Es una estrategia de cooperación para la mejora de atención a personas con problemas de alta adversidad en salud, entre quienes prestan la atención, profesionales de los servicios públicos y quienes la reciben, personas afectadas y su entorno cuidador próximo.

Se convierte en un instrumento para conseguir una respuesta adecuada al problema que representan las enfermedades de alta adversidad. En primer lugar, porque integra a los distintos agentes implicados: administraciones sanitarias, gestores, profesionales, sociedades científicas, familiares y pacientes. En segundo lugar, porque exige consenso para establecer objetivos, planes de actuación, propuestas de mejora de la atención a través de los talleres e indicadores de seguimiento.

Se ha apoyado desde la Escuela Andaluza de Salud Pública el desarrollo de tres talleres de participación deliberativa Al Lado: uno en Granada (Párkinson) y dos en Jaén (ELA y Alzheimer). En cada uno de ellos se ha trabajado conjuntamente para diseñar itinerarios compartidos de atención de la patología concreta y realizar propuestas de mejora de dicha atención.