«A comienzos del Siglo XVII los mercaderes tanto españoles como extranjeros, se escalonan según la importancia de sus actividades, que van desde la alta finanza (muy en relación con los préstamos de la Corona) o el negocio de la exportación e importación, hasta el ejercicio del modesto comercio interior en las ferias locales, para las ventas a por menor, que en los lugares más alejados debería garantizar la figura del buhonero» DON QUIJOTE EN EL CAMPUS: TESOROS COMPLUTENSES Marta Torres Santo Domingo (2005)
Es curioso como hay realidades que calan y otras, pese a la evidencia, se pierden en el olvido.
Han pasado ya más de 25 años que Dahlgren y Whitehead (1991) desarrollaron su Modelo de Salud y Enfermedad o Modelo multiniveles donde ahondan en la patogenia de la enfermedad o lo que es aún más definitivo en la génesis de la salud, desde sus determinantes biológicos, psicológicos, emocionales y sociales entre otros.
Algunos años antes, en Canadá, el Ministro de Salud Lalonde presentó en su informe A New Perspective on the Health of Canadians (1974) como la inversión que un país realiza para garantizar la salud, como derecho fundamental y universal de su población tiene diferentes resultados finales según hacia dónde se destine la misma, concluyendo: “Es indiscutible que el acceso a los servicios sanitarios determina en parte el estado de salud de la población, aunque, eso sí, hasta un umbral de intervención a partir del cual, mayores inversiones en sanidad no se correlacionan con un mejor estado de salud…No es lo mismo destinarlas a salud pública y atención primaria que a alta tecnología o medicalización de la vida.”
En esa misma línea en la presentación del IV Plan Andaluz de Salud se transcribe: » La mayoría de las políticas sanitarias públicas se centran en el abordaje de las enfermedades más frecuentes, alcanzando en su mayoría, un elevado nivel de medicalización de la vida con pocos logros en la mejora real del nivel de salud colectiva».
Con estas premisas llama la atención la reciente publicación del Ministerio de Sanidad y Consumo: Estadística de gasto sanitario público 2016: principales resultados. Editado en Marzo de este mismo año donde se refleja como los Servicios Hospitalarios y especializados siguen recibiendo más del 62% del presupuesto para Sanidad en nuestro país.
Pero no nos despistemos y retomemos nuestro propósito inicial.
Para ser un buen buhonero se precisa dos componentes imprescindibles. A saber, una cura milagrosa y la oratoria necesaria para venderla. Respecto a la cura, la tenemos: LA PROMOCIÓN DE LA SALUD como el proceso de capacitar a las personas para que aumenten el control sobre su salud y la mejoren (empoderamiento de pacientes y comunidades. Fomento de la autonomía). Trabajando sobre los determinantes de salud, trabajando mano a mano con los activos comunitarios (necesidad de identificación por la propia comunidad) desde el convencimiento de que dos ojos son más que uno, realizando intervenciones individuales, familiares y comunitarias, éstas últimas intersectoriales (instituciones públicas, asociaciones, mediadores, entornos naturales…).
Y respecto a la oratoria, mis queridos aprendices a buhoneros, os deseo flexibilidad, creatividad y empeño en un ARTE, el DE LA COMUNICACIÓN, que nace para
morir con cada comprador presumible, con cada barrio, con cada pueblo y no olvidéis que sus vehículos son tantos como estrellas en el firmamento…
¿Estáis dispuestos a comprar la cura maravillosa para rejuvenecer la salud?
