Una de las aplicaciones que con mayor fuerza se esgrimen para justificar los beneficios del cannabis son sus usos terapéuticos.
Desde hace casi 5.000 años (otras fuentes situan su antigüedad en torno a los 4.000 años) viene utilizándose en la medicina tradicional china, y que tras pasar a Europa 500 años antes de Cristo, llegó en el siglo XV de manos de los europeos extendiéndose por el mundo que en aquellos años se empezaba a descubrir .
En Estados Unidos se cultivó desde el año 1.600, llegando a ser el principal cultivo de Washington a finales del siglo dieciocho. Era habitual su consumo hasta que la Ley Federal de 1937 prohibió su cultivo y consumo.
Sin embargo, además del consumo lúdico como droga, la marihuana tiene un amplio abanico de utilidades terapéuticas que normalmente se desconocen.
LA PLANTA
La planta de la marihuana contiene CERCA DE 70 CANNABINOIDES (o principios activos), de los cuales el principal es el THC. La investigación sobre el THC ha permitido el descubrimiento de receptores cannabinoides endógenos.
Se han descrito por ahora dos receptores cannabinoides:
- el CB1 (presente en el SNC y algunos órganos periféricos) y
- el CB2 (presente solamente en células del sistema inmune de la periferia).
SU POSIBLE VALOR TERAPÉUTICO:
Su valor como analgésico e antiinflamatorio así como su uso farmacéutico en multitud de patologías está en estudio y en algunos casos demostrado:
. Artritis: El cannabis parece que ayuda a disminuir o eliminar el dolor y ganar movilidad.
Ansiedad y trastornos del sueño: el cannabis puede ayudar, al parecer, a reducir la tensión en los estados de ansiedad y favorece la relajación de todo el organismo.
Anorexia. El cannabis estimula, según estudios, el apetito.
Asma: el cannabis parece que es un broncodilatador natural que ayuda a mejorar la ventilación pulmonar.
Alzheimer: está en estudio el papel del cannabis como neurogenerador, ligado a uno de sus componentes.
Cáncer: el cannabis podría actuar sobre parte de los efectos secundarios que sufren los pacientes que están en tratamiento con quimioterapia: náuseas, vómitos o disminución del apetito.
Depresión: el cannabis tendría efectos en calmar la ansiedad y ayuda.
Dermatitis atópica: el cannabis podría disminuir la picazón y el dolor. Su uso continuado ayudaría a regenerar y a proteger la piel.
Dolor crónico: el THC podría calmar el dolor. También actuaría en dolores sufridos a causa de traumatismos, intervenciones quirúrgicas, etc. Indicado también para la fibromialgia.
Dolores de espalda: su consumo o las friegas con alcohol de cáñamo aliviaría los dolores, ya sean agudos o crónicos.
Esclerosis múltiple: el cannabis ayudaría a controlar los espasmos y los temblores musculares, así como la coordinación.
Epilepsia: con la ayuda del cannabis el enfermo podría controlar y evitar sus ataques.
Glaucoma ocular: el cannabis facilitaría, al parecer, que el ojo segregue menos líquido y el líquido acumulado se redistribuye y absorba.
Infecciones de la piel y quemaduras: se ha demostrado que la aplicación por vía tópica, mediante pomadas y lociones eliminaría las infecciones de la piel y aliviaría el dolor de las quemaduras de segundo grado impidiendo las infecciones.
Insomnio: el canabidiol parece ser un inductor del sueño.
Menstruación y dolores del parto: ayudaría, según estudios, en el momento de las náuseas que se producen durante el embarazo. Para los dolores tanto de la menstruación como los del parto poseería un alto carácter analgésico y relajante.
Migraña: produciría serotonina que podría detener el proceso nervioso que desencadena la migraña.
Paraplejia y tetraplejia: el cannabis permitiría desentumecer los músculos y aliviaría el dolor de los espasmos.
Síndrome de abstinencia: se ha demostrado su utilidad para aliviar los síntomas del síndrome de abstinencia a los adictos a drogas como alcohol, opiáceos o benzodiacepinas.
Reumatismo: los enfermos podrían ganar en movilidad y disminuiría el dolor.
Sida: el cannabis ayudaría a sobrellevar la terapia, estimulando el apetito, reduciendo los vómitos y aliviando los espasmos musculares, el dolor o la fatiga crónicos.
- Siendo el cannabis beneficioso para la salud en algunos aspectos y en otros en estudio, (recientes estudios han concluido que en España hay más de 2,5 millones de consumidores habituales y más 1,5 ocasionales)
- sabiéndose que lo consume todo tipo de personas
- estando científicamente comprobado que no se puede morir a causa de su consumo,
- a pesar de lo que se dice, no lleva a drogas duras ni genera violencia alguna….
- ¿Por qué los consumidores que usan la misma con un fin médico deben exponerse a ser detenidos, a estar obligados a que les sea suministrada por personas que paralelamente venden otras drogas en un ambiente de marginalidad e inseguridad, además de poder ser condenados por infringir la ley cuando únicamente pretenden mejorar su salud?
- ¿Tendría sentido que una persona con cáncer debiera autosuministrarse la morfina necesaria acudiendo a comprarla al mercado negro, a precio de oro y de una pésima calidad?
Parece que el autocultivo puede ser una solución a legalizar.
Manolo Romero