Seguimos ligados a MI VIDA SIN TI, la magnífica estrategia colaborativa. Hoy: la perspectiva de los profesionales sanitarios:
2. Se pide una implantación planificada de programas de ayuda y la unificación de criterios en el abordaje de esta problemática, para garantizar que cualquier persona que quiere dejar de fumar y acude a la consulta de su médico en busca de ayuda, se encuentre ante un profesional que tiene los conocimientos y habilidades necesarias para proporcionársela.
4. Ser un Centro Libre de Humo es considerado como una ventaja, pero salir a la puerta del Centro de Salud para fumar, da una imagen negativa del propio colectivo profesional.
5. Según la opinión de los/as participantes en el estudio, el consumo de tabaco por parte de los/as profesionales ha decrecido notablemente en los últimos años, por lo que en la actualidad no se observan situaciones de conflictividad en la convivencia. En cambio, se identifica el consumo por parte de los/as pacientes y familiares como principal fuente de conflicto en los centros sanitarios.
6. Los/as participantes en el estudio se muestran comprensivos ante los/as fumadores/as, en situaciones de estrés y tensión.
7. Respecto a la oferta actual de recursos sanitarios frente al tabaquismo, el personal entrevistado en este estudio manifiesta un importante desconocimiento sobre los servicios existentes y sobre las vías de acceso a los mismos.
8. Como propuestas de mejora ligadas a la información y comunicación se proponen: el aumento de campañas de sensibilización, la distribución de información a través de material escrito y vía web y la difusión de mensajes en el interior de los centros sanitarios.
9. Otras propuestas planteadas se basan en la disponibilidad subvencionada de tratamientos y medicamentos de deshabituación
10. Por último, los grupos de terapia se valoran como un formato adecuado a las características de este problema, combinados con la ayuda psicológica individual, que debe ser proporcionada no sólo por especialistas sino por los médicos/as y enfermeras/os de familia.
En definitiva, los avances y los cambios necesitan de puntos de anclaje para que el éxito de la medida haga que fumar ya no sea lo que era y entre a formar parte de nuestro imaginario social la visión de nuestros entornos de trabajo como lugares relacionados con la higiene, la limpieza, el buen olor y la salud.
Y luego, destaquemos las ventajas, reforcémoslo positivamente, individualmente y socialmente, entendamos las dificultades, escuchemos los momentos de crisis, busquemos los puntos de contacto, pidamos alternativas, cerremos acuerdos: la salud de todos/as nos lo agradecerá.
,