VUELVEN 2 CLÁSICOS…

Es un verdadero placer confirmar la vuelta de 2 cursos ya clásicos:

  1. Gestión de emociones y personas. Nivel avanzado. 60 horas en Modalidad VIRTUAL. Del 29/9 al 21/12

Más información y preinscripciones en: https://www.easp.es/cursos/?idCurso=140302NA20

 

2. Promoción de la Salud Espiritual. De la evidencia científica a la práctica clínica.  20 horas en Modalidad PRESENCIAL.  16-17-18 Noviembre

Más información y preinscripciones en: https://www.easp.es/cursos/?idCurso=560P01NA20

¡¡ OS ESPERAMOS !!

Un cálido abrazo desde Granada y muy feliz verano

José Luis Bimbela Pedrola

 

ANOCHECIENDO EN GRANADA…

Hoy, VIERNES 17 de julio, escribo sobre CIENCIAS DEL COMPORTAMIENTO (autocrítica salubrista).

Titulares (y subtítulos)

Leo en la prensa el siguiente titular, ante los nuevos rebrotes de la pandemia: “Ciencias del comportamiento para lograr que te pongas la mascarilla”. Titular acompañado de un subtítulo muy claro y concreto: “Hay científicos dedicados a estudiar qué mensajes e incentivos son más efectivos a la hora de convencer a los ciudadanos de seguir pautas contra el coronavirus, ya sea taparse la boca, lavarse las manos, separarse dos metros o descargarse una app de rastreo”. En un primer momento me indigno (“¡A estas alturas aún estamos con esto!”, “¡No me lo puedo creer!”, pienso). Y mi cerebro, juguetón, me trae el recuerdo de esos epidemiólogos (varones la mayoría) quejándose (con razón) de la avalancha de epidemiólogos amateurs surgidos al calor de la pandemia; y que, paradójicamente, no tenían reparos en ejercer de improvisados psicólogos hablando (con un atrevimiento sorprendente) de las emociones y de los comportamientos de la ciudadanía. Aplico entonces esa Tabla de Gimnasia Emocional (TGE) de la que tanto hablo en cursos y conferencias y… ¡funciona! Leo con detenimiento y tranquilidad el texto completo de la noticia. Y entiendo los argumentos de la periodista; y sonrío. Y me enternezco recordando a esos epidemiólogos citados. Sé que son buena gente y que tienen buenas intenciones. Lo que ocurre es que, en temas relacionados con el comportamiento humano, algunos han olvidado lo que tanto nos recordaba Albert Jovell: «La tecnología más punta es la comunicación humana». Eso sí, están deslumbrados con Apps y algoritmos, con funciones y monitorizaciones varias, y con ese mítico y mitificado “Big data”. Por eso, después de gestionar saludablemente mis emociones, paso a la acción: decido escribir esta nueva (e inesperada) entrada al Blog. Las/os científicas/os del comportamiento de este país nos lo merecemos. Los y las periodistas, también. Los/as epidemiólogos/as, por supuesto. Y la ciudadanía, mucho más.

 

Jonathan Mann (y Lawrence W. Green)

Escribió lúcidamente Jonathan Mann, después de ejercer como responsable del programa VIH/SIDA de la OMS: “El comportamiento humano es mucho más complejo que cualquier virus”. Reflexión totalmente actual, según estamos comprobando cada día en reuniones familiares, fiestas juveniles y paseos colectivos en tiempos de desescalada. Años antes, Lawrence W. Green había diseñado un magnífico modelo para el diagnóstico conductual: el Modelo PRECEDE. Mezclando a Mann con Green y recordando que los buenos profesores de Matemáticas siempre me habían dicho que “Un problema bien planteado ya está medio resuelto”, tuve el atrevimiento de sintetizar, simplificar y reorganizar el modelo original (académicamente impecable) para convertirlo en una herramienta ágil y de fácil aplicación en el día a día de los/as profesionales sociosanitarios/as, de los educadores, de los padres y madres, de los/as políticos/as. Y de los/as salubristas. Es más, aproveché que el acrónimo P.R.E.C.E.D.E. se convertía en “precede” (presente de indicativo del verbo preceder) en cuanto le quitabas los puntos, para enfatizar (una y mil veces) que el diagnóstico conductual es imprescindible ANTES de cualquier intervención (incluyendo las bienintencionadas). Es la “fotografía” que precede a la intervención y que garantiza la pertinencia y calidad de la misma. Contempla 3 tipos de factores. Y, para cada tipo de factor, diferencia, desde el primer momento, los factores que están a favor de la conducta saludable que queremos promover (Usar las mascarillas, lavarse las manos, mantener la distancia mínima necesaria), de aquellos otros que están en contra; dado que la intervención post-diagnóstico será, lógicamente distinta. En un caso, potenciar, mantener y consolidar; y en el otro, prevenir, evitar, paliar.

 

Factores predisponentes (Subjetivos y antes del comportamiento)

Son los factores que motivan para llevar a cabo determinados comportamientos: información, actitudes, valores y creencias. Mi querido profesor Ramón Bayés lo sintetiza muy bien: “Información y emoción”. Y añade sabiamente: “La información es condición necesaria, pero no suficiente para cambiar comportamientos”. Pues eso. Lo que recogemos en los factores predisponentes es todo aquello que tiene que ver con la motivación de la persona: lo que sabe y conoce, lo que teme y supone, lo que espera y desea, lo que se cuestiona. Es decir, todos los factores subjetivos (dudas incluidas) que influyen en la conducta antes de que se produzca (motivándola o desmotivándola). Aquí el trabajo fundamental del “diagnosticador” (fotógrafo/a) será recoger honestamente (sin traducciones ni traiciones, sin interpretaciones ni censuras) lo que “el otro” dice (Repito: dice). Si no lo dice, no vale (No se admiten suposiciones ni lecturas de pensamiento). Además, recogemos lo que dice tal cual lo dice, textualmente, con sus correspondientes comillas (para evitar la tentación, muy frecuente, de poner lo que a mí me gustaría que dijeran o lo que dice el eslogan de la campaña que ya he puesto en marcha). Veamos algunos ejemplos de predisponentes /motivadores. A favor: “Me gustaría lograrlo, voy a esforzarme”; “Creo que así sería más seguro pasear cada tarde con mis amigos”; y en contra: “No lo conseguiré, enseguida me canso”; “¿Y qué gano yo con este cambio?”.

 

Factores facilitadores (Objetivos y después del comportamiento)

Los factores que facilitan los comportamientos: habilidades del propio sujeto y recursos (humanos y materiales) del entorno. Incluyendo la accesibilidad (física, emocional, social, geográfica, horaria, etc.) de dichos recursos. Aquí el/la fotógrafo/a recoge lo que ve por el “objetivo de la cámara”: factores objetivos por tanto (sin comillas, sin frases textuales de nadie). Por ejemplo; a favor: Tiene habilidades de comunicación no verbal; existe buen material educativo sobre medidas preventivas; hay profesionales de la salud, en Atención Primaria, formados y motivados en el tema en cuestión; y en contra: Carece de habilidades de comunicación asertiva; el grupo de amigos/as se muestra reacio al cambio; el Centro de actividades está lejos de su domicilio. Sugerencia práctica para el/la diagnosticador/a: formule, por favor, los factores facilitadores en el modo verbal Indicativo; y así evitará el riesgo de escribir una carta a los reyes magos, cosa que ocurriría si usase el modo subjuntivo (que tenga habilidades, que haya talleres formativos, que haya mascarillas y que sean baratas); y también evitará una intervención inadecuada (por precipitada) en el momento del diagnóstico; lo que ocurriría si usase el infinitivo: dar folletos explicativos, hacer una reunión con los profesores, cambiar los horarios de atención a la ciudadanía.

 

Factores reforzantes (Consecuencias después del comportamiento)

La aportación más novedosa del modelo es, probablemente, la que tiene que ver con los llamados factores reforzantes. Lo que en lenguaje más entendible podríamos denominar las consecuencias. Es decir; antes de intervenir, es clave identificar las posibles consecuencias que el cambio va a tener para la persona; a fin de reforzar y maximizar las positivas; y minimizar o evitar las negativas. Se trata de elaborar hipótesis basadas en la evidencia científica de la que se disponga. De esta forma podremos garantizar que el cambio de comportamiento que se consiga sea duradero y sostenible. De los 4 factores reforzantes, hay 3 de tipo objetivo (consecuencias sociales, consecuencias físicas y emocionales, y consecuencias tangibles/económicas) y 1 de tipo subjetivo (auto refuerzo): aquello que ha sentido la persona cuando ha realizado (aunque haya sido temporalmente) la conducta saludable. Si no lo ha hecho nunca, simplemente no habrá nada en este apartado de auto refuerzo. Posibles ejemplos a favor:  Los/as profesionales refuerzan los logros e intentos de la persona; Ahorro derivado de viajar menos; “Me siento satisfecho por estar cumpliendo la normativa” (auto refuerzo); posibles ejemplos en contra: Algunos amigos se burlan; Cansancio emocional por la necesidad de mantener las medidas preventivas durante un periodo largo de tiempo; gasto derivado de la compra de mascarillas. Y de la mano de Ramón Bayés, ponemos una guinda a los factores reforzantes: será importante identificar prioritariamente las consecuencias que sean lo más inmediatas posibles a la conducta saludable que estamos promoviendo, dado que son las que tendrán una mayor influencia en el mantenimiento o no del cambio.

 

Selfies conductuales (y auto evaluaciones)

El modelo PRECEDE resulta también muy útil y aplicable para mejorar los hábitos (emocionales, comunicacionales, sociales, educativos, salubristas) de los/as propios/as profesionales de la salud. Por ello sugiero, con todo el cariño del mundo y con todo el entusiasmo del que soy capaz, la realización periódica de unos cuantos Selfies conductuales (autorretratos, autodiagnósticos), que garanticen la calidad y la excelencia del trabajo realizado, en el ámbito profesional y, desde luego también, en el ámbito personal y doméstico. Finalmente, me gustaría señalar que otra de las grandes aplicaciones del modelo PRECEDE en el ámbito de la, ahora tan nombrada y valorada, salud pública (mejor tarde que nunca) es la relacionada con la evaluación de intervenciones; pues permite una FOTO PRE y una FOTO POST muy adecuadas para identificar los efectos de las acciones e intervenciones que se vayan llevando a cabo. Sea en la prevención de la expansión del coronavirus; sea en la promoción de una alimentación saludable, o sea en la potenciación de relaciones sociales empáticas y solidarias.

6 párrafos, 6 regalos

PRECEDE y Atención Farmacéutica  https://www.farmaceuticoscomunitarios.org/es/journal-article/aplicacion-del-modelo-precede-farmacia

PRECEDE y Sanidad Penitenciaria  http://www.sanipe.es/OJS/index.php/RESP/article/view/195/431

PRECEDE y Diabetes  https://www.revclinesp.es/es-eficacia-del-modelo-precede-educacion-articulo-S0014256509718168

Sugiero búsqueda en Google Académico: “Modelo PRECEDE Bimbela” (y perdonen la auto cita):  https://scholar.google.es/scholar?hl=es&as_sdt=0%2C5&q=Modelo+PRECEDE+Bimbela&btnG=

Aplicación del modelo PRECEDE en la prevención del VIH/SIDA. Revista Matronas Profesión. Pese a lo que ponen los títulos de crédito, mi Doctorado es en Psicología (no en Medicina). Que conste en acta.       https://www.federacion-matronas.org/revista/wp-content/uploads/2018/01/vol2n3pag4-9.pdf

Propuesta de formato facilitador para la FOTO Diagnóstica (Un problema bien planteado…). Formato PRECEDE- Bimbela

 

Hasta pronto. Muy feliz verano¡¡¡¡

José Luis Bimbela Pedrola

Para Lawrence W. Green

Para Jonathan Mann, in memoriam

 

 

 

AMANECIENDO EN SÁBADO 14

Hoy, sábado 11 de julio, escribo sobre la SALUD 2020

 Después de escribir 13 amaneceres en sábado (y en Granada) me siento agotado. Física y emocionalmente. También contento y feliz, la verdad. Y sereno. He vivido los duelos de mi padre (miércoles 8 de abril) y de mi madre (miércoles 1 de julio;) y me siento lleno de ellos (y de nosotros). Y, hoy sábado 11 de julio, cierro esta serie con un amanecer en plan “síntesis final integrativa para pasar a la acción”. Espero, de todo corazón, que os guste y os sea útil.

La tetradimensionalidad de la salud (bio-psico-social-espiritual) ha quedado, en 2020, ampliamente superada. Incluso con la quinta dimensión, que incorporé hace unos meses en este mismo Blog, la dimensión ética, la definición se queda corta tras la crisis del coronavirus. Llega una nueva era, una nueva época. O, por decirlo de forma menos grandilocuente, un nuevo escenario. Que tendrá mucha lírica (lo íntimo, lo emocional, lo sentimental) y mucha épica (lo colectivo, lo social, lo comunitario). Lo digo (y lo escribo) claro. Con contundencia y con convencimiento. Orgullosamente humilde, como diría el gran Ángel Pavlovsky. Cuando en 2017 publiqué una editorial sobre la Salud Pública del 2020, dije que se escribiría con S. De Sí y de Sentido; de Serenidad y de Sosiego; de Síntesis; de Sobriedad y de Sencillez; de Silencio y de Soledad; y de Solidaridad. Me quedé corto. El nuevo Escenario post-pandemia se escribirá con E, concretamente con 8 Es: La E de Ética y de Espiritualidad; la E de Estética y de Emociones; la E de Ecpatía y de Estrategia; la E de Ejercicio y la E de (permitidme la licencia) Eat. Y, en este caso también, el orden de los factores sí altera el producto final. En este sentido, es especialmente relevante “superar” la criba ética inicial, puesto que esa decisión va a marcar, de forma significativa, el resto de acciones (el resto de Es). Ahí van algunos ¿fogonazos? ¿fulgores? ¿destellos? al respecto (no tengo fuerzas para más):

1. Con E de ÉTICA

. La pandemia lo ha confirmado, y la gran investigadora Helena Legido nos lo recuerda: “La austeridad mata”. Y me pregunto: ¿Y el “afán de lucro”?

. El optimismo es, en estos momentos, una decisión ética. Sentirlo sólidamente (yo conmigo) y contagiarlo honestamente (yo contigo, nosotros y nosotras).

. La pregunta ética primordial es de Adela Cortina: “¿Cuál es el “para qué?”; y la traduzco en: ¿Cuál es, honestamente, mi objetivo? En salud pública respondemos, y proponemos: Nuestro objetivo como salubristas es doble: Mi bienestar y el bienestar del otro (sea quien sea el otro: paciente, ciudadano, compañero, jefe, subordinado, pareja, hijo/a, amigo/a…). Si nuestra intervención no supera esta criba ética, necesariamente hay que repensarla.

. Egos fuera (por favor, por favor, por favor) ¿Autocrítica amorosa? Sí, gracias.

Sugerencia para redondear la primera E (Ética): Entrevista grupal sobre “Ética y el coronavirus”. Joan Carles March. Gaceta Sanitaria. Canal YouTube, 2020. Ejemplo de reflexión para la acción.  https://www.youtube.com/watch?v=3TPQjFDIEGM&t=1730s

 

2. Con E de ESPIRITUALIDAD

 . ¿Qué da sentido a mi vida? ¿Qué pinto yo aquí? ¿Cuáles son mis dones y mis talentos? ¿Qué puedo dar? ¿Qué puedo aportar?

. Sumando la dimensión intrapersonal (yo conmigo) con la dimensión interpersonal (yo contigo, nosotros) y con la transpersonal (autotrascendencia).

. Aprender de la mano (y el corazón, y el cerebro) de Viktor Frankl y de Francesc Torralba. Y de Cesáreo Amezcua, por supuesto.

. Crecer espiritualmente con Mariola Bernal, que nos propone esa maravillosa suma de hedonismo (sentirse bien) y de eudemonía (sentir propósito), que es esa vida plena (que sí puede dar sentido a una vida).

Sugerencias para redondear la segunda E (Espiritualidad):

Inteligencia Espiritual”. Francesc Torralba. Plataforma, 2010.

Coaching espiritual”. Cesáreo Amezcua. San Pablo, 2016.

 

 3. Con E de ESTÉTICA

. Ya lo que dice ese cuento árabe que nos recuerda Fernando Savater con frecuencia: “El pan para poder vivir y la rosa para querer vivir”.

. El arte que sana, que salva, que nutre, que vivifica y que da sentido (al que lo hace/crea/idea y/o al que lo percibe/recibe/siente).

. Régine Detambel, escritora y biblioterapeuta, nos regala dos perlas: “La literatura es un arte de vivir para tiempos de catástrofe” (Albert Camus);  “No he tenido una pena que una hora de lectura no disipara” (Montesquieu).

. Barrios bellos, calles cuidadas, fachadas bonitas… mejoran la salud emocional, social, ética y espiritual (no solo en Medellín, por cierto). Y el autocuidado estético (individual, grupal y comunitario).

Sugerencias para redondear la tercera E (Estética):

La rehumanización del arte. Ética y estética en la literatura y las artes”. Salvador Oliva. Zarcillo, 2015

La hora extra”. Marta García. Cadena Ser. Los domingos (07,30-08,00)

 

 4. Con E de EMOCIONES

. Esa inteligencia emocional que, siguiendo a Epicteto, nos recuerda que lo más relevante no es lo que pasa, sino cómo interpreto lo que pasa. Y yo decido cómo interpretarlo.

. Esa salud emocional que tanto nos empodera: Ante lo que hay, yo decido qué pensar, y qué sentir. Me emociona leer Ara Malikian: “Me pregunto si todos aquellos artistas que se fueron tan pronto tenían el mismo miedo que yo, que dejaran de quererlos”.

. “No es coincidencia que sean diez países gobernados por mujeres los que mejor y más rápido han actuado y han sabido comunicar a su población confianza y seguridad” dice Juan Verde. Sí, las emociones se contagian.

. Nuestro cerebro sobreactúa. Y con frecuencia reacciona de manera desaforada (“hipocondriaca”) ante estímulos que realmente no nos ponen en peligro vital. Aprendamos a hablarle, a negociar con él, a colaborar, a jugar…

Sugerencias para redondear la cuarta E (Emociones):

Es emocionante saber emocionarse”. Roberto Aguado, EOS, 2014.

Optimismo inteligente”. M. Dolores Avia y Carmelo Vázquez, Alianza, 2018.

 

5. Con E de ECPATÍA

. Esto es; esa empatía concreta y argumentada:María, entiendo que esto te cueste. Es la primera vez que lo intentas y aún no tienes el hábito”, que empatiza manteniendo la indispensable distancia terapéutica; y que evita tanto la típica frase hecha (que no impacta) “María, te entiendo” como la sobre implicación (puro ego) que suplanta al otro: “María, a mí también…”.

. Palabras y acciones que sanan. Sí, las conductas también se contagian. Comunidades compasivas que aman (y lo dicen; y lo hacen).

. La pregunta, la escucha, la empatía, la síntesis, el refuerzo, la retroalimentación son arte: 1% de inspiración y 99% de transpiración (“que las musas me pillen trabajando” que diría Picasso) y son gimnasia: entrenar, entrenar, entrenar. Y en unas 3 semanas… ¡¡Conseguido!!

. Esa salud social que suma interdependencias solidarias; y evita las dependencias tóxicas y las independencias egocéntricas.

Sugerencias para redondear la quinta E (Ecpatía):

 Empatía y ecpatíaJosé Carlos Bermejo. Revista Humanizar, 2011. Centro Humanización Salud. . https://ache-counselling.org/empatia-y-ecpatia/

Gimnasia Social. La prácticaJosé Luis Bimbela. Escuela Andaluza de Salud Pública, 2009. (Descarga legal y gratuita desde este mismo Blog. Epígrafe: PUBLICACIONES).

 

 6. Con E de ESTRATEGIA

. De la Biblia (“Amarás al prójimo como a ti mismo”) a José Antonio Marina (“La felicidad tiene que ver con mi bienestar y el bienestar” del otro”), pasando por Carlo Cipolla y Josep Torres (“la estrategia inteligente – ganar / ganar – es la que permite cambios duraderos”)

. Sumar y compartir. Negociar y consensuar. Acordar. Y celebrarlo.

. Ante lo que hay yo decido qué hacer, atendiendo a los criterios de coherencia (con mis valores éticos) y de inteligencia (ganar/ganar)

. Hacer fácil y sostenible lo saludable. En mi entorno personal y en mi entorno social. Empezando, claro, por mí mismo/a.

Sugerencias para redondear la sexta E (Estrategia):

 Allegro ma non troppo Carlo Cipolla. Planeta, 2012

yo decido. La tecnología con alma José Luis Bimbela. Desclée de Brouwer, 2014 (Cedidos los beneficios económicos por la venta a la ONG SICOM). La minúscula del yo decido no es un error.

 

7. Con E de EJERCICIO

 . Respirar. Inspiración y espiración. Inhalación y exhalación. Respiraciones conscientes.

. Andar, caminar, deambular. Paseos conscientes. Y si son “forestales” (entre árboles, en el bosque…) aún mejor.

. De la anti gimnasia al Yoga. Del Chi kung al Tai-chi. Y el Pilates, claro. Y, a veces, la técnica Alexander. Estirar, estirar, estirar… Gracias, Yolanda Castellote.

. Y la danza, y la biodanza. Y el baile siempre. Y los abdominales hipopresivos, por supuesto.

Sugerencias para redondear la séptima E (Ejercicio):

 El cuerpo tiene sus razones. Autocura y antigimnasia”. Thérèse Bertherat y Carol Bernstein. Paidós, 2012

 Ejercicios hipopresivos. Mucho más que abdominales”. Piti Pinsach y Tamara Rial. La esfera de los libros, 2015

 

8. Con E de… ¡EAT!

. Parece que sí, que “Somos lo que comemos” como ya afirmaba, en 1850, Ludwig Feuerbach, filósofo y antropólogo alemán.

. Y sí, volvemos a reivindicar los huevos (con Salvador Mora y Raimon Samsó, mis admirados modelos). Y con un agradecimiento eterno al Dr. David Servan-Schreiber con su dieta anti cáncer.

. Dieta antiinflamatoria y antioxidante. Me gusta la colorida propuesta de Elisa Blázquez: frutos (rojos) + Verduras (verdes) + Aceite oliva virgen extra (amarillo) + Frutos secos y semillas (marrón) + Cúrcuma y jengibre (naranja).

. Y cada vez más, el pan de trigo sarraceno. Y mucha fruta y verdura, claro.

Dieta alcalina, mejor. Y ¿azúcar refinado? No, gracias. ¿Harinas refinadas? Tampoco.

Sugerencias para redondear la octava E (Eat):

El intestino feliz”. Justin y Erica Sonnenburg. Aguilar, 2016.

 Cumplir 40 a los 60. Sano, joven y libre de dolor de cabeza”. Raimon Samsó. Obelisco, 2019.

 

Con una pirámide (como la del edificio EASP) para organizarlo y verlo mejor: BIMBELA, JL – Pirámide SALUD 2020

Y con una foto para inmortalizarlo (es de las pocas imágenes que se conservan del famoso confinamiento de 2020):

Abrazo enorme y largo.

Intenso y cálido.

Profundo.

Corazón con corazón.

 

Hasta aquí he llegado. Ha sido un reto muy motivador y estimulante.

Y un viaje apasionante. Como lo es la música del gran Miles Davis. Aquí os dejo una canción que me encanta y con la que he bailado mucho durante este confinamiento (en el balcón de casa y tomando el sol): High Speed Chase

https://www.youtube.com/watch?v=CAfYQV7wbfo

Muy feliz semana ¡¡¡¡

José Luis Bimbela Pedrola

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

AMANECIENDO EN SÁBADO 13

Hoy, sábado 4 de julio, escribo sobre el

El Amor

Hay que reconocer, con todo el cariño, que los diez mandamientos empiezan de forma mejorable. Con prohibiciones poco facilitadoras, ahora lo sabemos, de cambios duraderos y sostenibles. No hagas esto, no hagas lo otro. No hagas lo de más allá. No, no, no. Sin embargo, rectifican (esa cualidad atribuida a los sabios y a las sabias) y sintetizan (otra cualidad muy sabia, por cierto) para acabar muy bien: “todos estos mandamientos se sintetizan en dos, amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”. Sí, sí, sí. A lo que me permito añadir “Y lo amarás (al prójimo) y te amarás (a ti mismo) mucho”; para que no haya dudas sobre la dosis adecuada. Teresa de Calcuta lo tenía claro cuando afirmaba: “No estoy en contra de la guerra; estoy a favor de la paz”. Por eso me parece mejor el “solo sí es sí” que el “no es no”. Al menos, hasta que las mujeres tengan el suficiente poder social, económico y político para que su “no” detenga inmediatamente lo indeseable y al indeseable.

La Ciencia

La «teoría de los procesos irónicos» (Daniel Wegner, 1994) ayuda a entender muy bien el lío monumental que se hace nuestro cerebro cuando le llega algún “no” (La típica propuesta hecha por el ponente de turno a un auditorio: “Por favor, les ruego que no piensen en un elefante blanco” ya es más que un clásico). Y me gusta especialmente la forma en la que la filósofa y poeta Chantal Maillard lo sintetiza: ”Todo acto de pensamiento es una imagen” ¿Cómo visualizar pues un “no elefante blanco”? En Salud Pública ya hace bastantes años que tuvimos claro que el enfoque “promover salud” (los famosos hábitos saludables) provocaba mejores resultados (y más duraderos) que el enfoque “prevenir enfermedad”. Y confieso que me sigue encantando recordar, en conferencias y actividades varias, que yo trabajo (muy feliz y motivado, por cierto) en una empresa que se llama “Escuela Andaluza de Salud Pública”, no de enfermedad pública.

La Vida

Con Joan Carles March, amigo y colega en las lides congresuales y docentes, nos gusta recordar, a los/as directivos/as a los/as que formamos, que necesitamos unos cuantos síes para compensar cada uno de los noes pronunciados (verbales y no verbales) y/o escritos. Y en el ámbito doméstico (con hijos/as, padres/madres, parejas) todo parece indicar que la cantidad de afirmaciones “compensatorias” necesarias se dispara. Y digo más (por mi experiencia como paciente con dolor crónico): cuando nos centramos solamente en lo que ya no podemos hacer, en lo que ya no tenemos, en lo que no podremos conseguir, en lo que no…no… no… la “depre” está asegurada (me pilló). Y un ruego final: cuando, después de un entusiasta entrenamiento, por fin seamos capaces de ejercer el sí, evitemos (por favor, por favor, por favor) añadirle una coma y ese tóxico “pero” que se lo carga entero (el sí). Y disculpen el pareado.

3 párrafos, 3 regalos

  1. Una frase: “Una sonrisa, o una risa, es un acto de afirmación en la vida” (Carlos Boyero conversando con Andreu Buenafuente).
  2. Un libro: “El hombre rebelde” de Albert Camus; en cuyas primeras páginas podemos leer: “¿Qué es un hombre rebelde? Un hombre que dice no. Pero negar no es renunciar: es también un hombre que dice sí desde su primer movimiento”
  3. Una canción que es un sí (dulce y precioso; melódico y cadencioso) a la vida:Buenos momentos” de Julio Bustamante: https://www.youtube.com/watch?v=68eFjgk4Xeg

Hasta el próximo sábado (que será, probablemente, el último).

Muy feliz semana ¡¡¡¡

José Luis Bimbela Pedrola

Para Luis Piedrahita, genio de las palabras, luz en las tinieblas.

 Para Sergio Makaroff, por el optimismo; y las ganas de vivir (y de bailar): https://www.youtube.com/watch?v=KTiP-AVTFxI