Vecinos del Barrio de la Cruz de Granada se están negando a que la asociación Calor y Café se establezca en su barrio
Piden no verlos ni en sus calles ni en sus plazas….
Vecinos del barrio de la Cruz de Granada capital, que se han constituido en plataforma, contra la apertura de un centro y comedor social de la ONG ‘Calor y Café’ que consideran “peligroso” para niños y mayores “por el tipo de personas que lo frecuentarán”.
Dicen los vecinos que el barrio “no es insolidario” con el colectivo de las personas desfavorecidas, puesto que acoge otras asociaciones contra la drogadicción y el alcoholismo, de síndrome de down, de sordos, casas de acogida para mujeres, y una parroquia “que ayuda a muchísima gente”.
La razón principal de la oposición del barrio es que esta ONG, Calor y Café “no hace control de las personas a las que ayuda”, como demuestran los actos violentos que se han producido a sus puertas “y que han salido en los medios de comunicación”. “La gente está muy asustada, y ha subido ya la inseguridad en el barrio. Calor y Café puede hacer un daño irreparable”, consideran desde la plataforma, que ha recogido ya 1.000 firmas en contra del centro social.
“Los vecinos tenemos una sensación de impotencia terrible, porque podemos perder nuestros espacios, los que usan los niños y mayores. Sería dramático”, dicen los vecinos que no van a cejar en su empeño de defender la seguridad en el lugar en el que viven.
¿Qué quería la Asociación Calor y Café?: Instalar un centro social en el barrio granadino de la Cruz, ligado a su labor con los “sin hogar”.
La Junta Directiva de Calor y Café ha censurado que un grupo de ciudadanos de Granada lleve ya más de dos años “vertiendo contra la Asociación “innumerables mentiras, difamaciones amenazas, informaciones falsas o deformadas, injurias a las personas, calumnias, manifestaciones públicas, algarabías y hasta amenazas ocultas en el anonimato, con el exclusivo objeto de que no se instale en su barrio un lugar adonde se atienda en sus necesidades más vitales a un grupo de personas, las más desfavorecidas de la sociedad”.
Calor y Café de Granada es una asociación sin ánimo de lucro establecida oficialmente desde el año 2004, aunque parte de sus fines fueron comenzados a implantarse, casi diez años antes. “En contra de lo que malintencionadamente se manifiesta, no disponemos de subvención pública alguna, sino esporádicas ayudas de algunas entidades u organismos públicos (de los que sus Servicios Sociales nos remiten la mayoría de nuestros usuarios, por necesidades evidentes y contrastadas), y sí, de las aportaciones en variable cuantía de nuestros socios, y las donaciones personales o anónimas que recibimos”.
La asociación, según asegura su directiva, no tiene personal contratado (solo una persona a media jornada para gestiones burocráticas) y se nutre de 34 voluntarios “que prestan todo su saber y entender en las distintas actividades”, que fueron valoradas por el Ministerio del Interior, y merecieron en el año 2007 la declaración de ‘Asociación de utilidad pública’. Sus cuentas anuales son remitidas al Registro Nacional de Asociaciones en Madrid, para ser auditadas y quedar expuestas a exposición pública, permanentemente.
Calor y Café acoge “a los que más han sufrido por diversas circunstancias de la vida al haber perdido el empleo, la familia, a los que quieren salir de una situación marginal, exalcohólicos, exdrogadictos, pero jamás ha podido demostrar nadie que en nuestra sede se han visto jeringuillas u otros efectos, como falsamente se nos acusa”.
“Ayudamos en reparto de alimentos a más de cien familias carentes de medios, lavamos la ropa a quienes carecen de posibilidad de ello, ofrecemos duchas para que los usuarios se aseen y puedan manifestarse en mejores condiciones al abordar un empleo. Y por desgracia, no repartimos comidas. A cuantos llegan ateridos de frío y victimas del cansancio, les ofrecemos un café y unas galletas en la hora de merienda que es de 5 a 7,30 de la tarde. Servimos de domicilio a efectos del correo, para los que no tienen dirección, y ayudamos en la consecución de los documentos personales (DNI, pasaportes, currículum)”, explican.
El propósito de la asociación es pues mantener su criterio y seguir realizando sus actividades, y por ello confía en obtener “si no el aplauso, sí la comprensión y crédito de numerosas personas que con otra información nos han visto como creadores de peligros inexistentes y apocalípticas consecuencias para los habitantes del barrio en el que pensamos trasladarnos a causa de la pequeñez de nuestros locales y la mayor afluencia de personas necesitas que en estos tiempos nos demandan ayudas”.