Cliente externo, interno, doméstico
Una de las grandes ventajas del counselling es que todas las habilidades que contiene (emocionales, de comunicación, de motivación para el cambio) pueden utilizarse cuando nos relacionamos con los tres tipos de interlocutores (clientes) que tenemos en nuestro día a día:
Cliente externo
Aquellos interlocutores “externos” a nuestra empresa: clientes (en el sentido más extendido y usual del término: los que compran nuestros servicios o productos), proveedores (a los que nosotros compramos servicios o productos), etc.
Cliente interno
Aquellos interlocutores “internos” a nuestra empresa: compañeros, equipos, jefes, subordinados, otros departamentos, etc.
Cliente doméstico
Aquellos interlocutores de nuestro entorno personal y doméstico: pareja, hijos, padres, familiares, amigos, conocidos, vecinos, etc.
Curiosamente, éste es un tipo de cliente al que no solemos mimar demasiado. Con frecuencia, al llegar a casa “bajamos la guardia del autocontrol” y nos lo/la “comemos”. Mal asunto. Craso error. Mi recomendación: Mimemos al “cliente doméstico” más que a ningún otro. Él/Ella se lo merece. Nosotros también.