Busco en parámetros clínicos… peso 38 Kg (IMC en Percentil 97). Entra Rosa, mi compañera en la consulta y le digo, “¿Cómo puede ser que a esta madre le preocupe la fiebre de horas de evolución y no el tener un hijo obeso…?” Y ahí empiezan nuestras reflexiones.
«Estamos haciendo algo mal» “¡Tenemos que actuar!” … Pero… ¿qué hacemos? Ambas estamos convencidas de que debemos promover los hábitos saludables de nuestros pacientes y de sus familias, que debemos darle una vuelta a nuestra consulta.
Vamos a los colegios a hacer talleres, hacemos promoción de la salud en nuestra consulta, pero no es suficiente.
¿Entonces? Reunión del equipo de pediatría, ¡Tormenta de ideas!:
– Hemos creado espacios en la sala de espera. Ideamos el tren de la salud, un tren que hará paradas en muchas estaciones; la primera sensibilizar del excesivo consumo de azúcar (www.sinazucar.org ). Colgamos grandes fotos con los terrones que contienen muchos de los alimentos que vemos muchas veces en las manos, carritos etc de nuestros pacientes. Tras un mes de carteles, nadie ha hecho ningún comentario al respecto (hace unos días, unos padres, muy concienciados con el tema, aplauden la idea). La gran mayoría siguen trayendo los mismos alimentos a la consulta.
“Hay que pensar otras cosas…” (un Facebook y ponemos consejos, un canal de youtube, hacemos un revista…) “¡No estamos llegando a los que nos interesa llegar!”. Pensamos que pasa como siempre, no les hemos preguntado, no hemos analizado sus necesidades. Hemos decidido por ellos.
Hay que preguntarles, marcarnos unos objetivos y una hoja de ruta.
Tras la videoconferencia, empiezo a entenderlo. Para llevar a cabo una estrategia de comunicación en promoción de la salud hay que hacer una programación; en una primera fase, analítica (análisis, justificación, investigación previa) debemos analizar el contexto, identificar el DAFO ( Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades), analizar la competencia; en una segunda fase, de estrategia debemos ver quienes somos, conocernos, saber cuál es nuestro punto de partida y por último en la fase operativa, definir nuestros objetivos de forma clara, ver cuál es nuestro población objeto del proyecto, asegurar que las acciones que vamos a llevar a cabo servirán a nuestros objetivos, hacer un cronograma y sobre todo no olvidarnos de evaluar.