Posibles usos terapéuticos del CÁNNABIS (II).

Una de las aplicaciones que con mayor fuerza se esgrimen para justificar los beneficios del cannabis son sus usos terapéuticos.

Desde hace casi 5.000 años (otras fuentes situan su antigüedad en torno a los 4.000 años) viene utilizándose en la medicina tradicional china, y que tras pasar a Europa 500 años antes de Cristo, llegó en el siglo XV de manos de los europeos extendiéndose por el mundo que en aquellos años se empezaba a descubrir .

En Estados Unidos se cultivó desde el año 1.600, llegando a ser el principal cultivo de Washington a finales del siglo dieciocho. Era habitual su consumo hasta que la Ley Federal de 1937 prohibió su cultivo y consumo.

Sin embargo, además del consumo lúdico como droga, la marihuana tiene un amplio abanico de utilidades terapéuticas que normalmente se desconocen.

LA PLANTA

La planta de la marihuana contiene CERCA DE 70 CANNABINOIDES (o principios activos), de los cuales el principal es el THC. La investigación sobre el THC ha permitido el descubrimiento de receptores cannabinoides endógenos.

Se han descrito por ahora dos receptores cannabinoides:

  • el CB1 (presente en el SNC y algunos órganos periféricos) y
  • el CB2 (presente solamente en células del sistema inmune de la periferia).

SU POSIBLE VALOR TERAPÉUTICO:

Su valor como analgésico e antiinflamatorio así como su uso farmacéutico en multitud de patologías está en estudio y en algunos casos demostrado:

. Artritis: El cannabis parece que ayuda a disminuir o eliminar el dolor y ganar movilidad.

Ansiedad y trastornos del sueño: el cannabis puede ayudar, al parecer, a reducir la tensión en los estados de ansiedad y favorece la relajación de todo el organismo.

Anorexia. El cannabis estimula, según estudios, el apetito.

Asma: el cannabis parece que es un broncodilatador natural que ayuda a mejorar la ventilación pulmonar.

Alzheimer: está en estudio el papel del cannabis como neurogenerador, ligado a uno de sus componentes.

Cáncer: el cannabis podría actuar sobre parte de los efectos secundarios que sufren los pacientes que están en tratamiento con quimioterapia: náuseas, vómitos o disminución del apetito.

Depresión: el cannabis tendría efectos en calmar la ansiedad y ayuda.

Dermatitis atópica: el cannabis podría disminuir la picazón y el dolor. Su uso continuado ayudaría a regenerar y a proteger la piel.

Dolor crónico: el THC podría calmar el dolor. También actuaría en dolores sufridos a causa de traumatismos, intervenciones quirúrgicas, etc. Indicado también para la fibromialgia.

Dolores de espalda: su consumo o las friegas con alcohol de cáñamo aliviaría los dolores, ya sean agudos o crónicos.

Esclerosis múltiple: el cannabis ayudaría a controlar los espasmos y los temblores musculares, así como la coordinación.

Epilepsia: con la ayuda del cannabis el enfermo podría controlar y evitar sus ataques.

Glaucoma ocular: el cannabis facilitaría, al parecer, que el ojo segregue menos líquido y el líquido acumulado se redistribuye y absorba.

Infecciones de la piel y quemaduras: se ha demostrado que la aplicación por vía tópica, mediante pomadas y lociones eliminaría las infecciones de la piel y aliviaría el dolor de las quemaduras de segundo grado impidiendo las infecciones.

Insomnio: el canabidiol parece ser un inductor del sueño.

Menstruación y dolores del parto: ayudaría, según estudios, en el momento de las náuseas que se producen durante el embarazo. Para los dolores tanto de la menstruación como los del parto poseería un alto carácter analgésico y relajante.

Migraña: produciría serotonina que podría detener el proceso nervioso que desencadena la migraña.

Paraplejia y tetraplejia: el cannabis permitiría desentumecer los músculos y aliviaría el dolor de los espasmos.

Síndrome de abstinencia: se ha demostrado su utilidad para aliviar los síntomas del síndrome de abstinencia a los adictos a drogas como alcohol, opiáceos o benzodiacepinas.

Reumatismo: los enfermos podrían ganar en movilidad y disminuiría el dolor.

Sida: el cannabis ayudaría a sobrellevar la terapia, estimulando el apetito, reduciendo los vómitos y aliviando los espasmos musculares, el dolor o la fatiga crónicos.

  • Siendo el cannabis beneficioso para la salud en algunos aspectos y en otros en estudio, (recientes estudios han concluido que en España hay más de 2,5 millones de consumidores habituales y más 1,5 ocasionales)
  • sabiéndose que lo consume todo tipo de personas
  • estando científicamente comprobado que no se puede morir a causa de su consumo,
  • a pesar de lo que se dice, no lleva a drogas duras ni genera violencia alguna….
  • ¿Por qué los consumidores que usan la misma con un fin médico deben exponerse a ser detenidos, a estar obligados a que les sea suministrada por personas que paralelamente venden otras drogas en un ambiente de marginalidad e inseguridad, además de poder ser condenados por infringir la ley cuando únicamente pretenden mejorar su salud?
  • ¿Tendría sentido que una persona con cáncer debiera autosuministrarse la morfina necesaria acudiendo a comprarla al mercado negro, a precio de oro y de una pésima calidad?

Parece que el autocultivo puede ser una solución a legalizar.

Manolo Romero

¿REGULACIÓN o PROHIBICIÓN del CONSUMO de CÁNNABIS? (I).

Rasquera inunda de cannabis las páginas de periódicos y este blog no quiere estar fuera del debate.

Para escribir este artículo, no hemos tenido necesidad de recurrir a la letra pequeña de los argumentarios que tanto las personas que justifican su “regulación” como los contrarios a su empleo, ya sea terapéutico como lúdico y que cuestionan hasta “la discusión”, se han encargado de lanzar sus “padrenuestros” particulares disfrazados de sentencias.

Desde nuestra posición e independientemente de los usos que cada persona quiera dar a lo que la tierra ha puesto a nuestro alcance, sin manipulaciones, pretendemos poner una información para el debate, para que se complemente, para favorecer la participación,.

Detrás de algunas de éstas argumentaciones nos encontramos con demasiadas justificaciones pseudocientíficas, morales, éticas o de otra índole, existiendo un paralelismo (estudio realizado en la universidad British Columbia de Vancouver en 2002) que une a muchos de los defensores de la prohibición a otros puntos de vista como el aborto, libertad de expresión, familia, etc.

A Favor:

1. La marihuana no mata directamente.

2. La marihuana trata efectivamente los síntomas de enfermedades como: Esclerosis múltiple, Glaucoma, Cáncer, Sida, etc.

3. La guerra a la marihuana ha costado hasta la fecha 30 Billones de euros datos de la OMS), que podrían emplearse para dar trabajo a 800.000 profesores con un salario de 2.650 euros al mes.

4. Legalizar la marihuana reduciría la financiación con dinero de la economía mundial a las mafias internacionales.

5. El porcentaje de delincuencia donde la marihuana es legal son significantemente más bajas

6. Fue cultivada por primera vez hace 5.000 años y es una de las primeras plantas que no se cultivaban para comer, se empleó como materia prima de cuerdas y para uso lúdico.

7. El principio activo de la marihuana, el THC es menos nocivo que la nicotina.

9. Porque estamos en nuestro derecho. Vida, Libertad y la búsqueda de la felicidad son derechos inalienables de la declaración universal de los derechos del hombre.

10. Más del 45% de los habitantes de Europa y EEU apoyan la legalización y piensan que debería ser legal.

En contra:

  1. “Nadie ha producido un sistema de legalización que pueda ser exitoso a cualquier nivel”.
  2. La legalización no reduciría la delincuencia ni el control por parte de las mafias del tráfico.
  3. Ya existen demasiados problemas con el alcohol y el tabaco, como para “tener otra sustancia alteradora de la realidad, disponible y en el estante”.
  4. El consumo de cannabis tiene asociados graves problemas de salud
  5. El cannbis propicia ka escalada a drogas más «duras»
  6. El cannabis genera un síndrome de falta de motivación,
  7. No hay que evadirse de la realidad ni para divertirse hay que usar drogas
  8. El consumo aumentaría innevitablemente.
  9. El cannabis provoca dependencia

La enfermería en el tratamiento de heroína

En el tratamiento de sustitución de opiáceos, la enfermería desarrolla y ofrece la relación terapéutica primaria y principal y el cuidado con los pacientes. A pesar de su contribución esencial para el tratamiento de pacientes drogodependientes, la enfermería en el tratamiento de sustitución tiende a ser pasado por alto. Queremos describir las acciones de enfermería en el cuidado de los pacientes del PEPSA (Programa experimental de prescripción de fármacos en Andalucía, España), con los pacientes tratados con diacetilmorfina por vía intravenosa. en el hospital Virgen de las Nieves, en Granada.

El equipo de enfermería fue el responsable de la atención global e individualizada del paciente, centrándose en sus necesidades. El protocolo de actuación de la enfermería comprende la administración y supervisión del tratamiento y otras medidas dirigidas a reducir los daños, el fomento de hábitos saludables, el control del paciente y el asesoramiento.

El proceso general incluye: acyuación a la entrada del paciente, evaluación del estado de su salud en general, la entrega del tratamiento y la evaluación de la respuesta del paciente de recibir la diacetilmorfina inyectada.

El cuidado de los pacientes que son adictos a las drogas siempre exige una relación que garanticen la atención perfecta. Esta relación debe estar dirigida a fomentar y mantener la comunicación terapéutica. utilizando la empatía, la escucha activa, la asertividad, la aceptación, el respeto, ofreciendo información consistente y evitando un planteamiento crítico. Además, las enfermeras tratan de motivar el cambio con educación individual y grupal, la detección y proporcionan un refuerzo positivo de los cambios realizados, respetando siempre las decisiones del paciente. El objetivo fundamental era la reducción de daños, lo que implica reducir las consecuencias adversas derivadas del uso de drogas, sin necesidad de reducir el consumo de drogas.

El profesorado, el alcohol y los adolescentes (II)

Preocupaciones de los/las docentes sobre el consumo de alcohol por parte del sus alumnos/as adolescentes
  1. El personal docente de las distintas CC.AA. aseguran que el consumo de alcohol en horario lectivo de los adolescentes y especialmente en centros educativos es prácticamente inexistente. Únicamente se habla de determinados casos que califican de anómalos o raros, casos que de ninguna manera son extensibles a la generalidad o a sectores más o menos amplios. No se habla de que haya alumnos o alumnas con “problemas con el alcohol”, salvo casos muy excepcionales. Sin embargo, afirman estar convencidos de que el consumo habitual e intenso fuera del horario escolar, incluyendo el cannabis, es un problema existente, aunque no esté asociado al contexto educativo
  2. De lo que oyen los maestros y maestras de las conversaciones entre adolescentes, concluyen que el consumo de alcohol es un tema recurrente y divertido para los y las adolescentes, al formar parte de su repertorio de temas de conversación (probablemente de los más frecuentes en algunos casos).
  3. El profesorado ha detectado un desgaste en general, de muchos de sus alumnos en determinados días, como resultado de las pautas de consumo intenso de alcohol. Afirman que algunos/as alumnos/as muestran una falta de atención y un bajo rendimiento en general, provocado por el consumo excesivo (resaca) y el cansancio que su forma de diversión les ocasiona.
  4. En opinión del personal docente, las familias no son conscientes de la gravedad que representa ante el consumo de alcohol de sus hijos o hijas, ya que le dan más importancia al consumo de otro tipo de sustancias, que al consumo de alcohol que puedan mantener sus hijos durante todos los fines de semana. Por este motivo, cuando se les avisa del episodio de embriaguez que muestra su hijo o hija durante el horario escolar, se muestran escandalizados y asombrados del hecho.
  5. En determinados casos, los padres y madres, a pesar de conocer la edad de su hijo o hija y la curiosidad que muestra hacia determinados temas como puede ser el consumo de alcohol, acuden al profesorado para que informen a su hijo/a del tema del alcohol en la escuela. Los y las docentes denuncian la escasa coordinación entre las familias y el profesional educativo.
  6. Los viernes (el fin de semana comienza el jueves) y el lunes, tras el fin de semana, son frecuentes las resacas. La reacción del personal docente ante estos casos consiste en avisar a los padres y madres del alumno o alumna para hacerles partícipes del estado y comportamiento de su hijo/a. Los y las docentes comentan que entre los/as alumnos/as, la resaca es considerada como una hazaña. Sirve para construirse una fama entre sus compañeros y compañeras.
  7. Los grupos de pares juegan un papel fundamental, como incitadores del consumo o como paliadores de los efectos de este consumo. Ejercen una función asistencial en el caso de que algún miembro de su grupo presente síntomas graves de embriaguez, mientras que en el caso de ser un miembro de otro grupo, se mofan del estado ajeno. Cuando los y las adolescentes no pueden por sí solos asistir a su compañero, han de recurrir a otras personas. En este caso se sienten arrepentidos o culpables de haber sido partícipes del proceso por el que ha pasado su compañero para llegar a ese estado. Pero es un arrepentimiento circunstancial, no sirve esta experiencia para modificar su comportamiento.
  8. El profesorado entrevistado señala que en los últimos tiempos estamos asistiendo a un cambio en las pautas de diversión entre la juventud, íntimamente relacionadas con el consumo de alcohol, por lo que se habla del aumento de este hábito en este colectivo, así como de su alta extensión. El personal docente se muestra preocupado ante la situación que presenta la extensión de este fenómeno y la normalidad con la que se trata. Pero esta normalidad tiene unos límites, que al sobrepasarlos despiertan la alarma entre la sociedad. Estos cambios se han producido por diversas circunstancias, en su opinión, tales como:
• A partir de la extensión de la práctica del botellón
• El mayor poder adquisitivo de los y las jóvenes, junto con la mayor accesibilidad y normalidad del consumo de alcohol,
• Mayor permisividad por parte de la familia
• Cambio en las formas de relación entre los jóvenes, que se hallan relacionadas con “el salir” y “el beber”. A pesar del alcohol, se comenta la falta de comunicación entre los chicos y las chicas
• Para el profesorado, la situación en que se encuentra el consumo de alcohol en jóvenes tiene variantes: NO es lo mismo que los jóvenes beban todos los fines de semana, a que lo hagan también durante la semana. NO es lo mismo que beban en tiempo de ocio, a que lo hagan en horario escolar, etc.
• La alarma social es más propensa a despertar cuando se está haciendo referencia al consumo de otro tipo de sustancias (porros o pastillas), se otorga más peligrosidad a este tipo de consumo que al consumo de alcohol todos los fines de semana.

La preocupación de los y las docentes en este tema es manifiesta y se sienten impotentes ante él. Saben que es algo inevitable el que llegue el fin de semana y sus alumnos y alumnas salgan y hagan botellón. A pesar de que no existe una percepción de problema grave en el presente, SÍ que se muestra cierta preocupación respecto a su evolución futura.
Según el profesorado entrevistado, la argumentación del alumnado sobre la persistencia del consumo de alcohol en ellos y ellas (sus motivaciones) son: divertirse y relacionarse, mediatizadas por la edad, el grupo de pares y una determinada organización del tiempo de ocio. De este modo, el hecho de beber alcohol se constituya para los y las adolescentes como finalidad en sí misma.
Según el personal docente, la búsqueda en la etapa adolescente de la identidad y de la autonomía, incluye por un lado la imitación de lo que se consideran comportamientos adultos (beber alcohol) y por otro, la reafirmación de la personalidad, sobre todo a través de el grupo de pares.
­L

El Profesorado y el consumo de alcohol en adolescentes (I)

OBJETIVO: Analizar la perspectiva del profesorado sobre el consumo de alcohol en adolescentes de 12 hasta 17 años, mediante una aproximación cualitativa desde el personal docente de 6 CC.AA.

Los principales resultados son:

l La posición predominante respecto al consumo de alcohol desde el punto de vista del profesorado, es de una total normalidad y permisividad respecto al mismo. Se produce una extensión de la conducta ante la permisividad existente a todos los ámbitos, familiar, educativo, social… La tolerancia y permisividad social se convierte en un elemento facilitador del consumo de alcohol en algunos adolescentes.

l El consumo de drogas SI que se percibe como un problema serio, mientras que NO SE PERCIBE ASÍ el consumo de alcohol.

A algunas de las profesores entrevistadas, les preocupa el fácil acceso de los y las menores a productos alcohólicos, especialmente en cuanto a:

la falta de control respecto a la venta y consumo

la pérdida de valores

la no asunción de unas mínimas normas de actuación

Algunos muestran mayor preocupación respecto a la evolución futura del problema, entendiendo que en la base del mismo se encuentran factores estructurales que pueden generar consecuencias más graves a largo plazo.

La idea mayoritaria es que existen riesgos asociados a la salud en cuanto al deterioro de su salud física ya que su organismo no está preparado para asimilar esas cantidades de alcohol que se ingieren de manera continua. Otro riesgo asociado es el que deriva en la salud psíquica de los y las adolescentes, ya que estas conductas afectan al desarrollo de su personalidad y de su vida futura.

El profesorado considera que esta forma de diversión está potenciando el problema de la dependencia del alcohol, al no concebir la diversión o el ocio sin la ingesta de alcohol.

l Al profesorado, le preocupa las consecuencias futuras que el consumo continuado provoque.

Por último, señalan algunos riesgos asociados al consumo de alcohol para las edades de los adolescentes como son:

los accidentes de tráfico,

las conductas sexuales de riesgo o a edades muy tempranas o

la inmersión en horarios nocturnos no adecuados.

No aprecian una asociación directa entre consumo de alcohol y fracaso escolar de forma clara, si acaso, se inclinan más por la idea de fracaso asociado a otro tipo de variables entre las que puede estar el alcohol pero nunca de manera determinante. Aparecen algunas menciones a una mayor incidencia del fracaso en relación con el consumo de otras sustancias. Lo que si aparece son algunos cambios en el desarrollo de la docencia, sobre todo a la hora de programar exámenes. Existen problemas de absentismo si los exámenes son en lunes o negativa del alumnado a programarlos en ese día.

Alcohol y Profesorado: medidas educativas (principalmente) y sancionadoras (multa a padres de adolescentes, en general si)

En un estudio que hicimos sobre la percepción de diferentes grupos profesionales y poblacionales sobre el alcohol y los adolescentes, preguntamos al profesorado. Y estas son algunas de las conclusiones que sacamos:


­ La posibilidad de multar a los padres y madres de menores que consuman, es considerada una buena medida, aunque comentan diferencias sobre la efectividad de una norma de este tipo.

l La posición predominante respecto al consumo de alcohol desde el punto de vista del profesorado, es de una total normalidad y permisividad respecto al mismo. Se produce una extensión de la conducta ante la permisividad existente a todos los ámbitos, familiar, educativo, social… La tolerancia y permisividad social se convierte en un elemento facilitador del consumo de alcohol en algunos adolescentes.

Ante tanta normalidad, se denota una pasividad de las familias al considerar que se trata de n hábito normal y aceptable.

l De igual forma, se aprecia la laxitud de la sociedad ante tales hábitos, siempre y cuando no se sufran los efectos del consumo de alcohol en la calle: ruidos y suciedad

El consumo de drogas SI que se percibe como un problema serio, mientras que NO LO ES, el consumo de alcohol.

A algunos profesores, les preocupa el fácil acceso de los y las menores a productos alcohólicos, especialmente en cuanto a:

· la falta de control respecto a la venta y consumo

· la pérdida de valores

· la no asunción de unas mínimas normas de actuación

Algunas de las personas entrevistadas, muestran mayor preocupación respecto a la evolución futura del problema, entendiendo que en la base del mismo se encuentran factores estructurales que pueden generar consecuencias más graves a largo plazo.

Los y las docentes proponen que, al igual que se ha normalizado el consumo de alcohol en nuestra sociedad, se tiene que iniciar un proceso de “normalización de las normas”.

En general, el profesorado opina que es tan necesario educar como sancionar. En esa línea, apuntan que en la información preventiva y en la educación continua debe fundamentarse el cambio.

En opinión de las personas entrevistadas, la imposición de medidas educativas, formativas o de servicio a la comunidad, pueden ser más eficientes que una sanción económica. Medidas como visitar a enfermos a consecuencia del alcohol, a accidentados, a asociaciones de asistencia a alcohólicos, o que los jóvenes hagan trabajos para la comunidad, como la limpieza de calles afectadas por el botellón, gozan del visto bueno de los y las docentes.

Trabajar en equipo valdría por 2 en el programa de metadona #24h24p

Un aspecto que determina en gran medida no solo la motivación y actitudes de los profesionales, sino también la calidad de la atención, es el nivel de organización y coordinación de los distintos equipos de trabajo que participan en el Programa de Tratamiento con Metadona. Por lo general, casi todos los profesionales entrevistados presentan una valoración positiva al respecto.

Es éste el caso del personal integrado en los equipos terapéuticos y en dispositivos de acogida como los pisos de apoyo al tratamiento y la reinserción y los centros de día. Esta situación se ve facilitada por el hecho de que:

por lo general se trata de equipos pequeños

realizan su actividad en recursos específicos de drogodependencias

con un reparto claro de responsabilidades y tareas

una persona asignada a la coordinación del equipo y

una planificación de reuniones periódicas o a demanda para discutir e intercambiar información sobre los usuarios/as acogidos al recurso.

Sin embargo, son estas condiciones que no suelen darse en los equipos que realizan la dispensación en los centros de salud, con el impacto negativo que ello conlleva sobre los resultados del Programa de Metadona. La ausencia de una organización y unas directrices claras se reflejan en las diferencias de los distintos centros en la organización de la dispensación. Mientras que en algunos centros todo el personal de enfermería dispensa de acuerdo a los usuarios/as asignados por el sistema de cupos, en otros esta labor corresponde a una o varias profesionales que se van turnando con las desventajas que ello conlleva para conocer y hacer un seguimiento más cercano de los usuarios/as.

Esta falta de coordinación y trabajo en equipo se asocia igualmente con episodios de violencia e intimidación. Según los testimonios recogidos, al no existir unas pautas comunes de actuación, unas directrices compartidas entre todos los profesionales del centro, algunos usuarios/as aprovechan la situación para manipular al personal que dispensa.

“Es verdad que son un grupo de usuarios manipuladores y claro, si no se unifican criterios desde la asistencia que se dan en un centro de salud, por ejemplo los horarios, pues ellos saben a quien tienen que ir para conseguir lo que quieren. Si hay un criterio común y seguimos todos una misma pautas de atención, pues no van a manipular a nadie (…) Ese es el punto de partida, en que si ya eso no funciona, es una bola en la que hay una desorganización, que el usuario, por sus características, va a aprovecharse de eso también, porque manipulan mucho” (DUE).

“Es totalmente diferente en un centro de salud que tenga un persona que es la responsable y se los conoce a todo; imagínate un centro de salud, hoy la da uno, mañana otro, pasado otro… política de ellos, yo hoy la doy, yo no le doy mas explicaciones. Pues si entre ellos si hay información, pero claro es mas manipulable que hoy a ti, “oye si ayer me hicieron esto, tu porque no me lo haces?”. Se permite la manipulación y con el tiempo ellos consiguen un beneficio… por eso es necesario la supervisión” (Médico)

Por otro lado, salvo casos puntuales, todas las enfermeras entrevistadas coinciden en señalar las dificultades que afrontan a la hora de conseguir el apoyo de otros profesionales del centro. Se hace especial énfasis en la falta de implicación, en general, de los médicos, un hecho que se percibe como una importante barrera a la hora de garantizar un seguimiento adecuado y una atención sanitaria integral acorde con los objetivos del programa.

“Y a lo largo de estos años, pues el voluntarismo de los profesionales es lo que ha funcionado simplemente, entonces sí ha habido centros en donde el médico se ha implicado un poco más, pero por lo general no quieren ni saber sobre el tema. …es difícil cuando a este tipo de usuarios/as la atención tiene que ser multidisciplinar, entonces si tú detectas un problema pero después no hay colaboración por parte del médico de cabecera que tengan asignado.” (DUE)

A juicio de algunas enfermeras entrevistadas, todas estas limitaciones han llevado a que la calidad de la atención dependa básicamente del voluntarismo y la motivación individual del personal de enfermería, antes que a la labor de todo un equipo de trabajo. Todo ello, con el riesgo de desgaste personal y profesional que de hecho se refleja en la mayoría de los testimonios recogidos entre las enfermeras consultadas.

“si es por la iniciativa de una persona o dos, no se consigue nada y termina quemándose la persona, que es lo que ha ocurrido en estos años que se empezó a dispensar metadona en los centros de salud. Entonces ha habido personas que han tenido que claudicar porque al final no han encontrado apoyo del equipo (…) no se puede atender un grupo de usuarios/as que tiene una multipatología que tiene una problemática social, y sobretodo enfermedad mental, si durante años no se ha intentado solucionar y darle salida a los problemas de salud y sociales que tenga este grupo de usuarios/as” (DUE)

La buena heroína inglesa

HISTORIA: La prescripción de heroína en el Reino Unido, como tratamiento de la adicción a los opiáceos, se inserta en el contexto del denominado “British System”.

· En el año 1926, el informe del Rolleston Committee estableció el derecho de los médicos de prescribir opioides a personas dependientes de éstos.

· A finales de la década del 50 y comienzos de los 60, se incrementó el número de jóvenes adictos, fomentado en parte por la prescripción de heroína como tratamiento de la adicción a usuarios de corta edad, derivando en muchos casos en un crecimiento del mercado negro.

· En 1965 surge un nuevo informe que introduce limitaciones y controles a la prescripción de heroína, siendo a partir de entonces necesario obtener una licencia especial para ello.

· En 1976 se realiza un estudio controlado y aleatorizado en Londres, donde se compara la prescripción de heroína y la de metadona oral. Este estudio se realizó en una época en la que el tratamiento de mantenimiento con metadona era la novedad, y el consumo de heroína recién comenzaba a extenderse. Por otro lado, los grupos comparativos, además de tener un número de participantes relativamente pequeño, estaban formados por jóvenes que se inyectaban la heroína, siendo que la metadona era tomada por vía oral.

· A finales de los 70 el sistema británico se encontró sobrecargado, dado el surgimiento de un gran número de nuevos adictos.

· Así, en las últimas décadas, se ha prescripto heroína sólo a un número muy bajo de usuarios, probablemente entre el 1 y 2 por ciento del total de personas que han ingresado a tratamientos por su adicción. Lamentablemente en el Reino Unido muy poco se ha escrito sobre la práctica clínica actual con prescripción de heroína, no contando con resultados documentados, o evaluaciones científicas sistemáticas.

· Hace 10 años, había aproximadamente 320 (menos del 2% de todas las prescripciones de opiáceos) personas recibían heroína bajo prescripción médica. Los médicos exponían no haber iniciado un tratamiento apoyado en la heroína desde hace años, y que sus pacientes eran personas de alrededor de 40 años, con problemas de salud, a lo que se les proporcionaba una dosis diaria que variaba entre 10 y 300 mg. En general prescribían la heroína a pacientes de más de 30 años de edad, con un largo historial de adicción por vía intravenosa, y sólo si habían fracasado otros tratamientos. El tratamiento con heroína continúa en tanto exista un mínimo de adherencia al mismo por parte del usuario, y que sea posible un seguimiento de este paciente. En general el tratamiento con heroína se combina con una dosis de metadona oral, a fin de minimizar los malestares de la abstinencia entre las dosis de

RECIENTEMENTE: Un artículo publicado en la revista ‘The Lancet’, nos cuenta las bonanzas de un estudio realizado por varios especialistas del Instituto de Psiquiatría del del Kings College London (Reino Unido) que reclutaron a un grupo determinado de enfermos crónicos adictos a la heroína: aquellos que llevaban recibiendo un tratamiento con metadona oral desde, al menos, 26 semanas y que, sin embargo, continuaban inyectándose heroína en la calle con cierta regularidad.

En total, participaron 127 personas. De éstas, 42 comenzaron a tratarse con metadona inyectada, 43 con heroína inyectada y otros 42 con metadona oral. Todos se sometieron al método que se les había asignado durante un periodo de 26 semanas. Al cabo de este tiempo, los investigadores observaron resultados muy positivos en todos los casos, especialmente entre los pacientes con heroína inyectada, cuya adherencia al tratamiento era de un 88%. Este porcentaje se reducía al 81% en el grupo con metadona inyectada y al 69% entre aquellos que recibían la metadona oral.

Según demuestra la investigación británica, los pacientes tratados con heroína inyectada fueron los que más redujeron las inyecciones en la calle (en un 66%), seguidos de la metadona inyectable (30%) y la metadona oral (19%). Y la diferencia comienza a notarse a las seis semanas.

El objetivo de los expertos es que la heroína inyectada se utilice como segundo tratamiento de elección en aquellos que no respondan a otros tratamientos

El problema es que «la historia y la realidad actual nos ha demostrado que la prescripción de la heroína inyectada como tratamiento no depende tanto de los ensayos que confirmen su efectividad y seguridad, sino de intereses políticos».

¿Quieres saber algo más sobre la heroína como medicamento?

Mucho se habla de la heroína y poco se sabe sobre ella. De nuestra experiencia os contamos:

1.Perspectiva histórica.

Desde su síntesis en 1898, la venta de la heroína ha sido libre hasta que en 1951 la OMS la proscribe de la farmacopea. En 1961 la Convención Única de los estupefacientes la clasifica entre las drogas particularmente peligrosas pero le reserva un status experimental en el contexto de estudios estrictamente controlados.

Desde su exclusión, la cuestión de la legalización aparece regularmente en la literatura científica en el marco del tratamiento del dolor y en los foros científicos y políticos en el marco de las políticas reducción de daños.

2. Situación actual de los proyectos que utilizan heroína.

La escena internacional de los programas de heroína se estructura desde la perspectiva de 3 grupos de países:

a) los que ya están desarrollando el programa o han terminado los ensayos clínicos: Suiza, Holanda, Reino Unido, España (Andalucía), Alemania y Canadá España

b) con ensayos de heroína oral o en proyecto: España (Cataluña y Andalucía);

y, c) interesados en el diseño de un ensayo o paralizados políticamente: Australia, Bélgica, EEUU , Francia, Portugal y Rusia.

3. Evidencia científica:

La evidencia científica, basada en estudios de experimentación animal y observaciones en seres humanos sugiere que la diacetilmorfina es la mejor sustancia para mantener la salud física, mental y la función social de los heroinómanos. Esta sustancia posee menos efectos nocivos para la salud y menos efectos adversos que otros agonistas puros como morfina o metadona. Los proyectos desarrollados en los que se ha utilizado diacetilmorfina, así como la evaluación que sobre la experiencia Suiza realizó la OMS, han demostrado que los heroinómanos en mantenimiento con dicha sustancia mantienen contactos más frecuentes con la red sanitaria, mejoran su salud física y mental, reducen la utilización de otras drogas ilegales, en particular de cocaína, y disminuyen la criminalidad asociada al uso ilegal de drogas.

4. Descripción del tratamiento:

La Heroína es un opioide con efecto analgésico, que tiene una duración del efecto de 4-5 horas, una vida media de eliminación de 0,5 horas, una dosis mortal mínima de 25 mg. i.v. y se obtiene de la morfina por la adicción de dos grupos acerilos. Cuando los opioides alcanzan rápidamente y a altas concentraciones al lugar de acción provoca un gran placer llamado flash. El tiempo de invasión dura desde unos segundos hasta un cuarto de hora y no se experimenta flash sino flooding.

La diacetilmorfina (DAM) puede conseguir el efecto máximo (“ceiling effect”) con heroína inyectada a dosis de 600 mg/día. La dosis máxima, se alcanza como media, a las 6 semanas. La dosis media de DAM prescrita en el ensayo clínico andaluz, en el grupo experimental, fue de 293 mg/día (rango: 15 – 600 mg.). La dosis media de metadona complementaria fue de 40 mg/día. Esta dosis de metadona equivale, según la conversión utilizada en el ensayo andaluz y suizo, a una media de 130 mg/día (rango entre 121 y 140) de DAM. Siendo la dosis cotidiana media total equivalente de DAM/día ha sido en el ensayo andaluz de 423 mg. (rango: 414 y 433 mg/día). La dosis media de opiáceos en el programa PEPS de Ginebra equivalente de DAM al día es de 420 mg.

La media de dosis cotidiana de DAM en los ensayos suizos, con 6 meses de experimentación, y holandés, con 12 meses, fue sensiblemente superior: 509 mg/día y 548 mg/día respectivamente.

Tabla 1. Dosis equivalentes entre la heroína y la metadona oral. Dosis válidas para la DAM prescrita en los programas de prescripción de heroína. No válidas para la heroína ilegal. Fuente: « Traitement avec prescription d’héroïne, directives, recommandations, informations». OFSP, 2001

DAM i.v./día

Metadona/día

DAM i.v./día

Metadona/día

DAM i.v./día

Metadona/día

DAM i.v./día

Metadona/día

20-60

20

181-200

65

341-360

100

661-700

135

61-80

25

201-220

70

361-400

105

701-760

140

81-100

30

221-240

75

401-460

110

761-800

145

101-120

35

241-280

80

461-500

115

801>1000

150

121-140

40

281-300

85

501-560

120

141-160

50

301-320

90

561-600

125

161-180

60

321-340

95

601-660

130

5. Indicaciones:

Heroína Intravenosa: se recomienda en tratamientos para eliminar el consumo ilegal intravenoso de opioides y en caso de que hayan fracasado otros tratamientos agonistas.

Heroína Inhalada: se recomienda cuando la vía intravenosa no sea considerada adecuada y/o cuando hayan fracasado otros tratamientos.

Heroína Oral:Se recomienda para la estabilización de pacientes dependientes a la heroína que hayan fracasado en el Programa de Mantenimiento con Metadona oral.

6. Parámetros límite para determinar los valores adecuados de la dosificación:

Vía intravenosa: 1ª dosis segura: 15 mg (2ª dosis y las primeras dosis diarias hasta 30 mg). Aumento máximo de la dosis diaria: 50% de dosis total del día anterior. Dosis de tolerancia: 600 mg/día. Tiempo de espera máximo para la próxima dosis: ½ h. Vida media. 5-8 horas. Frecuencia máxima de consumo diario : < o igual a 9.

Vía Inhalada: 1ª dosis segura: 100 mg. Aumento máximo de la dosis diaria No se necesita limitación para cigarrillos DAM de 100 mg. Vida media. 5-8 horas. Frecuencia máxima de consumo diario : < o igual a 21.

Drogas en la cárcel y la salud

Hace unos años, estuvimos un tiempo entrando en una cárcel para ver que decían y pensaban los reclusos acerca de la salud, las drogas, el uso de servicios sanitarios,….

Utilizamos un cuestionario, con campaña previa para estimular la respuesta y luego hicimos grupos y entrevistas para poder conocer algo más en profundidad la situación.

  • El 90,4% de los reclusos eran varones y el 9,6% mujeres, con una edad media de 32,19 años.
  • El 72% de los internos consideraban que su salud era buena o muy buena, frente al 27,5% que consideraron su salud como regular, mala o muy mala. Respecto al año anterior, el 24,7% de los internos consideraban que su salud había empeorado.
  • Un tercio de los reclusos (32,7%) declaró visitar al médico una o más veces al mes, mientras que el resto lo hacía con menor frecuencia. Los motivos de consulta más frecuentes fueron cuadros agudos o revisiones de sus enfermedades crónicas. La especialidad médica más solicitada fue Salud Mental, que representó un 6,4% de todas las consultas.
  • El 43,1% de los internos declaró tener alguna enfermedad crónica: el 19,1% VIH, el 18,2% hepatitis C, el 1,1% hepatitis B, el 4,4% “hepatitis” sin poder dar más datos, el 2,7% tuberculosis, el 1,6% un trastorno mental y el 8,7% otra enfermedad crónica.
  • Casi la mitad de los internos (40,9%) declaró tomar algún medicamento.

Los factores asociados a tener peor salud fueron:ser adulto, tener una enfermedad crónica, tomar algún fármaco, tener VIH y tener más de dos parejas sexuales desde que están en prisión.

Los factores asociados a una mayor utilización de servicios sanitarios fueron: llevar dos años o menos en prisión y tomar algún fármaco.

Los principales problemas de salud en la prisión eran: la atención sanitaria que reciben, el VIH/sida, la falta de higiene, la deficiente alimentación y la tuberculosis. Para que la prisión fuera más saludable, los internos proponían: realizar más talleres ocupacionales y actividades socioculturales, mejorar el trato por parte de los funcionarios, mejorar la alimentación y la atención médica.

En resumen: el estado de salud percibido por los reclusos de la cárcel es peor que el de la población general. Se sugiere la necesidad de prestar más atención a determinados aspectos como la calidad de la atención sanitaria prestada en las prisiones, el estado de drogodependencia de los presos a su llegada, la posibilidad de incorporar especialistas en Salud Mental a las prisiones y especialmente a las demandas formuladas por los presos.