Las navidades están llenas de anuncios y celebraciones, escaparates y confetis, cenas y comidas, regalos y sorpresas, música y discursos, felicitaciones y mensajes llenos de amor, amistad, buenos deseos, propósitos, ….. en un mundo en el que el consumismo marca cada día más nuestras vidas, incluso a pesar de la crisis.
Y en ese entorno, aparecieron otras imágenes que habían desaparecido de la mente de muchos de ellos y ellas, nuestros protagonistas. los pacientes del proyecto de heroína, hace 6 años cuando empezaron (allá a finales de agosto de ese mismos año) a tomar las primeras dosis del medicamento llamado heroína: “Me quedé fría y emocionada al ver a algunos de mis hermanos que no veía desde los 17 años”, decía uno de ellos, mientras otros hablaban de su madre, tan importante en sus vidas con frases como “Todo ha sido diferente al ver la cara de felicidad de mi madre comiendo juntos el día de navidad”, “Lo que me dijo mi madre de que parecía que estas iban a ser sus mejores navidades de los últimos tiempos” o “Verle la cara a mi madre de como si le hubiese tocado la lotería”.
En otros momentos, aparecieron la familia al completo con palabras llenas de tranquilidad y ensueño “Había olvidado lo importante que es para mis padres tenerme junto a ellos estos días”, “Para la gente de mi familia, creo que recordarán estas navidades por la tranquilidad con la han vivido” o “Para quién ha sido unos días de ensueño ha sido para mi familia. Sus caras no las olvidaré”. Tranquilidad, es la palabra que mejor refleja el cómo habían pasado estas fechas.
Muchos de ellos y ellas no tenían recuerdos de las navidades pasadas; para ellos se habían acabado hace años las fiestas y la felicidad y también para sus familias; habían estado viviendo un infierno, se habían sentido medio muertos y habían dejado de creer en ellos. 10 o más años, lejos de amigos, hijos, padres, hermanos, etc, ha hecho que ese año fuera para él las navidades más amargas desde hace 20 años porque “Han sido tristes porque aunque he estado con la familia, me han hablado y yo les he escuchado el daño que les he hecho durante años”.
“Y seguro que recordaré las de este año”, porque como dice uno de ellos “ Me veo resucitado”, y además con la sensación de deuda con sus familiares y amigos “Ahora tengo que lograr que al menos ellos recuperen lo que les he hecho perder”. “Hacia años que no pasaba tantos días con mis hermanos” era la frase de uno de ellos lamiéndose los labios del placer sentido por ello en estos días.
En definitiva es como dicen tener a mano la felicidad “Acostarme tranquilo sabiendo que al levantarme me iban a dar mi medicación es más que una diferencia, es casi la felicidad”.
Y esta diferencia que ellos y ellas sienten, decían que es pronto para que los demás “vean el cambio que yo ya siento”. Y uno afirmaba que el querer existe: “Se han enterado que el hijo muerto los quiere”. Y otro corroboraba hablando de VIDA “Ya no hablo por mí. Estoy seguro que a todos los que estamos aquí nos han dado otra oportunidad de vivir”. Sin estar en ese proyecto, sentían que habrían perdido a su familia. Por ello, hablan de regalo a sus vidas “El regalo de navidades no sólo me lo han hecho a mí sino a todos los que me quieren”.
El motivo es que les habían abierto los ojos y decían haber visto la miseria en la que han estado metidos en estos años. Incluso “ Supongo que tanto estropicio no lo arreglaré hasta que pase un tiempo. Aunque eso sí, he estado tranquilo, he respetado lo importantes que son para mi familia y he procurado que si recibían una llamada o una visita no fuera de la policía sino mía”. Gracias al PEPSA, el programa Experimental de Prescripción de eStupefacientes en Andalucía, el Proyecto de heroína, el Proyecto que hicimos con el apoyo de la Junta de Andalucía, uno de los 5 únicos proyectos en el mundo, el proyecto que devolvió FELICIDAD a la Navidades de algunos.