SIEMPRE A MEJOR: Palabras para ver como cambia la vida con el medicamento heroína como testigo

Antes de empezar el ensayo clínico de Heroína, las personas que participaron en esta investigación pionera en el mundo, hablaban de:

  1. obsesiones por el dinero (“Mi obsesión es conseguir el dinero cada día para ponerme mis picos”),
  2. necesidades y sentimientos (“No se dan cuenta que además de droga necesitamos calor, buen trato y respeto” “Aunque muchos piensen que actuamos como animales, también sentimos, sufrimos y lloramos como todo el mundo”),
  3. todo lo que tienen perdido (“El problema, además de necesitar una droga, es que tenemos todo perdido: amigos, familia, hijos, trabajo, un montón de juicios pendientes”) o
  4. los pocos ánimos que llevan encima (“Con qué ánimo puedes plantearte cambiar la vida”. “La vida ya es sólo un tormento”),
  5. muerte (“Yo sé que muchos piensan que mejor estaríamos muertos”).

Desde los primeros días del ensayo clínico, cambiaron sus palabras, todo fue visto como distinto, la calidad y el rigor eran dos elementos básicos para todos los profesionales del proyecto y por tanto para la atención que recibían los pacientes (“Es distinto a los otros intentos que he hecho hasta ahora”).

Las expectativas eran altas para un todo en busca de una ilusión (“Mi ilusión es poder ser como una persona normal, que no necesita robar, ni entrar en la cárcel, ni buscarme problemas y sobre todo poder llegar a levantarme y no ver sólo droga”).

Desde los primeros meses, las palabras más oídas en boca de los pacientes sonaban a: “Lo bueno en el centro es que te ayudan en lo que necesitas, no en lo más fácil”, “Todavía no me puedo creer cómo mi vida ha podido cambiar tanto en tan poco tiempo”, “Lo mejor es que hasta la gente que me rodea está alucinada”, “Esta experiencia evitará los delitos que decenas de policías no podrían ni pensar en solucionar nunca”, “Aquí no sólo te dan un medicamento, te ayudan a enderezar tu vida si quieres”, “El PEPSA puede ser la solución”.

Pero a los 9 meses de empezar, decían:

Ha sido un encuentro con el futuro que nunca creí que llegaría”, “Tranquilidad para mi futuro”, “Mi vida ha dado un cambio inimaginable”, “Lo que ha ocurrido en este año aún no me lo creo”, “He recuperado lo más grande, mi familia y mis amigos”, “Te parece poco poder vivir con dignidad”, “Me ha dado la oportunidad de creer en mí”, “Me miro en el espejo y no me reconozco”, “Siento que se me respeta. Eso ya es demasiado”, “Levantarme y sólo pensar en ser feliz”, “Estos doce meses me han devuelto a la vida”, “El paso adelante más grande que he dado”, “La oportunidad que esperaba para avanzar y crecer como persona”, “Lo mejor que me ha pasado en mi vida”.

Y terminamos contando algunas de las cosas que son capaces decir los profesionales que les atendieron y siguen atendiéndolos:

“Cada mañana una ilusión para trabajar”, “Ahora sé lo que es un abordaje integral”, “Ha logrado que las personas estén por encima de todo”, “He experimentado por primera vez la palabra coordinación”, “Ni en diez años podré acceder a tanto conocimiento científico”, “Más que una obligación, ha sido un lujo”, “A partir de ahora sé lo que significa la palabra respeto”, “El objetivo más interesante y agobiante para un profesional de las drogodependencias”, “Un ejemplo de acción realista y respetuosa”, “El sueño de mi vida. Me he realizado profesionalmente”, “Nuestros pacientes me han mostrado otro mundo: el oculto”, “He descubierto lo grande de algo que estaba tan cercano pero que era desconocido”, “Ha sido un privilegio participar de esta experiencia”, “Ni en sueños pude imaginar que llegaría a ser tan útil”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>