Hoy, sábado 25 de abril, escribo sobre LA LIBERTAD
Recuerdo perfectamente la dedicatoria que escribí en el primer libro que publiqué. El libro se titulaba ”Cuidando al cuidador. Counseling para sanitarios” y la dedicatoria decía: “Para mi padre y mi madre por hacerme libre”. En las siguiente ediciones, añadí una para mi hijo: ”Para Marcel, mi amor más incondicional”. Y ahora, décadas después, releo el WhatsApp que me envió Marcel hace ya unos cuantos días del padre (traduzco del catalán original, y respeto los signos de puntuación, las mayúsculas y las minúsculas): “Papi ¡¡¡¡felicidades!!!! Gracias por hacerme libre, independiente y autosuficiente. Hay muchos modelos de familia, pero personalmente prefiero el nuestro ¡Te quiero!” Lloré de alegría. Bailé y canté (Creo que la canción era “Muchísimo amor” de Led Zeppelin, una de nuestras canciones fetiche). Y luego, ya más tranquilo, le llamé (móvil mediante) y se lo agradecí mucho. Muchísimo.
En 1993 volé de mi Barcelona natal a Granada. Iba a trabajar en la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP). Para “cambiar el mundo” (esa fue textualmente su irresistible propuesta) y para ser más libre. Y así ha sido. Amo a esa empresa porque me siento libre. En mis clases y en mis conferencias. En mis cursos y en mis talleres. En mis investigaciones y en mis consultorías. Y en mis cooperaciones internacionales. Y me siento libre con los/as colegas y con los/as jefes/as. Con los alumnos y las alumnas. Y, como me siento libre (y cuidado, y valorado, y respetado) confío. Y me entrego en cuerpo y alma. Intentando, en cada momento y en cada lugar, dar lo mejor de mí; y ayudar a seguir cambiando el mundo… a mejor.
Ningún dolor es una bendición. Ni el dolor físico ni el emocional. Ni el social ni el espiritual (“¿Qué hago yo aquí? ¿Qué sentido tiene mi vida?”) La verdadera bendición es que yo decido qué hacer con ese dolor, qué protagonismo le doy y para qué lo voy a utilizar. Ese es un poder que todos y todas tenemos, y que hay que ejercer, hay que poner en práctica, para que se convierta en un hábito saludable y liberador. Y ahora, en tiempos de reclusión por la pandemia, recuerdo con frecuencia esos inmensos territorios abiertos que aparecían en las películas del Oeste que tanto me gustaban (y me gustan). Y también recuerdo que en esos westerns siempre prefería que ganasen los “indios”, los pieles rojas (sioux, apaches, cheyennes, comanches, navajos, cherokees, pies negros, arapahoes). En sus praderas sin fin, con sus caballos sin sillas de montar, y ¡¡sin uniformes!! Me parecían tan libres…
- Por cierto ¿Tanta libertad es… gratis?
- En absoluto.
- ¿Cuánto vale?
- Muchas soledades.
3 párrafos, varios regalos:
- Un artículo publicado en IDEAL de Granada. La inesperada y sorprendente libertad que produce la propia vulnerabilidad.
MIS ENCUENTROS CON CHANTAL MAILLARD
- Un poema: “Deseo de ser piel roja”, de Leopoldo María Panero
(Sitting Bull ha muerto, los tambores lo gritan sin esperar respuesta)
La llanura infinita y el cielo su reflejo.
Deseo de ser piel roja.
A las ciudades sin aire llega a veces sin ruido
el relincho de un onagro o el trotar de un bisonte.
Deseo de ser piel roja.
Sitting Bull ha muerto: no hay tambores
que anuncien su llegada a las Grandes Praderas.
Deseo de ser piel roja.
El caballo de hierro cruza ahora sin miedo
desiertos abrasados de silencio. Deseo
de ser piel roja.
Sitting Bull ha muerto y no hay tambores
para hacerlo volver desde el reino de las sombras.
Deseo de ser piel roja.
Cruzó un último jinete la infinita
llanura, dejó tras de sí vana
polvareda, que luego se deshizo en el viento.
Deseo de ser piel roja.
En la Reserva no anida
serpiente cascabel, sino abandono.
3: Una frase: “Yo enfermo cuando no doy libertad al otro” (Horts Müller)
4: Una sorpresa, recién descubierta, en la voz del propio autor: Joan Margarit.
http://www.joanmargarit.com/es/la-libertad/
- Y, para poner la guinda a todos estos regalos que nos ofrecen los y las artistas, una canción: “Give Me Back My Freedom” de Peter Green. Irresistible. Déjate llevar, por favor.
https://www.youtube.com/watch?v=Ld5IMIFQPqk
Muy feliz semana ¡¡¡¡
José Luis Bimbela Pedrola
Para mi hijo…