¿Por qué se relaciona tanto el inicio de consumo de drogas llamadas “light” con la llegada a drogas más peligrosas? ¿Por qué se utiliza la frase “quien las usa comienza un camino que le llevará a depender en el futuro de drogas cada vez mas “duras”? ¿Se utiliza para ello información proveniente de usuarios de drogas al preguntarles cómo comenzaron su relación con las mismas? ¿Actuaría la marihuana como droga puerta de entrada hacia otras como la heroína y la cocaína?
Si nos vamos a los diferentes productos que consumimos durante nuestra vida:
¿Se puede llegar a comer hamburguesas con 15 años sin haber tomado leche materna a los 3 meses? ¿Y todo el que consume comida-basura lo hace porque tomó leche maternizada en lugar de la leche natural de la madre?
¿Se puede llegar a ser vegetariano sin haber probado nunca la carne?. Es evidente que sí, pero se puede decir que si no se ha probado la carne nunca una persona será vegetariana. Es evidente que no.
¿Y qué ocurre con las drogas?
Lo que con más evidencia científica se ha demostrado es el aumento en la cantidad que el organismo necesita para obtener igual o mayor repuesta de un sujeto al consumir una sustancia. Pocos productos causan la misma respuesta en el organismo si no aumentamos la cantidad de la misma que consumimos.
Un estudio del Centro de Investigación sobre Política de Drogas RAND contradice la teoría de la escalada. Usando los datos de la Encuesta Nacional sobre Drogas de Abuso realizada entre 1982 y 1994, el estudio concluye afirmando que los adolescentes están predispuestos a consumir drogas duras, hayan probado antes cannabis o no. «Demostramos que el efecto de escalada de la marihuana no es la mejor explicación que relaciona el consumo de esta planta y el uso de otras drogas más duras». Y sigue: «Hay otras teorías que justifican de manera más simple y certera el modelo conductual del uso de droga que observamos, sin tener que recurrir a la de la escalada». Los que tienen la oportunidad de hacerlo sólo son más numerosos en «relación al conjunto de los individuos predispuestos a consumir drogas, en comparación a los que no, lo que les lleva al consumo tanto de marihuana como de drogas más duras». «La marihuana normalmente va primero dada su mayor disponibilidad”.
«Este es un estudio muy importante con grandes implicaciones en la política de control de la marihuana«, dijo Charles R. Schuster, anterior director del Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas y ahora responsable del Instituto de Investigación de Adicciones de la Universidad del estado de Wayne. «Sólo espero que sus resultados se lean con objetividad, que se evalúen en unos términos científicos, y que no sea rechazado simplemente por ir en contra de las creencias de los responsables de elaborar las leyes«
En definitiva, lo que ocurre es que determinadas personas tienen relación con circunstancias comúnmente aceptadas como:
1. Vulnerabilidad, o predisposición mayor en determinadas personas a depender de sustancias estupefacientes con mayor probabilidad que otras de su mismo entorno social y educacional. Se ha constatado dentro de un grupo de sujetos que consumen drogas como alcohol, tabaco, marihuana, etc., sólo un 15% de ellos tendrán un problema de adicción hacia alguna de dichas sustancias y solo el 1,5% llegaran a consumirlas mas allá de lo que denominamos, consumo lúdico.
2. Accesibilidad, o mayor facilidad en edades juveniles para acceder a un determinado tipo de sustancias adictivas comúnmente utilizadas con fines lúdicos y festivos.
3. Percepción del riesgo respecto del uso de drogas consideradas más peligrosas en edades juveniles mientras el uso del cannabis o del tabaco y del alcohol se consideren como “socialmente aceptadas”.
4. Coste nulo ó pequeño de dichas sustancias que permite su adquisición (sobre todo en jóvenes dependientes de padres o familiares) en relación al precio de la cocaína o de la heroína.
Existen decenas de razones, casi todas ellas justificables, de la razón por la que en unas etapas de la vida de determinadas personas se consumen unas sustancias previamente o posteriormente a otras.
Los acontecimientos que forman parte de nuestras vivencias, creemos, son los factores que determinan el orden en el que consumiremos las diferentes sustancias más que razones debidas al tipo o peligrosidad de las drogas consumidas. En definitiva, las condiciones de vida y las relaciones sociales, genéticas, formativas, … pueden darnos mejores y más fundamentadas razones para consumir unos estupefacientes antes o después que otros.
Manolo Romero