Entrevista realizada por Berta González de Vega a Joan Carles March Cerdà para EL MUNDO Andalucía en el espacio dominical Conversaciones en Andalucía, que salió el 13 de febrero de 2003
Es uno de los primeros investigadores de la Escuela Andaluza de Salud Pública. Este mallorquín se empeñó y consiguió, con muchas dificultades, darle heroína a los drogadictos que fracasaban en otros tratamientos
Tiene el despacho en una esquina de la escuela de Salud de Granada. En una institución con fama de producir a veces jerga sanitaria por encima de la realidad, él sí que se metió hasta el fondo en ella, para sacar y curar a heroinómanos que habían fracasado en todos los tratamientos.
P. ¿Cómo va ahora mismo el Plan de heroína?.
R. El ensayo clínico acabó hace 5 años, pero sigue habiendo un número de pacientes que acuden al hospital Virgen de las Nieves a inyectarse. No tenemos un contacto continuo, pero sé de ellos y hago un seguimiento. Ahora son 23 los pacientes que se toman la heroína como medicamento. Empezamos con dos grupos de treinta, uno con heroína y otro con metadona. De esos al final quedaron 30. En algunos casos pudieron dejar la heroína. Los hay que se pasaron a la metadona y con eso les basta. Hay gente que tiene trabajo y sigue en el proyecto. Ha habido mejoras muy patentes. La normalización es absoluta. Miguel, por ejemplo, es cuidador de su madre. Le hace la compra, la asea, la cuida, la lleva al médico y cuando estaba muy mal, ella no quería ni verle. Ha cambiado de amigos. Se pinchaba todo y más. Hace ocho meses me dijo que le gustaría probar con la heroína en pastillas.
P. La conclusión del estudio no es distinta a otros en el extranjero….
R. Sí, se han hecho en Suiza, Holanda, Canadá Alemania…. No somos los únicos. De hecho hay seis países donde se da la heroína como medicamento, a dispensar en hospitales. La toman casi 4.000 personas al día. Pero no se ha conseguido que sea reconocido por la Agencia Europea del Medicamento, a pesar de que existan estudios cuyas conclusiones han sido publicadas en el New England, el Epidemiology and Drugs o el Lancet. Pero no hay manera de que se extienda tampoco el estudio fuera de Granada.
P. ¿esa era su idea?.
R. La Agencia Española del Medicamento nos dijo que eran muy pocos pacientes para generalizar, y yo les respondí que del estudio español salían las mismas conclusiones que de los demás, incluso mejores que en Holanda. Todos van en la misma línea: hágase por tanto, porque donde más se necesita algo así es en Madrid, Barcelona, Bilbao…Sitios con un buen número de inyectores a los que se convertiría a pacientes con futuro.